Shanghai en manos del comisario Chen Cao: La calle Nanjing

Querido diario:

Shanghai ha ocupado el lugar que durante el siglo pasado ocupó Los Ángeles, como la ciudad con el desarrollo más rápido del mundo. La película de esta ciudad se encuentra en la serie de libros del comisario Chen Cao, pero es una película que tardará mucho en rodarse. Qiu Xiaolong es el creador de la historia, un escritor chino refugiado político en Estados Unidos, donde se encontraba estudiando  literatura americana cuando se cometieron los crímenes de la plaza de Tiananmen.

Queremos ilustrar  los espacios y lugares que se recorren en estos libros, por donde se mueve este inspector poeta de treintaytantos que lucha contra la corrupción económica unida al descontrol del capitalismo. Una de las consignas más populares de los años setenta en China era un juego de palabras basado en la pronunciación: xiang qian kan, que significaba: "Mirad hacia el futuro". Tal y como dice el propio Chen, en los noventa, cuando comienzan sus historias, la consigna era muy parecida, con el carácter qian escrito de manera diferente, para dar como resultado: "Mirad el dinero”. Shanghai es la ciudad más grande de China, por encima  de Pekín o Hong Kong. Fue una de las ciudades que tuvo mayor relación comercial con Europa hasta que llegó el régimen comunista y la relegó anteponiendo a Hong Kong y congelando la ciudad durante 40 años. Aún se puede observar el viejo Shanghai repartido por sus calles y fachadas. Xiaolong sorprendió a los aficionados con su primer libro, "Muerte de una heroína roja", no tanto por las tramas, sino por su capacidad para hacernos ver la vida en las calles, el interior de las casas, las cocinas, los mercados y las costumbres mezcladas de los que creían en el socialismo y los conversos al capitalismo; más una ración muy saludable sobre  la corrupción oficial y sus líderes.

Esta historia comienza con la aparición de un cadáver en un canal. Se trata de una joven etiquetada por el partido maoista como una heroína del pueblo, que trabajaba en los almacenes más lujosos y conocidos de la calle más importante de Shanghai. Todo visitante ha pasado por esa calle, que hoy es la vía comercial más visitada del planeta, superando a la Quinta Avenida de Nueva York.

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