Adivina quien viene a cenar esta noche... ¡¡Michael Jackson!!

Adivina quien viene a cenar esta noche... ¡¡Michael Jackson!!

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Querido diario:

Es difícil prever cuanto tiempo pasará antes del biopic de Michael, pero tenía todas las cualidades para merecer uno. Sobre su personalidad y el cine, recordaré una tarde de finales de julio de 1984, en casa de Kate Hepburn, cuando su sirviente la sacó del jardín donde estaba con una amiga (la que contó esta historia) arrancando malas hierbas. La causa de la interrupción fue que llamaba por teléfono Michael Jackson.

Kate le había conocido en el verano de 1979, cuando rodaba "En el estanque dorado", porque le había invitado Jane Fonda al rodaje, pero Jane desapareció apenas él llegó. Kate sintió lástima y se hizo amiga suya.
”Me fascinó”, diría Kate después, “es una criatura absolutamente extraordinaria. Ha trabajado toda su vida, actuando como profesional desde los tres años, y nunca ha vivido un solo momento, quiero decir ni un solo momento, en el mundo real. Lo único que sabe hacer es escribir sus canciones y entusiasmar al público. Es una extraña criatura artística que vive en una burbuja, apenas tocada por el mundo exterior.”

Los dos siguieron cultivando su amistad. Ella le invitaba a cenar cuando él estaba en Nueva York, y él le correspondía regalándole entradas para sus conciertos, pero en realidad Katharine Hepburn y Michael Jackson no tenían mucho de que hablar. Michael, en la cima de la fama, se presentó en Nueva York para un concierto en el Madison Square Garden, y Kate le invitó a cenar. Una de las cenas más peculiares que celebró. Jackson se presentó con gafas de sol y un uniforme azul satinado ribeteado de dorado, que en el escenario probablemente tendría un aspecto deslumbrante. De cerca, se veía pobre y chabacano, como recuerda una invitada, todas mujeres: "Era aún más delgado de lo que sugerían las fotografías; tenía la piel tersa y de un bonito tono marrón; su nariz, con su pequeño puente, guardaba poco parecido con cualquiera de las que había visto. A los veinticinco años tenía la actitud de un niño de diez extremadamente educado. Hablaba con voz suave, llena de dulzura y asombro."

En realidad hablaba muy poco, no aceptó nada para beber, ni siquiera agua. Kate preguntó a Michael si le gustaba el cine, y se animó diciendo que sí, que se pasaba casi todas las tardes y noches mirando vídeos de viejas películas. Dijo que Katharine Hepburn era su estrella de cine favorita. Al preguntarle por la película favorita de Kate, se produjo el siguiente diálogo: "Se volvió hacia mí con la más dulce de las sonrisas y, mirándome con lo que parecían unos brillantes ojos muy maquillados, dijo: No estoy seguro.”

"Capitanes intrepidos", una de las películas favoritas de Michael Jackson, sin Katharine Hepburn pero si con Spencer Tracy”Señalé que mi favorita era Historias de Filadelfia. Él dijo que no la conocía. Le pregunté por Vivir para gozar y La fiera de mi niña, pensando que eran comedias añejas que atraerían a un aficionado al vídeo. Tampoco reconoció los títulos. Probando el otro extremo del espectro, le pregunté si había visto Larga jornada hacia la noche o El león en invierno. No, no las conocía. ¿Y La reina de África? -¿Es la de África? -preguntó. No la había visto.
-En el estanque dorado -dije, seguro de haber acertado esta vez: al fin y al cabo, era como él y Kate se habían conocido. No la había visto. Ajá, comprendí por fin; le gustaba esta mujer anciana, blanca y liberal por Adivina quién viene esta noche. No, tampoco la había visto-. Bueno, Michael, ¡tienes que haber visto alguna película de Katharine Hepburn! -La que hizo con Spencer Tracy -dijo.
-¿La costilla de Adán? -No. Pensando en los deportes, dije-: La impetuosa. -No-. ¿La mujer del año? ¿Su otra esposa? -No, esa en la que Spencer Tracy hace de pescador, y salva al niño pequeño. -¿Capitanes intrépidos? -preguntó Kate con incredulidad. -Sí -dijo Michael-. Era muy estricto, pero muy dulce con el niño.”

Kate puso un gesto de indignación y pidió otra copa. Jackson sólo se animó al hablar de su zoo doméstico, sobre todo de su boa Músculos. Kate dijo: "Bueno, Michael, siempre me han gustado los animales, pero, sinceramente, ¿qué haces con una boa constrictor?”. Él le describió con entusiasmo su enorme terrario, situado detrás de una cortina, en el que vivía Músculos, y que cada pocos días él y algunos invitados especiales se sentaban ante la gran ventana, corrían la cortina y observaban cómo metían un pequeño roedor en la «casa» de la serpiente. Era el entretenimiento de la velada, contemplar a la serpiente capturar al animal, estrangularlo y tragárselo. “Todos nos quedamos sin habla". Kate volvió a alzar su vaso y, con voz ahogada, gritó: “Demasiado flojo”.

La velada continúo en esa dirección insólita hasta que Jackson se despidió y se fue con su chofer guardaespaldas hasta una furgoneta que le esperaba fuera. Kate se fue a dormir, agotada.

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teofila
teofila
14 años atrás

Buf, absolutamente espeluznante.....
Es una pena que Michael no haya tenido a nadie en la vida que le haya guiado y ayudado de algún modo, para estabilizar esa personalidad que seguro que le produjo mucho sufrimiento.

paula
paula
13 años atrás

no entendi nada!jajajajajajajajaja

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