"Sicario: El día del soldado"

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El argumento: La guerra contra los cárteles de la droga se ha intensificado en la frontera entre Estados Unidos y México a medida que han comenzado a traficar con terroristas. Para hacer frente a esta guerra, el agente federal Matt Graver vuelve formar equipo con el volátil Alejandro Gillick.

Conviene ver: En el 2015 el canadiense Denis Villeneuve se adentró con “Sicario” en la lucha contra el narcotráfico en la zona fronteriza entre los Estados Unidos y México en donde la justicia es una quimera. De aquel film destacaba especialmente el personaje de Alejandro Gillick, el enigmático consultor de esa fuerza especial de élite del gobierno encarnado por un excelente Benicio del Toro que pedía a gritos tener más material. En “Sicario: El día del soldado”, dirigida por el italiano Stefano Sollima, Alejandro recibe el encargo de secuestrar a la hija de un capo del narcotráfico y esa misión acaba adquiriendo matices personales. Esta secuela conserva gran parte del encanto oscuro de su predecesora, Sollima destaca como un portentoso narrador que golpea de manera contundente con algunas secuencias, pero no dejamos de tener la sensación de que su guionista Taylor Sheridan ha intentado “saltar el tiburón” ya que hay situaciones forzadamente exageradas. Aun así apuesta por el simbolismo del desierto y aquellos personajes que estaban al otro lado de la ley y del modo de vida al estar el foco de la primera puesto en la protagonista, no centrándose en el narcotráfico (a pesar de estar en la frontera) sino en el terrorismo islamista. Benicio del Toro vuelve a estar deslumbrante en la piel de un personaje que está hecho a su medida, estableciendo una gran relación llena de matices con el personaje de la joven Isabela Moner que pasa de su víctima a bien que proteger, y el mérito de la cinta es que haya sabido sostenerse a pesar de las bajas de Emily Blunt, Denis Villeneuve y Roger Deakins (y es que Dariusz Wolski se luce y sabe adaptar perfectamente el nervio y brutalidad que imprime Sollima a la historia). No es que la suspere pero ha sabido reinventarse y no desmerecer a la anterior permitiéndose incluso ser más libre, siendo más dura intensa y violenta a pesar de que intente limar (con poca fortuna) encontrar algún hilo de luz en forma de esperanza. Y es que, ante la mayor de las guerras, hay algo de humanidad aunque sea una químera encontrarla siendo eso al final lo que mueve al mundo.

Conviene saber: Stefano Sollima (responsable de “Suburra” y de la serie “Gomorra”) hereda la silla de director de Denis Villeneuve.

La crítica le da un SEIS