Cine en serie: "Colin de cuentas", humor ácido y romanticismo contemporáneo alejado de tópicos

Querido Teo:

Basta tratar de imaginar que circunstancias pueden provocar que a un perro se le ponga de nombre Colin de cuentas, o Colin de contabilidad, para deducir que ésta es una serie con humor. Yo no os revelaré la circunstancia concreta, pero la combinación de humor con romanticismo ha convertido esta serie en uno de los mayores éxitos de los últimos años en Australia. Divertida, muy divertida y razonablemente tierna. Sin provocar diabetes emocional.

Por si no fuera suficiente, cada uno de sus ocho capítulos es de unos treinta minutos, con lo que activa el deseo del siguiente. Él tiene 40 años, soltero, dueño de una cervecera artesanal, junto a un socio y una socia, que aportan la acidez y el cinismo que rebaja cualquier glucosa.

Ella va a cumplir 30 y es estudiante de Medicina. También soltera, aunque sabiendo dos cosas: no le importaría dejar de serlo y fácil no va a ser. Es graciosa y fresca, más de lo aceptable por lo que parece, diría ella misma.

Basta con ver los primeros tres minutos, y asistir a la manera en que se conocen él y ella, para decidir seguir viendo. Revoluciona totalmente el concepto de ceder el paso. Seremos muchos los que desearíamos que, tras ponerse de moda en Australia, el sistema se exportase al resto del mundo. Pido disculpas por ser tan críptico. Lo agradeceréis.

Ashley y Gordon son raros en apariencia, agua y aceite sobre el papel. Un planteamiento muy poco original desde "La fierecilla domada", pero también por tanto el ejercicio más difícil para cualquier guionista. La unanimidad de la crítica sobre la inteligencia de esta serie prueba que el ejercicio les ha salido muy bien.

El ritmo roza a veces lo trepidante, pero gozando también de buenas secuencias relajadas, por lo general de no dar crédito y llegar a la carcajada. La primera noche, la madre de él y los padres de ella, la fiesta del 30º cumpleaños, la tensión sexual.... permiten identificarse, aunque sea parcialmente, en muchos momentos.

Vista toda la serie, conforta saber que se estrenó en Australia en 2022 y que, por tanto, la segunda temporada no tardará en caer. ¿Y que hay del perro? Pues ahí anda, rodando entre él y ella.... literalmente rodando.

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Carlos López-Tapia