Broken

Cine en serie: “Broken”, diatribas morales

Cine en serie: “Broken”, diatribas morales

Querido Teo:

“Broken” ha sido una de las series revelación que ha dado esta pasada temporada la televisión británica. En una época en la que los escándalos de la Iglesia Católica inundan los papeles, se reclaman en pantalla versiones desmitificadoras más allá de la sobria pomposidad de antaño. Si “The young Pope” sorprendía con un Sorrentino que no dudaba en inmolar (metafóricamente con un meteorito en forma de modernismo conservador por muy paradójico que eso sea) el mismísimo Vaticano con la elección del primer Papa usamericano, “Broken” presenta a un sacerdote con problemas terrenales y mundanos en los que la violencia, el alcoholismo o un trauma del pasado marcan su personalidad, sus actuaciones y sus dudas. Ya la serie de Sorrentino ahondaba en un portentoso capítulo desarrollado casi por entero en Nueva York (1x09) en un caso de abuso infantil protagonizado durante años por el arzobispo de la ciudad, y ocultado por su figura y casi incontestable poder hacia unos fieles que bastantes problemas tienen en su vida para ponerse en contra de la representación de Dios, muy de actualidad ahora por lo destapado en las últimas fechas en la diócesis de Pennsylvania. “Broken” se aleja de una de las miserias guardadas bajo la alfombra de la institución pero sí que presenta a un pastor de nuestro tiempo, tan necesitado de ayuda como sus feligreses, y comprometido con los problemas de un barrio obrero cualquiera en el que lo difícil es llegar a fin de mes.