Cine en serie: "Somewhere boy", 18 años en casa

Querido Teo:

La historia tira de ti como la mano de una persona de atractivo incontenible que te sacara a bailar alguno de los muchos temas clásicos que suenan en cada capítulo, por lo general unidos a una película igualmente clásica que deja ver unos cuantos fotogramas.

Danny vive los primeros 18 años de su vida con su padre, siempre en casa, convencido desde crío que en el exterior no hay nadie, salvo monstruos indefinidos del que el amor absoluto de su padre le ha defendido siempre. Su mundo exterior es el cine clásico, la música que acompaña a las películas y el regreso del exterior de su padre con alimentos para sobrevivir. No hay nada que os cuente que no se sepa en los primeros minutos de este drama excelente del año pasado que acaba de llegarnos.

Jugando entre el pasado y un presente que cambia nada más iniciarse el primer capítulo, el trabajo de los actores y el resto del equipo es admirable, comenzando por el dificilísimo trabajo de interpretar a un joven de 18 años que descubre un mundo del que tiene sobre todo referencias cinematográficas. ¿Podéis imaginar lo que eso significa, las consecuencias? "Somewhere boy" lo resuelve conquistando a todo espectador que ya la ha visto.

No temo rebajar el placer de que la veáis con mi comentario porque las expectativas están a la altura. El amor puede tener muchas formas y esta serie pasa por casi todas ellas dejando un sabor de boca duradero. No os la perdáis porque es raro unir el talento necesario para provocar espanto, ternura, delicadeza y dolor al mismo tiempo. Ocho capítulos de unos veinte minutos cada uno de los que no querréis ver alguno y dejar el resto para otro momento. Desde que se estrenó en el Reino Unido los comentarios fueron unánimes.

The Guardian no regala elogios en su sección de crítica sobre televisión y lo calificó como "un hallazgo bello e inusual en un mundo propio", en torno a Danny, un joven que ha vivido en un mundo mágico, de ventanas opacas, que ha construido su padre, traumatizado por el asesinato de su esposa. Un mundo construido para evitar que su hijo sufriera daños en el mundo exterior. Cuando su padre muere, Danny, interpretado con una sensibilidad sorprendente por Lewis Gribben, al que podéis ver también en "El incendio", es acogido en casa de su tía, donde descubrirá que los monstruos de los que le hablaba su padre para alejarle del mundo real no tienen la forma que él imaginaba.

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Carlos López-Tapia