Querido Teo:

Palmarés repartido como siempre en los festivales, especialmente en Venecia que tiene esa estúpida norma que provoca que la película que gana el León de Oro no pueda conseguir más de un premio. Desde su proyección se convirtió en una de las favoritas y “Pietà” de Kim Ki-duk ha cumplido los pronósticos llevándose el máximo galardón, algo de que lo que se quedó muy cerca "Hierro 3" en 2004. Tras unos años en los que el director ha superado una depresión y una carrera que corría riesgo de palidecer, el coreano ha vuelto con unos de sus mejores trabajos y se ha llevado el respaldo del Jurado presidido por Michael Mann en una cinta valiente y arriesgada en la que subyace una crítica al capitalismo como elemento deshumanizador de nuestra sociedad que justifican unas imágenes impactantes y polémicas no exentas de un esteticismo hipnótico. El premio lo ha recibido cantando en el escenario. La película acontecimiento de esta edición, "The master", sale del certamen como vencedora moral del mismo con el premio al mejor director para Paul Thomas Anderson y el premio al mejor actor ex aequo para Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman por ese duelo intenso y titánico que mantienen en pantalla. La cinta se llevaba horas antes también el premio FIPRESCI de la crítica. Gran botín que provoca que Paul Thomas Anderson ya tenga el triplete consiguiendo los premios de mejor director en Berlín por “Magnolia”, en Cannes por “Embriagado de amor” y en Venecia por “The master”. El premio más polémico ha sido el Gran Premio del Jurado para la controvertida “Paradise: Faith”. Hadas Yaron se ha llevado el premio a la mejor actriz por “Fill the void” por interpretar a una joven judía que se ve obligada a casarse con el marido de su hermana cuando esta muere. Otra de las favoritas, "Après mai" de Olivier Assayas, se ha contentado con el premio al mejor guión. Un palmarés con cine denso, críptico y en el que el peso de la religión tiene especial presencia.