Cannes 2023: Una rueda festivalera entre la vanidad, la atracción, el conservadurismo y la polémica
Querido Teo:
Como al manjar de rica miel se acercan las abejas festivaleras. El Festival de Cannes abre sus puertas en la 76ª edición poniéndose de tiros largos en lo que supone la vuelta (de más de uno) a la rutina de Cannes tras cuatro años realmente azarosos. La estela de Cannes siempre ha estado ahí a pesar de que sea un lugar poco dado al acogimiento y a tratar bien a sus asistentes entre colas, inanición y unos cambios de tiempo que son todo un reto para cualquier sistema inmunológico. Durante este tiempo hubo una edición cancelada (2020) para lloros de más de un acreditado que sentía más un año sin Cannes que lo que estábamos viviendo en el mundo, otra en verano (2021) que marcó un hito con el rompedor triunfo de “Titane” y de una directora y la más reciente (2022) que encumbró a Ruben Östlund con una segunda Palma de Oro. Precisamente el director sueco (del que Thierry Frémaux ha remarcado más de una vez que no era la primera opción) es el que encabeza un Jurado cuya intención era desde la organización que hubiera sido presidido por una mujer.
Cannes siempre está en los papeles por su conservadurismo (no sólo por su eterno enfrentamiento con lo que representa Netflix) sino también por el hecho de querer seguir conservando el tarro de las esencias. Es por ello que se vuelven a dar cita en la ciudad auténticos abonados al certamen tal es el caso de Ken Loach (15), Wim Wenders (10), Nanni Moretti (9), Marco Bellocchio (8), Hirokazu Kore-eda (7) o Nuri Bilge Ceylan (7). Ello ya deja poco espacio de por sí a nuevas voces a pesar de un relevo generacional que por razones obvias va llamando a la puerta y en el que las directoras van a tener mucho que decir. A pesar de que se siga tildando al certamen de “señoro” hay que quitarse coletillas trasnochadas porque por primera vez hay siete directoras compitiendo por la Palma de Oro.
España juega un papel más simbólico que práctico este año aunque sea una gran noticia que una industria que no ha sabido meterse del todo en el radar de Cannes sea la protagonista como país de honor del Marché du Film, punto neurálgico de actividad industrial que se celebra paralelamente al certamen desde 1959. En el pabellón de España estarán representadas 48 empresas españolas presentándose 830 proyectos aunque ello no va a la par con el hecho de una cosecha española que no está presente en la competición por la Palma de Oro a pesar de que en diferentes secciones se vean los nuevos trabajos de Víctor Erice (“Cerrar los ojos”), Pedro Almodóvar (“Extraña forma de vida”), Pablo Berger (“Robot dreams”) o Elena Martín (“Creatura”).
Mientras unos y otros van llegando en un viaje tan quimérico como ilusionante los “first world problems” siguen siendo protagonistas para la prensa acreditada que sabe que verá algunas de las mejores películas del año pero que también verá diezmada su condición física. Es el precio que hay que pagar. Empezando por esos madrugones diarios en los que a las 07:00h de la mañana se produce una conexión masiva porque es cuando se abre “la billetterie”, el lugar en el que (con cuatro días de antelación) la prensa se tira al degüello para reservar las entradas día a día aunque ello no evitará que se tengan que soportar las interminables colas de Cannes.
Por supuesto cada mañana (y según por barrios) caídas de servidor, proyecciones que al minuto están al completo y solapamiento de pases como dificultades para encajar un rompecabezas en el que uno nunca va a tener la seguridad de que películas va a ver realmente. Ojo al sábado 20 y a las tortas por conseguir entradas para "Los asesinos de la luna" de Martin Scorsese que, al no competir en sección oficial, sólo tiene disponible un pase para prensa del que muchos quedarán fuera a pesar de la peregrinación por ver una película evento.
Todo puede pasar con un Jurado capitaneado por Ruben Östlund que ha declarado en rueda de prensa que busca evitar el consenso, lo que pensábamos que era lo que sustentaba la decisión de un Jurado. No sabemos si eso significa que habrá decretazo con puñetazo en la mesa a cargo de su ego o si se premiará a la película más rara y bizarra sólo por el hecho de serlo. Sería interesante saber las conversaciones que mantendrá con nombres como Julia Ducournau, Paul Dano, Brie Larson o Dénis Menochet.
Catherine Deneuve es el emblema de esta edición, la cual se ha llevado sendos premios honoríficos del certamen en 2005 y 2008, estando su aura y esencia muy presente como protagonista del cartel de Cannes 2023. La foto en la que se centra el póster fue tomada por Jack Garofalo, fotógrafo de la revista Paris Match durante el rodaje de “El amor es un extraño juego” (1968) de Alain Cavalier en la playa de Pampelonne de Saint-Tropez.
Michael Douglas es también protagonista de la apertura de Cannes recibiendo una Palma de Oro honorífica en reconocimiento a cinco décadas de brillante trayectoria destacándose también su "compromiso" con el sector habiendo pasado por Cannes de manera recurrente desde "El síndrome de China" en 1979 a "Behind the Candelabra" en 2013. "Este festival nos recuerda lo positivo, subraya nuestros puntos en común, muestra que el cine puede superar las fronteras y unir a los seres humanos", ha señalado un Douglas que ha bromeado con el hecho de tener los mismos años que el Festival de Cannes (76) y ha recordado una larga y provechosa carrera destacando el carácter humano de la profesión, con sus dudas y miedos, incluso para grandes de la profesión como su padre y algunos de sus contemporáneos. Junto al homenaje se ha proyectado el documental "The prodigal son" de Amine Mestari sobre la relación entre Michael Douglas y Kirk Douglas.
Nacho Gonzalo