San Sebastián 2023: El test romántico que une a Jessie Buckley y Riz Ahmed
Querido Teo:
"Esto va a doler" es la nueva película de Christos Nikou, el cual sorprendió en el circuito festivalero con su ópera prima, una deconstrucción de la identidad llamada "Apples" (2020). Su nuevo film nos lleva a un futuro distópico en el que las parejas pueden someterse a una prueba para ver si están realmente enamorados a través de la uña de ambos arrancada voluntariamente para ello con el fin de comprobar su compatibilidad.
"Esto va a doler" (Christos Nikou) // Sección Oficial
En "Esto va a doler" ya partimos de la base que toda película que tiene a Jessie Buckley como protagonista ya cuenta con una ventaja considerable al resto. Esto no es una opinión, es un hecho. Y más cuando la misma comienza con ella cantando Total eclipse of the heart. Fuera bromas, la nueva película del director griego Christos Nikou parte con un equipo técnico y artístico realmente espectacular. Entre ellos, están la ya mencionada Jessie Buckley ("La hija oscura", "Ellas hablan"), Riz Ahmed ("Sound of metal"), Jeremy Allen White ("The bear"), el director de fotografía Marcell Rév ("Euphoria") o el compositor Christopher Stracey ("Bailando por la vida"). Todo esto suele ser señal de que hay un mimo, un cuidado, un planteamiento por hacer algo realmente formidable y en condiciones. ¿Es el caso?
¡Realmente sí! Debido a que creo que me encuentro en una minoría ante una película en la que su mayoría se ha rendido ante ella, por lo que el que escribe estas líneas se encuentra en cierto entredicho al que no se le debería tomar como la verdad absoluta, pero sí como una percepción y experiencia sincera; y cada cual que juzgue como prefiera. Esta película es una sátira que busca una reflexión sobre cómo el amor es algo inentendible, incontrolable, un sentimiento que a veces surge, que a veces se trabaja, o que a veces no se puede objetivar. A partir de ello construye una empresa donde, a partir de arrancarte una uña a ti y a tu pareja, te determina el porcentaje de amor que existe en la misma, haciendo del amor algo palpable, algo abierto al control y lógica, algo comprensible y racionable.
Nikou claramente quiere satirizar y romper con ello a partir de como el personaje de Jessie Buckley se empieza a enamorar del de Riz Ahmed, cuando realmente ella está comprometida y con un 100% de porcentaje de amor después de realizar el test con su pareja, el personaje de Jeremy Allen White. Mi problema nace cuando toda decisión narrativa y visual está medida, controlada, racionalmente planteada y dicha incluso a partir del diálogo. De esta manera rompe de cierta forma la forma y el fondo, notando cierta falta de homogeneidad y, por qué no decirlo, de pericia en la dirección, pudiendo ser al tratarse del segundo largometraje del realizador griego.
Hay algo que no termina de resultar, de hacer "click", que no deja que la dirección consiga que la espontaneidad de una emoción pueda conseguir que sea el espectador el que se emocione. Es cierto que juega siempre a ser una atmósfera fría, quizá debido a cierta referencia tonal a su compañero Yorgos Lanthimos, del que Nikou fue ayudante de dirección en "Canino" (2009). Hay una pausa, una perplejidad a la hora de construir las relaciones y de crear humor que recuerdan al cineasta griego, pero donde quizá la historia requería cierta convención o involucración emocional diferente.
Quizás para funcionar mejor dentro de lo que estaba contando o quizás para funcionarme mejor a mí, cosa que sería totalmente irrelevante debido a que la película es la que es. De igual manera, es un ejercicio profundamente interesante y que recomiendo encarecidamente ver y juzgar por sus propios criterios.
Iker González Urresti