"¡Qué ruina de película!. Los grandes fiascos del nuevo Hollywood"

Este es el segundo libro "ruinoso" que nos ofrece el autor y editor Juan Tejero. Es probable que no queramos dedicar nuestro tiempo a una o varias de las películas que menciona pero lo mejor de este libro es que eso no importe. La experiencia de Tejero y la carnosidad de las historias desastrosas que cuenta asegura el entretenimiento y el aprendizaje.

Título: “¡Qué ruina de película!. Los grandes fiascos del nuevo Hollywood”

Autor: Juan Tejero

Editorial: T&B Editores

Nota de la Redacción: Es un acierto comenzar esta relación de películas variadas con “El extravagante doctor Doolitle”, porque es material para un monólogo de comedia. El cine está lleno de momentos histéricos pero no recuerdo un conjunto de situaciones más desastrosamente hilarantes. Claro que el tono general del libro no es este, aunque el tiempo convierta a menudo el desastre en humor. Como es habitual en Tejero, la documentación es extensa y la selección interesante, saltando con habilidad de rodajes a entrevistas, detalles biográficos y económicos.

Dice Tejero en su prólogo: “Parafraseando a Tolstói: todas las películas logradas se parecen; todas las películas ruinosas fracasan cada una a su manera. A lo largo de las siguientes páginas he intentado presentar una visión variada y equilibrada de las diferentes formas del camino a la ruina. En todos los casos he tenido en cuenta no sólo criterios cuantitativos (el alcance económico del desastre), sino cualitativos (el olfato y la alegría con que desapareció el dinero).
Sólo queda afirmar, por si no queda del todo claro después de la lectura de este libro como de la primera parte, que quien escribe estas líneas siente un afecto especial por las producciones aquí reseñadas. Sospecho –y espero– que las piezas presentadas delaten este apego. Los grandes gestos condenados resultan irresistiblemente atractivos, y todos los títulos que adornan estos pasillos se inscriben claramente en este epígrafe. En 1940, el conde Galeazzo Ciano pronunció esta frase memorable: «La victoria siempre encuentra cien padres, la derrota es huérfana». Desde esta perspectiva, “¡Qué ruina de película!” puede ser considerado como un imprescindible orfanato, en el que estas cintas perdidas y maltratadas han sido amorosamente adoptadas, y en el que, después de muchas penas y desventuras, por fin han encontrado su hogar”.

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Es de agradecer que Juan haya abierto esta residencia para maltratados, que vale la pena visitar alguna que otra vez para recordar que, incluso en estos casos, el cine es algo de lo que vale la pena hablar y leer. Aquí reflejamos el capítulo dedicado a una de las refugiadas en la biblioteca de Juan, en este caso una de guerra…

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