In Memoriam: Brigitte Bardot, el "sex symbol" que se despojó de toda etiqueta
Querido Teo:
A los 91 años ha muerto Brigitte Bardot, actriz, modelo, cantante, animalista y musa para una generación que la tuvo como principal objeto de deseo en esa época en el que determinadas estrellas trascendían más allá de lo terrenal. La artista llegó a participar en 47 largometrajes y varios musicales, aunque en 1973 decidió retirarse y dedicar su vida a la defensa de los animales demostrando su compromiso y personalidad siendo mucho más que la estrella internacional aupada por la pantalla especialmente durante la década de los cincuenta y sesenta. Brigitte Bardot fue objeto de deseo pero también símbolo de la liberación sexual femenina desafiando radical y profundamente los estereotipos dominantes sobre la mujer en la era moderna.
Nacida en París en septiembre de 1934 formando parte de una familia adinerada, Brigitte Bardot siempre demostró ir a contracorriente yendo más allá de la mera cosificación que sufrían compañeras de generación y decidiendo cuando poner punto final a su carrera y dedicarse a causas consideradas más nobles más allá del faranduleo. Fue conocida su lucha contra la caza de focas durante la década de los setenta y en 1986 creó, vendiendo para ello sus joyas y recuerdos, la Fundación Brigitte Bardot para la protección de los animales en peligro.
En 1947 fue admitida en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza pero su falta de disciplina le llevó a no prosperar en sus intentos de ser bailarina clásica.
Brigitte Bardot debutó en el cine con “Le true normand” (1952) pero no fue hasta “Y Dios creó a la mujer” (1956) de Roger Vadim, el cual fue su primer marido cuando ella tenía 18 años, cuando supuso toda una revolución naciendo el mito en unos años en los que irrumpía una nueva generación que impregnaba al cine francés de clase, estilo y seducción.
Se convirtió en todo un fenómeno en Estados Unidos (el término “bardolâtrie” se creó para describir ese fervor) y Cinemonde escribió: “El atractivo sexual es Marlene Dietrich, el glamour es Ava Gardner, Brigitte Bardot mezcla todos estos ingredientes explosivos, agrega un toque de fantasía personal”.
En su filmografía también hay que destacar “Acto de amor” (1953) de Anatole Litvak, “El amor es mi oficio” (1958) de Claude Autant-Lara, “La verdad” (1960) de Henri-Georges Clouzot, “Amores célebres” (1961) de Michel Boisrond, “El desprecio” (1963) de Jean-Luc Godard, “¡Viva Maria!” (1965) de Louis Malle, “Querida Brigitte” de Henry Koster (1965), “Historias extraordinarias” (1968) de Federico Fellini, Louis Malle y Roger Vadim o “El oso y la muñeca” (1970) de Michel Deville.
Ella misma se postuló para la película de Godard, marcada por el suicidio ocho meses antes de todo un referente para ella como Marilyn Monroe, y dispuesta a tomar las riendas de su vida y de su carrera ya que a pesar del mito que rodeaba a su figura la Nouvelle Vague no se interesó por ella.
Intercediendo el actor Sami Frey, pareja en esos años de Bardot, Bardot se hizo con el papel de la mujer del personaje de Michel Piccoli en “El desprecio”. La actriz terminó cobrando medio millón de dólares, la mitad del presupuesto de la película, y en contrapartida el productor americano Joseph E. Levine presionó para que se rodara la escena de inicio con la cámara posándose sobre su cuerpo desnudo con filtros de colores.
Tras cantar por primera vez en el cine en “Estrellas del futuro” (1955) fue en 1960, tras insistencia de sus amigos, los artistas Jean-Max Rivière y Claude Bolling, cuando lanzó su disco “Behind Brigitte Bardot”, al que seguirían varios álbumes más destacando sobre todo en el campo musical su grabación más icónica que no fue otra que el single J’ai t’aime… moi, non plus junto a uno de sus amantes más célebres, Serge Gainsbourg, publicado en 1967, símbolo del erotismo no apto para oídos pacatos siendo la definición de una relación sexual hecha canción. Otras colaboraciones canoras y estéticas de la pareja fueron Harley Davidson, Contact, Comic Strip y, sobre todo, Bonnie and Clyde.
En los últimos años, marcados por sus achaques de salud, además de mantener su compromiso con los animales fue multada cinco veces por incitación al odio racial por denigrar la inmigración y el islam en Francia, crítico al movimiento #MeToo (calificó a las denunciantes de “hipócritas y ridículas”), se mostró contraria a las vacunas durante la pandemia del coronavirus (COVID-19) y se posicionó al lado de posiciones conservadoras. Fue galardonada con la Legión de Honor en 1985, pero se negó a aceptarlo.
En su vida personal se casó en cuatro ocasiones. La primera con su descubridor Roger Vadim (1952-1957) y las posteriores con el actor Jacques Charrier (1959-1962), padre de su único hijo, el playboy Gunter Sachs (1966-1969) y, desde 1992 hasta la actualidad, estaba unida a Bernard d'Ormale, ex asesor de Jean-Marie Le Pen y ex líder del partido de ultraderecha Frente Nacional.
En su larga lista de romances hay que mencionar los que tuvo con el actor Jean-Louis Trintignant a raíz del rodaje de “Y Dios creó a la mujer”, el cantante Serge Gainsbourg, el escultor Miroslav Brozek o el productor de televisión Allain Bougrain-duBourg.
Nacho Gonzalo




































