Cine en serie: Pilotos 2010/11... Nuevos policías en la parrilla americana

Querido Teo:

Entre los muchos estrenos de esta última temporada estadounidense, hay tres series que han escogido el mismo denominador común desde donde comenzar a desarrollar las premisas de sus tramas. “Blue bloods” de la CBS, “Hawai 5-0” del mismo canal, y “Detroit 187” de la ABC, son las nuevas apuestas de dichas cadenas, con las que pretenden una vez más atrapar a un sin fin de nuevos espectadores, utilizando como base argumental el siempre manido género de los policías y sus casos autoconclusivos. De momento, y vistos los primeros resultados de audiencia, parece que no les ha ido nada mal a ninguna de ellas. Pero, vayamos un poco más allá de los simples números, y veamos que tienen que ofrecernos aparte de asesinatos, balas, y  más tipos duros.

Blue bloods

Por lo que se ha podido ver en estos primeros cuarenta minutos de “Blue bloods”, parece que ésta nos tiene preparado una muy estudiada mezcla de géneros. Por un lado tenemos un drama familiar sobre los miembros de una extensa familia de agentes de la ley que no terminan de llevarse bien. Por otro, una pizca de misterio serializado, a través de lo que parece ser una trama de corrupción policial instalada en la cúpula de la policía de Nueva York. Y, entre medias, varios casos autoconclusivos, de los de toda la vida, para que no nos liemos demasiado si nos hemos dejado atrás algún que otro episodio por el camino. Para ello, y en su mayoría con buen acierto, cuenta con varias caras conocidas, entre las que habría que destacar por encima del resto la de un Tom Selleck que vuelve a la pequeña pantalla con lo que puede llegar a ser otro gran personaje en su extensa carrera. Su sola presencia y su imperturbable majestuosidad ya es motivo suficiente para echarle un buen vistazo a una serie, que por otro lado poco más que esto nos ha llegado a ofrecer hasta el momento.

A parte de las contadas apariciones de Selleck, y unos primeros minutos donde la ciudad de Nueva York se convierte en la protagonista absoluta de la serie, poco más hay que rascarle a este primer episodio. Un guión apañado pero sin chispa, una presentación de personajes efectiva, pero poco imaginativa, y un primer caso con secuestro incluido, de los de manual, no son suficiente reclamo como para pensar en engancharse a un proyecto que sin duda podría haber dado mucho más de sí, si hubiera querido. Por el contrario, y poniéndonos en el mejor de los casos, si “Blue bloods” logra hallar un buen equilibrio entre sus diferentes géneros y estructuras, y deja que sus personajes amplíen su abanico de matices y situaciones, tal vez logre encontrar una identidad propia que la haga merecedora de un seguimiento mayor por nuestra parte. Por si acaso estaremos pendientes de ello.

Hawai 5-0

Remake de una antigua y exitosa serie que abarcó las décadas de los 70 y los 80, “Hawai 5-0” regresa a la pequeña pantalla para ofrecernos en esta ocasión una autentica montaña rusa de situaciones límite. Acción desbordante, adrenalina en estado puro, y varias caras conocidas de otras series de éxito, como son las de los actores: Daniel Dae Kim de “Perdidos”, o Grace Park de “Galáctica”, forman la columna vertebral de un sólido producto que sabe muy bien hacia qué tipo de público va dirigido. Prueba de ello es el saber utilizar a la perfección el marco incomparable que brinda una isla como Hawai, cuyos bellos paisajes, y estupendo clima tropical proporcionará seguro a sus atractivos protagonistas multitud de situaciones ideales para lucir sus estupendos y muy trabajados palmitos.

En cuanto al piloto propiamente dicho, sin ser nada extraordinario, sí logra mantener toda nuestra atención sin apenas desfallecer en ningún momento. Escenas de acción potentes, coreografiadas con la suficiente sofisticación como para no resultar mil veces vistas, empujan una historia de reencuentros y venganzas, que no por su excesiva simpleza deja de ser ni mucho menos entretenida. Y es que, aunque apenas se note a primera vista, siempre está implícita la sólida mano de dos de sus productores más ilustres; Alex Kurtzman y Roberto Orci (creadores también de la serie “Fringe”). Su presencia se nota especialmente en ciertos detalles de la trama, que son finalmente los que marcan la diferencia entre un producto de los de siempre, vacío y superficial, y otro de esos con el suficiente potencial como para llegar a ser en un futuro un buen entretenimiento de calidad. Sin embargo a pesar de todo lo dicho, “Hawai 5-0” no es (de momento) una ficción que me atraiga demasiado. Sin llegar a aburrirme, que nunca fue el caso, tampoco he visto en ella nada especial que me haga prestarle más atención de la que ya la he dedicado. Aún así la tendré en el punto de mira por si la cosa se vuelve más interesante.

Detroit 187

“Detroit 187” es un drama policial lo suficientemente crudo como para parecer realista, pero en ningún caso tan perturbador como para perder nunca esa accesibilidad que le una al telespectador medio americano. Esto lo consigue gracias a una cámara en mano imprecisa, pero muy estudiada y nada molesta. Una historia dura pero nunca lo demasiado intensa como para sobrecargar. Y sobre todo a una fotografía de la ciudad de Detroit, cuyos tintes grises y amargos, no hacen más que acentuar ese estilo semidocumental tan característico de otras series de referencia, como puedan ser las ya míticas “The Shield” o “The Wire”, en cuyo espejo sin duda pretende mirarse ésta. Ahora bien, tratándose de una Network, y contando con que su contenido nunca podrá igualarse en contundencia a ninguna otra serie de cable, es obvio que su juego siempre acabará siendo mucho menos trascendental.

Partiendo de esta base, y contando con todo esto, he de decir que el piloto de “Detroit 187” me ha gustado bastante. Quizá sea porque su personaje principal está interpretado por un Michael Imperioli (Moltisanti en “Los Soprano”) cuya decadente presencia, e imponente carisma, siempre me resultaron de lo más arrebatador. O tal vez sea porque el resto de personajes huelan a carne quemada en una ciudad sucia y llena de desesperación de esas que tanto me gustan. También puede que tenga que ver con que su primer caso de asesinato sea directo, sencillo y sin artificios. O simplemente se debió a que ese día tenía una buena conexión seriéfila y todo encajó a la perfección. Sea como fuere, “Detroit 187” deja poso, y eso a la larga es lo único que prevalece. Ahora  sólo falta que todas esas buenas sensaciones iniciales se trasformen en una correcta y muy sólida nueva serie policiaca. Pronto lo sabremos.

Watanabe