Venecia 2010: Abucheos para “Miral” de Schnabel, la frialdad de la adaptación de “Tokio Blues” y costumbrismo italiano bordeando la locura

Querido Teo:

Era una de las películas más esperadas de esta edición y ha sido el primer gran abucheo. Julian Schnabel, el que puso a Bardem en la órbita de los Oscar por primera vez y el que consiguió una nominación al Oscar por la arriesgada y onírica “La escafandra y la mariposa”, ha presentado “Miral”. Cinta que, hay que decirlo, ha ido pegando tumbos después de que se descartara para el pasado Cannes. La historia transcurre a través de los ojos de Miral, una joven palestina que descubre el mundo y la realidad que la envuelve a finales de los 80 y a la que acompañamos hasta la firma de los acuerdos de Oslo. La película, basada en libro de la periodista y escritora palestina Rula Jebreal, y que a su vez es la guionista de la película, narra la historia de Hind Husseini, una mujer palestina que abrió un orfanato en Jerusalén tras la guerra entre árabes e israelíes en 1948 con la que se produjo la creación del estado de Israel. La película ha sido acusada de ser demasiado facilona por tratar un tema ya contado muchas veces en el cine y no decantarse ni por su vertiente dramática ni por la política. A pesar de ello, el realizador se defiende: "Cualquier manifestación artística es política. No veo un cuadro solo para divertirme de la misma manera que no hago mis películas solo para entretener". Los abucheos han venido por su escaso riesgo y por pretender ser didáctica sin tener claro que pretende contar y abusando de una estética que roza el telefilm y que se antoja demasiado torpe. Todo es una presunta oda al entendimiento entre palestinos e israelíes en la que ambos bandos acaban estereotipados hasta extremos vergonzosos, Una pena teniendo en cuenta que por allí andan actores como Freida Pinto, Hiam Abbas, Vanessa Redgrave y Willem Dafoe.

Se ha visto también la adaptación del bestseller de Haruki Murakami llamado “Tokio blues”. La frialdad ha sido la nota preponderante en sus pases. “Norwegian wood”, dirigida por el realizador de “El olor de la papaya verde”, apuesta por un tono evocador y lirista que no ha terminado de conmover como a la mayoría de los lectores de la obra original. En el reparto destaca Rinko Kikuchi, la japonesa de “Babel”, y a pesar del ambiente que logra los personajes quedan descontextualizados dentro de ese fresco tan ambicioso y que tanta gente se ha imaginado en su mente tras leer la novela. Como ha confesado el director, ha sido muy difícil llevar al cine la intimidad y las emociones que plantea Murakami en un lenguaje cinematográfico. No ha funcionado el cambio de formato en este retrato de unos jóvenes en el Japón de los años sesenta que evolucionan interiormente en esos años.

“La pecora nera” es la primera propuesta italiana y su humor localista sólo ha convencido a los lugareños. Normal porque es un cansino retrato del propio director Ascanio Celestini sobre su vida en un manicomio y la psicología de la mente desde que perdiera el norte cuando era un niño. "En los manicomios no hay belleza, pero sí una especie de consuelo. Es una institución maternal en la que el hombre pierde la responsabilidad y se siente libre. Pero al mismo tiempo, es terrible ver a un adulto reducido a la categoría de recién nacido". Una película más costumbrista que dramática que no se sabe en que género enmarcarla y en la que se abusa de la omnipresencia de su director y protagonista en un cansino ejercicio.

Desde luego Natalie Portman ha sido la estrella del comienzo del Festival. Tanto por su interpretación como por ser la única estrella potable de las que han paseado hasta el momento. Todo después de que muchos anden cabreados por la no presencia de gente como George Clooney o Clint Eastwood que no presentarán en el lido sus nuevos trabajos personalmente. Aquí la tenemos con Aronofsky y Casell.

Por supuesto, mucho mejor que el numerito de Danny Trejo.

Nacho Gonzalo (Coronado)