"Ciudadano Kane", el rodaje que cambió Hollywood

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Querido Teo:

"Mank" se ha convertido en la película del momento ante su estreno en salas y su próximo lanzamiento en Netflix el 4 de Diciembre. La cinta de David Fincher se ha convertido en una de las favoritas para el Oscar 2021 y en el regreso del director al cine seis años después. Lo hace no con una película sobre el rodaje de "Ciudadano Kane" sino más bien sobre el papel que jugó esa película en una industria marcada por el poder de los grandes Estudios, las consecuencias de la depresión económica, los juguetes rotos dejados por el sistema, las fake news y el miedo a que el comunismo campara a sus anchas en Hollywood. A través de la figura del guionista cínico y bañado de alcohol Herman J. Mankiewicz asistimos al contexto en el que fue creada uno de los grandes clásicos de la Historia del cine con una mente visionaria como responsable.

En 1937 Orson Welles fundó junto a John Houseman la compañía Mercury Theatre, donde coincidiría con Joseph Cotten y otros actores que también aparecerían posteriormente en las primeras películas de Welles. Tras interpretar varias obras teatrales, la compañía también participó en un programa de radio lo que dio lugar, en 1938, al primer gran éxito de Orson. La adaptación radiofónica de "La guerra de los mundos" de H. G. Wells en el día de Halloween, se convirtió en un gran acontecimiento, y debido al realismo de la representación, se dice que mucha gente llegó a creer que se estaba produciendo realmente una invasión marciana.

Debido al éxito del programa de radio, el presidente de los estudios de cine RKO ofreció a Welles el que se considera el mejor contrato para un director que aún no había debutado: un contrato con libertad artística completa para dos películas. En ese momento el joven Orson, no más que un veinteañero con muchas ínfulas y ego, era considerado “el chico de oro de la radio” y muchos veían tanto con expectación como con desdén su salto a Hollywood al ser considerado un intruso que no había trabajado nunca en el cine.

La primera de estas películas fue "Ciudadano Kane" (1941). Esa no era la intención inicial de Welles que quería haber llevado al cine “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad, uno de tantos proyectos que en su momento dejó en el tintero y que años atrás ya había adaptado para la radio. El reto era costoso y la propia RKO sugirió a Welles que llevara a cabo algo más comercial, a poder ser con una gran estrella como Carole Lombard, pero la realidad es que cinco meses después de estar en nómina del Estudio, Welles seguía sin tener claro que proyecto acometer.

Welles dirigió, produjo e interpretó el papel principal de “Ciudadano Kane”, además de colaborar con Herman J. Mankiewicz en la escritura del guión y disputarse la autoría del mismo; contando la vida de Charles Foster Kane (personaje inspirado en el magnate William Randolph Hearst) a través de la investigación de un periodista tras su muerte. A mediados de junio de 1940 comenzó el rodaje siendo la primera escena que se abordó la de la sala de proyección tras el noticiario de Kane.

La labor de Gregg Toland en la dirección de fotografía fue fundamental por su juego de luces y sombras, algo realmente rompedor para la época. Lo mismo se puede decir de un Bernard Herrmann que tira de melodías alegres en un inicio y que van oscureciéndose conforme la megalomanía y la soledad se va cerniendo sobre el protagonista. La película tuvo una buena recepción crítica y recibió 9 nominaciones a los Oscar, alzándose con la estatuilla de mejor guión. Sin embargo, la película no logró una buena taquilla por las trabas que puso el poderoso Hearst a la distribución de la película.

La influencia de la radio fue fundamental en su carrera como declaró Orson Welles en la conocida entrevista con Peter Bogdanovich: “Fui feliz en ella, lo más feliz como actor que he sido en toda mi vida. Siendo eso así, ¿qué puedo decir de modo impersonal? No, de modo privado. Es lo que más se aproxima a la satisfacción personal, privada, de cantar en el baño. ¡Y encima te pagan por ello! El micrófono es un amigo, ¿sabes? La cámara es un crítico. Supongo que podría decir que la radio está mucho más cerca del cine que del teatro. Y no sólo porque es otra máquina atenta la que sustituye a la audiencia. No, con el micrófono, como con la cámara, se puede elegir el lugar de emplazamiento. Uno no se conforma con quedarse sentado en la oscuridad sin hacer nada. Hay que moverse de un lado a otro, cambiar los ángulos".

La película fue muy innovadora tanto por su narrativa no lineal como por su nuevo estilo cinematográfico, aprovechando la profundidad de campo, el uso del picado y el contrapicado, juegos de iluminación e inteligentes movimientos de cámara con grúas y travellings. También fue pionera en ciertos efectos visuales, usó un complejo maquillaje para representar las diferentes edades del protagonista, un buen uso del sonido que cultivó por su experiencia radiofónica y una genial banda sonora compuesta por Bernard Herrmann en la que también era la primera incursión en el cine del que luego sería el compositor fetiche de Hitchcock. Sin embargo, tuvieron que pasar años hasta que la película fue realmente reconocida como la obra maestra que es. Hoy en día es frecuente encontrar la película entre las primeras de cualquier lista de las mejores películas de la Historia.

“Ciudadano Kane” va surgiendo en “Mank” en la mente del personaje protagonista a través de su resquemor con un Hollywood y un sistema que le ha arrinconado, más preocupado por los noticiarios falsos y por manejar esa inercia informativa que lleva a que la verdad sea escrita interesadamente por los que tienen el poder o no quieren más que mantenerlo. Una simbología que recoge momentos que luego pasarían a ser icónicos en la película de Welles como esa bola de nieve cuyo cristal se hace añicos representada en la botella de alcohol (llena de somníferos) que cae al suelo mientras Mank está postrado en la cama.

Un guión que como la propia Marion Davies le reconoce tras haberlo leído ésta espera que Mank le perdone en el caso de que nunca se ruede, ante todo lo que implican sus analogías con la realidad reflejando incluso la soledad de la infancia de uno de esos hombres que con la fachada que da el poder y la madurez parecen tenerlo todo a ojos de los demás.

Herman J. Mankiewicz y Welles supieron escribir más que la biografía en clave de Hearst o el retrato del periodismo y la política. Es cine revolucionario por lo visual y lo artístico. También escribieron un melodrama magistral, alrededor del misterio de una persona y sus secretos más íntimos, más indescifrables con ese Rosebud que no es más que un macguffin para hacer que la película mantenga la intriga y esté sujeta a interpretaciones por siempre. Eso fue para muchos lo que más indignó a Hearst que amenazó con ir contra Hollywood a través de sus medios en el caso de que la película no se quemara ya que algunas malas lenguas dicen que Rosebud era la palabra con la que Hearst se refería a las partes íntimas de su amante, la actriz Marion Davies.

The Hollywood Reporter publicó el 13 de enero de 1941 en primera plana que los periódicos de Hearst estaban a punto de difundir una serie de editoriales atacando a Hollywood por contratar a refugiados e inmigrantes para trabajos que podían haber sido para estadounidenses. El objetivo era presionar a los otros estudios para forzar a RKO a enterrar la película.​ Poco después, Nicholas Schenck, jefe de la empresa matriz de Metro-Goldwyn-Mayer, le hizo una oferta a Schaefer en nombre de Louis B. Mayer y otros ejecutivos de Hollywood para reembolsar las pérdidas a RKO si destrozaba la película y salir así de la presión mediátia. Una vez que el equipo legal de RKO tranquilizó a Schaefer, el estudio anunció el 21 de Enero que "Ciudadano Kane" sería estrenada según lo previsto y con una de las mayores campañas de promoción que la compañía hubiera llevado a cabo nunca.

Schaefer llevó a Welles a Nueva York para una proyección privada de la película con los jefes corporativos de los estudios en Nueva York y sus respectivos abogados. No hubo objeciones a que el filme se estrenase, siempre que se hicieran ciertos cambios como, por ejemplo, eliminar o suavizar las referencias específicas que pudieran ofender a Hearst. Welles estuvo de acuerdo y el montador Robert Wise se encargó de reducir las dos horas, dos minutos y 40 segundos que duraba la película a una hora, 59 minutos y 16 segundos. Este nuevo montaje dejó satisfecho a los abogados de las compañías.

“Ciudadano Kane” se estrenó en Nueva York el 1 de Mayo de 1941, convirtiéndose en una sensación para los críticos de la ciudad. No cubrió gastos y más tarde fue Europa la que le puso en valor. Innovadora y revolucionaria, el tiempo le ha convertido en uno de esos clásicos imperecederos de la época, rodeados tanto de mitología como de haber trascendido al imaginario, algo que seguramente sólo han conseguido también “Lo que el viento se llevó” (1939) y “Casablanca” (1942).

Y es que aunque el misterio de Rosebud siga vigente, lo que ya no hay duda es que “Ciudadano Kane” es uno de los tótems de la Historia del cine, impulsando a una  generación dispuesta a enarbolar su libertad y creatividad frente a las cortapisas de Hollywood dejando que su voz fuera escuchada y que el cine como denuncia y reflejo de los dramas humanos fuera también una realidad e impulsando la técnica y la historia en favor del arte.

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Nacho Gonzalo

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