Cine en serie: “Black-ish”, muy lejos del barrio

Querido Teo:

Esta no es la primera vez que vemos una comedia acerca de una familia afroamericana en un ambiente típicamente frecuentado por personas de raza blanca. Lo vimos en “La hora de Bill Cosby” y más recientemente en “El príncipe de Bel-Air”. Ahora tenemos una nueva oportunidad de ver las curiosas estrategias de un padre de familia acomodada para que sus hijos no olviden sus raíces.

Andre (Anthony Anderson) trabaja en una firma publicitaria y acaba de recibir un importante ascenso. Su mujer, Rainbow (Tracee Ellis Ross), es anestesista en el hospital local. Su éxito les ha permitido vivir en un barrio residencial con sus cuatro hijos y el padre de Andre, Pops (Laurence Fishburne). ¿La pega? Que Andre empieza a pensar que sus hijos están empezando a perder contacto con las raíces de “su gente”.

Con esta premisa arranca la nueva comedia de la cadena ABC, que se enfrenta al problema de la raza desde un punto de vista optimista, que puede que las nuevas generaciones lo tengan todo mucho más fácil que sus padres, y que el color de piel no sea para ellos un factor importante. Para Andre, que viene de una familia humilde y de un barrio muy distinto al que han elegido para criar a sus hijos, supone el preguntarse si sus hijos son culturalmente negros auténticos o sólo “black-ish”.

La serie, sin llegar a caer en la caricatura, aprovecha todos los estereotipos imaginables para situar a Andre en situaciones ridículas mientras intenta “educar” a sus hijos en la cultura afroamericana. Ya sea la manera correcta de saludar a otros afroamericanos, aunque no les conozca, o cómo reaccionar ante las mujeres con, digamos, una anatomía generosa. Andre intentará también ampliar el círculo de amigos negros de su hijo, aunque terminará descubriendo que ya forma parte de su propio “grupo étnico”, el de los frikis.

De momento las críticas son positivas y la verdad es que la serie tiene su gracia, aunque me uno a los que piensan que le hace falta definirse un poco más. Por ejemplo, cuentan con Laurence Fishburne pero su participación es escasa (aunque tiene algún momento muy divertido). También me preocupa un poco la velocidad a la que van quemando los tópicos acerca de los negros, ya que han tocado el tema del baloncesto, de que todos los negros se conocen, y del uso de la palabra “urbano” cuando en su trabajo se refieren a todo lo que tenga que ver con la cultura afroamericana.

He llegado a leer algunas comparaciones con “Modern family”, y aunque ambas tratan los temas de familia y celebran sus diferencias con la familia “normal” (si es que eso existe), no veo a “Black-ish” ganando un Emmy a menos que se centren un poco. De momento la serie es graciosa y un pasatiempo entretenido, ahora sólo nos queda esperar que la cadena siga confiando en la historia que quieren contar. De momento ya cuentan con el compromiso de una temporada completa, mientras que hace unos días ya hemos visto las primeras cancelaciones de la temporada.

Vídeo

Atentamente.
Profesor Falken