Querido diario:
La película
"Una pareja de tres" se basa en el libro “Marley y yo” del periodista usamericano John Grogan, columnista popular que decidió contar sus aventuras de pareja con perro, aunque también aprovecha para recoger una panorámica de la vida norteamericana a lo largo de esos años, pues su posición de columnista periodístico le permitió conocer de primera mano buena parte de la realidad cotidiana de Florida. Revela, por ejemplo, la creciente desaparición de sus zonas naturales a manos de la especulación inmobiliaria, o sus flagrantes contrastes sociológicos, con áreas de seguridad conflictiva y otras llenas de dispositivos de seguridad, como la sofisticada Boca Ratón, en cuyo elegante vecindario lleno de "miniperros" de lujo Marley irrumpe como un auténtico vendaval.
La historia acaba de reeditarse para aprovechar el tirón del estreno y es una historia sencilla, fácil de leer y que te identificará rápidamente si tienes perro, aunque por tu bien espero que no sea como este labrador. Basta como ejemplo la nota que le dejan sus dueños a una amiga que ha de quedarse con él….
“ALIMENTOS: Marley come tres veces al día, una dosis de dos tazas cada vez. La taza de medir las dosis está dentro de la bolsa. Por favor, dale de comer por la mañana, cuando te levantes, y por la noche, cuando regreses del trabajo. Los vecinos se encargarán de darle la comida del mediodía. Marley come un total de seis tazas de su alimento al día, pero si te parece que se ha quedado con hambre, dale una taza extra.
Como sabes, toda esa comida tiene que ir a parar a algún lado. Véase PATRULLA DE CACAS más adelante.
VITAMINAS: Todas las mañanas damos a Marley una tableta de vitamina PetTab. La mejor forma de hacerlo es tirarla al suelo y simular que no debe comérsela. Si cree que está prohibido comerla, se la zampará sin problemas. Si por alguna razón, el procedimiento no funciona, puedes ponérsela dentro de una galleta, disfrazándola.
AGUA: Cuando hace calor, es importante que tenga mucha agua fresca a mano. Nosotros le cambiamos el agua que hay junto a su bol de comida una vez al día y si bebe mucha, le agregamos lo que haga falta. Precaución: a Marley le gusta meter el hocico en el agua y jugar al submarino, con lo cual lo salpica todo. También su papada contiene una cantidad asombrosa de agua, que él empieza a esparcir en cuanto se aparta del bol del agua. Si lo dejas, se limpiará la boca en tu ropa o en los sillones. Una cosa más: Por lo general, cuando acaba de beber mucha agua se sacude, por lo que su saliva va a parar a las paredes, las pantallas de las lámparas, etc. Nosotros tratamos de limpiarlo todo antes de que se seque, ya que después es casi imposible quitarlo.
PULGAS Y GARRAPATAS: si notas que tiene alguna de estas cosas, puedes combatirlas con el aerosol que dejamos para el efecto. También dejamos un insecticida que se puede echar en las alfombras, etc., si crees que hay algún problema en ese sentido. Las pulgas son pequeñas y rápidas, y difíciles de coger, pero hemos descubierto que rara vez muerden a los humanos, así que no creo que debas preocuparte. Las garrapatas son más grandes y lentas y a veces le encontramos alguna a Marley. Si le ves alguna, y no sientes asco, cógela y aplástala en un trozo de papel (quizá tengas que usar las uñas, pues son increíblemente duras) o échala en el fregadero o en la traza del baño (la mejor opción si es que está hinchada de sangre).
Es probable que hayas leído que las garrapatas causan la enfermedad de Lyme en los seres humanos y toda una serie de problemas de salud, pero varios veterinarios me han asegurado que aquí en Florida son muy pocas las posibilidades de coger la enfermedad de Lyme. Para asegurarte mejor, lávate bien las manos después de tocar una garrapata. La mejor forma de quitarle una a Marley es darle un juguete que pueda ponerse en la boca, así está ocupado, y luego cogerle con una mano el trocito de piel donde tiene la garrapata y usar la otra como una pinza para extraérsela. Y hablando de eso..., si Marley empieza a oler mal, puedes darle un baño en la pequeña piscina que hay en el jardín de atrás (exclusivamente para tal fin), pero ponte el traje de baño. ¡Te mojarás!.
OREJAS: Las orejas de Marley tienden a llenársele de cera y, si no se las limpia, pueden producirle infecciones. Durante nuestra ausencia, quítale una o dos veces toda la cera que puedas utilizando una bola de algodón y la solución azul para limpiar orejas. El procedimiento es bastante sucio, así será mejor que te pongas ropa vieja cuando lo apliques.
PASEOS: Si Marley no sale a dar su paseo por la mañana, tiende a portarse bastante mal en el garaje. Por tu propio bien, quizá quieras sacarlo a pasear también antes de acostarte. Para sacarlo a pasear ponle el collar estrangulador, pero nunca se lo dejes puesto cuando no estés con él. Podría asfixiarse, y conociendo a Marley como lo conozco, seguro que se asfixia.
ÓRDENES BÁSICAS: Sacarlo a pasear es mucho más fácil si logras que vaya junto a tus pies. Siempre comienza con él sentado a tu izquierda y luego dándole la orden: «¡Marley, quieto!, tras lo cual debes echar a andar con el pie izquierdo. Si trata de lanzarse hacia delante, dale un tirón seco a la correa. Por lo general, eso funciona (¡Ha asistido a una escuela de adiestramiento!). Si no tiene puesta la correa, suele obedecer con facilidad a la orden de «¡Marley, ven!». Nota: Será mejor que estés de pie, y no en cuclillas, cuando lo llames.
TORMENTAS: Marley tiende a asustarse un poco cuando hay tormentas o incluso cuando llueve ligeramente. Los sedantes (las píldoras amarillas) están en el armario, junto a las vitaminas. Será suficiente darle una píldora cada treinta minutos antes de que se desate la tormenta (te convertirás en meteoróloga en un abrir y cerrar de ojos). Lo que requiere de cierto arte es hacerle tragar las píldoras a Marley. No las tomará tal como toma las vitaminas, aunque las tires al suelo y simules que no debe tocarlas. La mejor técnica consiste en ponerte a horcajadas sobre él y abrirle las fauces con una mano y, con la otra, ponerle la píldora en la boca, a la mayor profundidad posible. Es necesario ponérsela donde ya no pueda recuperarla, de lo contrario la escupirá. Luego acaríciale la garganta, hasta que la haya tragado. Es obvio que después querrás limpiarlo todo.
CONTROL DE CACAS: Bajo el árbol de mangos tengo una pala que utilizo para recoger las cacas de Marley. Recógelas todas las veces que quieras, o no las recojas. Todo depende de cuánto quieras usar el jardín. ¡No dejes de mirar por dónde vas!
PROHIBICIONES: No dejamos que Marley: se suba a los muebles, muerda muebles, zapatos, cojines, etc, beba agua de la taza del baño. (Es mejor tener la tapa bajada todo el tiempo, aunque debo advertirte que ha descubierto cómo levantarla con la nariz), cave en el jardín o arranque plantas y flores de raíz. Suele hacerlo cuando cree que no se le presta suficiente atención, hurgue en los cubos de la basura (tal vez tengas que ponerlo sobre la encimera de la cocina), se abalance sobre la gente, huela braguetas o tenga una conducta social inaceptable. En especial, hemos intentado curarlo de su hábito de morder brazos, acto que, como supondrás, mucha gente no aprecia. Pero aún tiene mucho que aprender. Si quieres, dale una palmada en el culo y grítale «¡No!», con firmeza, pida comida cuando nosotros estamos comiendo, empuje la mosquitera de las puertas y del porche. (Verás que hemos tenido que cambiarla de varios lugares.)”.