BSO de "Mi amigo el gigante"
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Querido Teo:
Para gigante, John Williams. Podrá tener trabajos buenos o mejores, pero siempre consigue hacer un poco más grande cada película en la que participa. Con “Mi amigo el gigante” suma ya 24 partituras para Spielberg y, aunque juntos nos han dejado un montón de pruebas de que forman un binomio perfecto, este no es el mejor ejemplo de ello, ya que la parte del director no está a la altura de anteriores trabajos; algo que, en realidad, le da aún más mérito a John Williams.
A pesar de que la historia no tiene fuerza suficiente, y resulta demasiado infantil, el compositor crea otra delicia con la que evoca algunas de sus obras más recordadas. Lo hace siendo muy descriptivo. Sus notas acompañan a todo lo que aparece en pantalla, con un estilo elegante y clásico, sin restar magia a la partitura.
Williams juega especialmente con instrumentos de viento, como flautas, pero experimenta aún más con la melodía principal, para la que ha creado diferentes arreglos con el fin de hacerla más versátil y utilizarla a lo largo de la historia, a veces de manera demasiado contenida. Este tema es Sophie and the BFG y simboliza muy bien la evolución de la amistad entre el gigante y la niña, al tiempo que es, de todos, el más 100% Williams.
Destaca también un grupo compacto de tracks orientados a transmitir el miedo, en alusión a los otros gigantes. Y es que todo tiene una clara función en esta partitura bien pensada y perfectamente estructurada, que no sabemos si será el sexto Oscar para John Williams, pero seguramente sí su nominación número 51.
Datos técnicos
The BFG
John Williams
Walt Disney Records
Número de tracks: 19
Oigamos algunos fragmentos de la banda sonora.
The witching hour (Track 2)
Sophie and the BFG (Track 19)
María Machaquito
Poliestireno expandido. Eso me pareció la película en todos los sentidos, también la banda sonora. Alto nivel artístico y tecnológico, ciertamente. Pero me quedé con la sensación de presenciar un relleno, un entremés entre platos más serios. Poliestireno expandido, vamos.
Y nada más, salvo una historia que de tan mal llevada me resultó aburrida.
Como siempre, claro, es mi opinión personal.