"Salvar el fuego"

«Te sobra mundo, pero te falta calle», es la mejor definición de Marina, y el último libro de Guillermo Arriaga consiste en darle a la protagonista toda la calle que puede ofrecer el México que vive en ellas y de ellas.

Título: "Salvar el fuego"

Autor: Guillermo Arriaga

Editorial: Alfaguara

El reto de Arriaga era convencernos de que una mujer que tiene todo lo que es importante en el mundo, salud, afectos, familia feliz, amigos fieles, trabajo creativo, riqueza material e intelectual, pueda deslizarse hasta ponerlo todo en peligro por un amor que cualquiera calificaría de loco.

José Cuauhtémoc, el otro personaje principal, es más complejo de definir, y si hacer creíble a Marina exige talento, llevar a un asesino deshumanizado a la altura necesaria, resulta todavía más meritorio.

La ralentización veraniega me ha dado el tiempo que hay que dedicarle a Arriaga para ser disfrutado a fondo. Noté cierta resistencia a aceptar la premisa esencial de "Salvar el fuego"; me resultaba difícil ver la carne y el hueso de una "típica" burguesa de la clase alta mexicana poniendo en peligro toda su vida. Tuve un par de momentos de duda de los que me sacó la impresionante manera que tiene Arriaga de manejar el español. Es un chorreo constante de términos y metáforas tan graciosas, chocantes y nuevas que en ocasiones me sentí en un parque de atracciones lingüístico donde las palabras se mueven a un ritmo endiablado, casando español e inglés, haciéndoles hijos que a menudo te detienen la lectura para saborearlos. Sientes el impulso de tomar algunas notas, pero hay tal profusión y riqueza que llevaría a copiar cerca de una cuarta parte del libro.

Hablamos del hombre que escribió las películas "Amores perros" (2000), "21 gramos" (2003) y "Babel" (2006), la trilogía de narrativa "no lineal" que reflexiona sobre el peso de la vida por encima de la muerte, cuyas secuencias parecen ordenadas tras vaciar todas las reservas de tequila de alguna bodega bien surtida, haciendo botar nuestra memoria, atrás, delante, al centro o al principio, hasta encajar la última pieza.

Marina es coreógrafa y bailarina en su propia escuela de danza, José "El Rubio" vive en una cárcel de la que no espera salir en muchos años. A su alrededor giran una docena de personajes habituados a un mundo de corrupción y de lealtades, de una moral más fácil de juzgar que de comprender.

Partiendo de la relación apenas concebible entre Marina y José, la acción se acelera hasta meternos en una trama de persecución donde ya hemos aceptado a los protagonistas como víctimas del mundo que les acoge y de sí mismos, que “obliga” a tener el libro a mano hasta terminarlo, atravesando en el camino imágenes de una crudeza y contundencia que no soy capaz de imaginar en una pantalla que no sea la mental de cada lector. Este es un privilegio de la literatura.

Carlos López-Tapia