FANT Film Fest 2023: El resumen

Querido Teo:

Un año más vuelve FANT, el Festival de cine fantástico de Bilbao, en su 29ª edición, y a pesar de ser siempre un gustazo acudir al poner en primera plana el cine de género durante una semana, este año da sensación de que los problemas de siempre, y no sólo de este festival, han salido a la luz. Más adelante me extenderé pero primero hablemos de las pocas películas que he podido ver por vez primera ya que muchas de las de sección oficial ya hablamos por aquí de ellas tanto un servidor como Imogen cuando acudimos al Festival de Sitges 2022, ya que prácticamente la mitad del catálogo viene de allá.

"El fantástico caso del Golem" (Burnin' Percebes - Nando Martínez y Juan González)

Juan González y Nando Martínez son los directores de esta película que a sí mismos se llaman los Burnin' Percebes, una dupla de directores que desde el inicio de esta "El fantástico caso del Golem" intentan dejar marca con una puesta en escena muy marcada y notoria.

Un estilismo recalcadísimo junto a unas tintas sobrecargadas que crean una atmósfera con un aproximamiento a un Wes Anderson surrealista que no termina de llegar del todo. De todas maneras, la primera media hora es bastante interesante, porque entre que no sabes que está sucediendo y la extrañeza de toda la forma y el fondo (aunque algo inexistente) crean la curiosidad suficiente para que no despegues la mirada.

El tema es que en cuanto van pasando los minutos, el guion desemboca en algo que no sabes realmente de lo que quiere hablar, con personajes entrando y saliendo como los de Bruna Cusí y Javier Botet, siempre rodeando al protagonista, un Brays Efe que o está mal dirigido o se le siente plano, inane durante todo el metraje. Quizá esa era la intención, ver a una persona pasmada por todo lo que le sucede alrededor, desde que su mejor amigo que era un Golem se rompe en pedazos hasta que planean recomposiciones de estos mismos. Pero deja cierta sensación de no saber hacia dónde está yendo, terminando en una sensación de entretenimiento raro con una comedia que no termina de llegar del todo (aunque esto sea puramente subjetivo, aunque es cierto que en el pase de prensa mucha carcajada tampoco es que hubiese).

Y es que quizá la dupla de directores estaban más interesados en crear esa sensación de misterio y extrañeza más cerebral que crear reacciones más viscerales, desde ese surrealismo hasta todo ese decorado meticulosamente orquestado por una cámara que va y viene con un control absoluto en sus movimientos que, se aprecia y nota ese control en la dirección, pero no sé termina de dilucidar en una intención narrativa o emocional.

A pesar de todo, ayuda el contar con un cast de estrellas absolutas como los mencionados anteriormente además de la presencia de Luis Tosar, Anna Castillo (que siempre todo lo que hace lo mejora y cada vez que sale no quieres que se vaya, pero en este caso sale muy poco) o Roberto Álamo. Un entretenimiento con intencionalidades claras pero que los Burnin' Percebes, ojalá, vayan perfeccionando y mejorando con el tiempo, que al final de eso trata esto de hacer películas.

"Wolfkin" (Jacques Molitor)

"Wolfkin", dirigida por Jacques Molitor en su segunda película, es un filme sobre un niño que se empieza a convertir en lobo. O en hombre-lobo. O en niño-lobo. Realmente es igual. Y es que es complicado acertar las intencionalidades de una película que se preocupa realmente poco por establecer su propia narrativa. Y es que no vale en decir que "es una historia de una madre y un hijo" porque hemos visto eso en cine 50 millones de veces y la dramática se tiene que componer de conflictos, de arcos dramáticos, y no de situaciones que se van sucediendo entre sí para avanzar una trama que realmente no está contando nada.

Si te interesa la mítica de los licántropos pues quizá te interese la película más allá de los propios esfuerzos de Molitor, pero realmente hay poco de dónde rascar. Es cierto que el director se esfuerza mínimamente con la aparición del padre-hombre-lobo como recuerdo imposible, maldito del pasado, pero realmente afecta poco en las decisiones de los propios personajes, por lo que no deja de ser un artificio para crear un conflicto inexistente.

Y porque tampoco creo que sea constructivo de ninguna manera profundizar que la interpretación o la puesta en escena no terminan de llegar, pero no deja nunca de sentirse como que las indicaciones a nivel de dirección no son las óptimas, sintiéndose siempre como que la forma y el argumento se comen a toda posibilidad narrativa y emocional, dejando un rastro de incongruencias y situaciones ligeramente ridículas que hacen sentir la película como una oportunidad perdida. Una oportunidad de realizar una historia que en tono y narración se podría haber aproximado a algo como "Hereditary" (2019), pero aquí, al menos de momento, no termina de confluir como es debido.

Además de estas dos películas, también pude acceder al pase de prensa de "Dark girls", una película que juntaba cuatro cortometrajes para crear una especie de "Historias de la cripta", dirigidos por Toni O. Prats, Bel Armenteros, Allan J. Arcal y Carlos Marbán. Realmente no hay demasiado en lo que entrar ya que está todo rodado con poquísimo presupuesto y unos resultados que se sienten lejos de estar pulidos, que a lo sumo entretiene teniendo en cuenta sus 60 minutos justos de duración.

También pude disfrutar de mejor manera de dos cortometrajes de la sección FANT en corto como "No hay fantasmas", de Nacho Solana producido por Pico Tres Cine, Burbuja Films y Mordisco Films; un cortometraje que sorprende por su puesta en escena con gran influencia del cine de M. Night Shyamalan y que emociona gracias a una interpretación fantástica de Catalina Sopelana ("Modelo 77").

El otro cortometraje magnífico es "Sauer dogs", un western en la nieve protagonizado por August Diehl ("Vida oculta") con una atmósfera y fotografía impresionante, rodado en 35mm y dirigido por Guillermo de Oliveira, el director de "Desenterrando Sad Hill" (2018).

Más allá de las películas, creo que hay que reflexionar sobre cómo ciertos festivales se terminan comiendo a otros y les sea prácticamente imposible conseguir personalidad propia. Entiendo que es una manera idónea para acercar el cine de Sitges a Bilbao, pero para los pocos que ya acudimos a Sitges y realmente estamos emocionados por qué nuevas películas podemos ver en este FANT, se nos queda corto. Entiendo que ciertas personas de la prensa no somos el centro del mundo, pero se queda algo cojo cuando más de la mitad de tu catálogo ya se ha podido ver 7 meses antes en otro festival nacional.

No tengo las soluciones ni tampoco respuestas a esta problemática, pero me surgen dudas de si estos problemas se ponen en la mesa, de por qué, aunque no sea en sección oficial, se pueden traer películas de género pequeñas pero reivindicables de este año y que serían exclusivas como "Skinamarink", "Enys men", "Infinity pool", "Talk to me"... Desconozco si hay imposibilidad, falta de información, malas fechas o falta de interés, pero para el cinéfilo es complicado disfrutar de un catálogo no sólo ya visto, si no que en líneas generales flojo y con pocas cosas con las que agarrar a un público algo exigente.

Este alegato final que sirva de forma constructiva, ya que exista FANT es una gran noticia para los amantes del género y del cine en general, y siempre va a ser mejor lo que nos ofrece cada año que nada, pero creo que hay cosas a reflexionar y sólo queda esperar al año que viene para ver si la cosa evoluciona o nos tenemos que contentar con lo que hay.

Iker González Urresti