"Bon voyage, Marie"
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El argumento: Marie, de 80 años, está harta de su enfermedad. Ella tiene un plan: ir a Suiza para solicitar la eutanasia y terminar con su vida. Pero cuando llega el momento de contárselo a Bruno, su irresponsable hijo, y a su nieta Anna, que está atravesando una crisis adolescente, entra en pánico e inventa una gran mentira. Fingiendo tener una misteriosa herencia que cobrar en un banco suizo, propone que hagan un viaje juntos. Un cómplice involuntario de esta farsa, Rudy, un sirviente doméstico conocido el día anterior, tomará el volante de la vieja autocaravana familiar y guiará a la familia en un viaje imprevisible.
Conviene ver: “Bon voyage, Marie” es una “road movie” de autodescubrimiento mientras se lleva a cabo el último viaje; el de una anciana de 80 años, diagnosticada de un cáncer terminal, dispuesta a terminar con su vida y que se desplaza hacia Suiza en una desvencijada autocaravana junto a su hijo irresponsable ahogado por las deudas, su nieta caustica en plena fase adolescente y un asistente social cómplice, todos ellos con sus problemas e inseguridades a cuestas, que contribuyen al propósito y son víctimas del enredo de la mujer (sólo el asistente conoce el verdadero propósito del viaje a pesar de que en principio su labor es cuidarla y darle ganas de vivir) que les engaña fingiendo que el motivo del mismo ha sido la llamada del notario que le ha informado que le corresponde cobrar una misteriosa herencia correspondiente al abuelo y que se encuentra depositada en un banco suizo. Todo ello con el fin de no decirles la verdad hasta que no llegue al momento para que ni se lo impidan ni puedan hacer replanteárselo. Una farsa irregular pero también sencilla y entrañable gracias sobre todo a un guión efectivo y amable y al trabajo de un cuarteto de actores encabezado por Hélène Vincent y Pierre Lottin que, curiosamente, parecen recordar a sus personajes de “Cuando cae el otoño” (2024) de François Ozon aunque, en esta ocasión, abordando un matiz más entrañable y menos complejo. Comedia entrañable con claras influencias de "Pequeña Miss Sunshine" (2006) y "The farewell" (2019) sobre una familia disfuncional ante la llegada del momento final y de la que se echa en falta algo más de reflexión ante un tema tan importante, como es una sociedad que prolonga el dolor y las agonías de manera medicalizada apoyada en el egoísmo familiar de no querer dejar de ir al que está sufriendo, y de contundencia a nivel cinematográfico, su ligereza le acaba restando trascendencia, dando la impresión que se queda en lo superficial para una cinta que, en otras manos, se le podría haber extraído más de lo que reside en todo su potencial a pesar del tono amable de la historia y de la química que es capaz de establecer el entrañable cuarteto de personajes protagonista en un canto sobre cómo vivir pero también decidir cómo y cuándo morir.
Conviene saber: La cinta está dirigida y coescrita por Enya Baroux.
La crítica le da un SEIS












