“Tiempos modernos” suena hoy más actual que nunca desde su gestación en la cabeza de Chaplin hace más de sesenta años. La historia surgió después de cinco años en los que se encontró perdido. Había estrenado “Luces de la ciudad” en 1930, cinco meses después del estallido del crack bancario, la crisis más grande de Usamerica hasta los momentos que hoy vivimos. La producción y los ingresos de los norteamericanos descendieron a la mitad en pocas semanas. Chaplin había salido de la bolsa un año antes y no le afectó, pero no pudo dejar de ver a los millones de parados nómadas en busca de empleo, colas de hambrientos en los comedores de caridad, marchas del hambre con banderas y disturbios, cientos de miles de vagabundos durmiendo en calles, parques, bajo los puentes... aplastados por la falta de esperanza, miserables, que pocos meses antes se consideraban futuros millonarios, triunfadores en la era de la prosperidad. Chaplin recogió con sus “Luces de la ciudad” el mayor éxito que pudiera imaginar y comenzó un giro triunfal por Europa con la etiqueta de genio. A su regreso la situación no había mejorado….
“Cuando volví a los Estados Unidos, después de mi viaje por el mundo, me encontré con que la gente demostraba la máxima confusión respecto a lo que le ocurría. Yo también experimenté ese extravío. Muchas cosas en las cuales habíamos creído revelaron ser locuras impracticables, y ni una sola persona tenía idea respecto a la actitud que debía adoptar frente a todo aquello. La gente estaba dominada por un caos mental. Me pareció un tema para tratar en una película. Pero el único medio de señalar eso, al mismo tiempo con propósito de entretenimiento, era burlarse de toda nuestra quebrantada situación, satirizar los tiempos modernos. En el transcurso de éstos no hemos omitido esfuerzo, hemos ido muy lejos para alcanzar lo que se llama «eficacia», para producir más y más, y ahora nos encontramos con que no podemos disponer de lo que producimos. Nuestra capacidad para la realización, en vasta escala, de todo cuanto necesitamos ha creado la miseria.”
Chaplin había regresado a Hollywood tras ocho meses de ausencia, para descubrir que no hay una mujer a su lado, que el cine mudo se termina y que no tiene un amigo a quien telefonear para no cenar sólo en su primera noche, porque sus dos grandes amigos y socios Mary Pickford y Douglas Fairbanks se han separado. Renuncia a cenar y sale en su coche a pasear por Hollywood, donde siente que ha terminado el tipo de vida que conocía y piensa en abandonar la ciudad y el país.
Pero en esos días conoce a una de las mujeres de su vida, le acompañará nueve años y la encuentra en el yate de un millonario que le invita a un fin de semana. Es una corista que busca hacerse un hueco en el cine y que se llama Paulette Goddard.
Chaplin es invitado a un premio hípico en Tijuana y viaja con su nuevo amor, a la que por deferencia le piden que entregue un premio y el director se sorprende al verla cambiar su tono y acento para pasar de su Brooklyn natal, a una belleza de la buena sociedad de Kentucky, cuyo ganado recibía un galardón. Así fue cómo se sintió estimulado para rodar otra película en contra de todas las corrientes. Paulette le impresionó por tener un poco el aspecto de una golfilla . Sería una cualidad maravillosa en la pantalla. “Imaginé el encuentro de nosotros dos en un abarrotado coche celular, el vagabundo y esta golfilla; el vagabundo, mostrándose muy galante y ofreciéndole su asiento. Esta era la base sobre la que podía construir el argumento y las diversas escenas cómicas.”
Luego Chaplin recordó una entrevista con un periodista de Nueva York que le contó el sistema de fabricación en cadena que había en Detroit para la fabricación de vehículos y componentes; la gran industria atraía a los jóvenes sanos de las granjas quienes después de cuatro o cinco años de realizar ese trabajo en cadena acababan con los nervios deshechos.
Fue esa conversación la que le sugirió la idea de “Tiempos modernos”, y su inseguridad en el cine sonoro la que le llevó a mantenerse “casi” en el mudo, porque tuvo que aceptar al menos que hubiera sonidos sincronizados junto con la música y pensó en “compensarlo” haciendo que Charlot tuviera voz por primera vez, aunque fuera cantando un cuplé en un idioma sin sentido y nada más. Los periodistas invitados al rodaje no dieron crédito a lo que veían cuando entraron en el plató, y vieron un recuerdo de un cine que había desaparecido y que ya no practicaba nadie. Por mucho genio que tuviera Chaplin, ninguno hubiera creído que de aquella resistencia del cine mudo saldría un film que conmovería al mundo.
Chaplin gasta millón y medio de dólares y la estrena el 5 de febrero de 1936 en el Rivoli Theatre, de Nueva York. El atrevimiento que significa amplía la expectación hasta límites inimaginables. Una caravana de actores parte de Los Ángeles para llegar al estreno, Douglas Fairbanks, Gloria Swanson, Ginger Rogers, Edward G. Robinson... se piden invitaciones desde nueve Estados, llegan espectadores desde Venezuela, Inglaterra, el Canadá, México... los aviones dibujan el nombre de Chaplin en el cielo, y la fachada del Rivoli Theatre cambia su rótulo luminoso por el nombre del actor. La policía se tiene que emplear a fondo para contener a una multitud enorme. El éxito es inmenso: obtiene 1.800.000 dólares, en un período de larga y dura depresión económica, con la crítica dividida y una campaña en contra del actor por transmitir ideología comunista, y que llevó a prohibir la película en Alemania e Italia. El plano de apertura de “tiempos modernos” no puede ser más revelador: un rebaño de ovejas , una de color negro, se yuxtapone por montaje con la imagen de un grupo de obreros a la salida de una fábrica.
La escena en que Charlot recoge una bandera roja caída de un camión de gasolina, y se ve convertido casualmente en líder de una manifestación de huelguistas, es considerada el centro del film y, por tanto, de las polémicas. Para unos era una manifestación de comunismo, apenas disimulada por el chiste, y para otros intelectuales de la izquierda se reía del trabajo social en equipo que el socialismo defendía por encima de la iniciativa individual.
Lo incuestionable es que critica los métodos de la despiadada organización del trabajo de la gran industria, y que sabía de lo que hablaba porque lo había sufrido en carne propia de muy joven, cuando en Inglaterra conseguía que le admitiesen en trabajos duros, como soplador en una fábrica de vidrio cuyo calor tremendo le hace desmayarse el primer día, o manejando una máquina de imprenta, que le parece un monstruo, como será la máquina gigante de “Tiempos modernos”.
Después del estreno en Nueva York, Chaplin emprende un viaje por el Extremo Oriente, y es recibido por autoridades y multitudes en Japón, la India y China donde se gana a los “modernos” del país negándose a ser transportado por los rickshaws, los hombres caballo, que le ofrecían sus servicios. Chaplin vuelve del viaje con la sensación de que no solo es el ídolo del mundo occidental, sino en igual o hasta mayor grado del lejano y desconocido Oriente. Quizá más que nunca, sintió el mundo a sus pies. Lo tenía.
Esta noche puedes disfrutarla a las 22:00 en TCM (dial 46 de Digital +)...
A los 96 años ha muerto el inolvidable y por siempre eterno actor Héctor Alterio. Argentina y España quedaron unidas más allá del charco gracias a su talento y recuerdo en trabajos que demostraron que el cine no entiende de patrias sino de emociones, memoria y dignidad a la hora de tender puentes a través del cine. Como elementos principales tuvo su innegable carisma, una voz llena de matices y una capacidad de que las emociones traspasarán la pantalla a través de una mirada limpia y expresiva gracias a sus ojos azules. Una larga vida en la que se dedicó hasta el último día al oficio al que tanto amaba y al que contribuyó a elevar a altas cotas siendo merecedor por todo ello del Goya de Honor en 2004.
Hay actores que traspasan lo que es una vida para formar parte de nuestros recuerdos para siempre. Es algo que va más allá de cualquier premio e, incluso, de la propia existencia ya que trascienden por siempre gracias a la pantalla. Es el caso de un Dick Van Dyke que celebra 100 años de vida en vida. Un nombre icónico de la industria del entretenimiento que bien merece del que se hable de él y se le reivindique cuando todavía puede recibir esa gratitud de su público por tantas risas y buenos ratos compartidos. Un rostro muy querido por su vitalidad, ironía y ligereza siendo un torrente de optimismo frente a la adversidad. Se una a una lista de centenarios compuesta por Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Bob Hope y Gloria Stuart o las todavía vivas Eva Marie Saint y Lee Grant.
Las primeras páginas del guion literario de esta serie indicaban lo siguiente: "Un amanecer que parece no querer llegar del todo, envuelto en un gris espeso, como si la ciudad estuviera reteniendo el aliento. La cámara avanza lentamente por un polígono industrial casi vacío. El sonido es mínimo: un viento leve, metal vibrando en alguna parte, una puerta mal encajada que golpea a intervalos irregulares. Los edificios que rodean la escena tienen el aspecto típicamente londinense de principios de los ochenta: ladrillo desgastado, cristales empañados, carteles viejos que nadie se preocupa ya en retirar.
No hace tanto tiempo pero ya parece que hace un mundo cuando quien más quien menos presentaba al mundo las 30, 40 o 50 películas destinadas a estar presentes en la carrera al Oscar 2026. El paso del tiempo, la selección natural, el pinchazo de calidad de algunos títulos y cierto ensimismamiento tendente a apoyar a los favoritas de turno, ha desembocado en lo que podría haber sido una carrera entre dos para terminar definiéndose, de manera poco sorprendente a estas alturas, en un paseo militar para Paul Thomas Anderson. La emoción quizá ya no está en la zona alta pero sí reside en películas que pelean por los puestos bajos de mejor película con el fin de que les den al menos la opción de poder decir que han sido nominadas al Oscar. Con las recientes nominaciones de Critics’Choice y Globos de Oro, ¿podemos ya dar por aseguradas al menos a 8 de las 10 futuras nominadas al Oscar?
xulissimaaa!!!!!