"Mary Poppins", prácticamente perfecta en todo
Querido Teo:
Walt Disney escuchó por primera vez el nombre de Mary Poppins de sus hijas pequeñas. Ellas fueron las que le enseñaron las historias sobre esta niñera mágica británica y éste les prometió que algún día haría una película sobre ella. Lo que nunca pensó es la odisea que tendría que pasar para conseguir los derechos para llevarla a la pantalla grande. Más de 60 años después de su estreno, siendo para Walt Disney su último gran éxito en vida, "Mary Poppins" (1964) es una obra maestra imperecedera que ha trascendido, entretenido y emocionado a diversas generaciones y, a buen seguro, bien sea por sus carismáticos personajes, sus inolvidables canciones o por todas las sensaciones que genera durante su visionado, lo seguirá haciendo.
Una vez superado el escollo más difícil, los derechos por parte de la escritora P.L. Travers, el gran reto de Disney fue conseguir a la actriz perfecta que estuviera a la altura de un personaje como Mary Poppins. Inicialmente pensaron en las actrices Mary Martin, Bette Davis, e incluso Angela Lansbury, pero ninguna les convenció tanto como Julie Andrews. La joven actriz británica actuaba en la obra “Camelot” en Broadway cuando le ofrecieron el papel.
Andrews no tenía experiencia en cine aunque sí bastante experiencia en teatro donde había protagonizado musicales importantes como “My fair lady” tanto en el West End londinense como en Broadway. Ella no aceptó de primeras porque quería ser Eliza Doolittle en la versión cinematográfica de “My fair lady” que se estaba preparando. Jack Warner, el presidente de la Warner Bros., prefirió una actriz mucho más conocida como Audrey Hepburn para ese papel y el movimiento (no sin la inicial decepción de Andrews) terminaría con la actriz perfecta para ser la niñera voladora.
Sólo faltaba la aprobación de la autora, la cual afirmó que incluso Julie Andrews tenía la nariz perfecta para ello, y el tiempo dio a todos la razón, no sólo con un personaje icónico asociado siempre a la actriz, sino con el Oscar a la mejor actriz en la gala precisamente en la que “My fair lady” salió como ganadora de la noche y Audrey Hepburn ni siquiera fue nominada.
Nacho Gonzalo














