"La risa en la antigua Roma. Sobre contar chistes, hacer cosquillas y reírse a carcajadas"

"La risa en la antigua Roma. Sobre contar chistes, hacer cosquillas y reírse a carcajadas"

1 Sarcofago2 Sarcofagos3 Sarcofagos4 Sarcofagos5 Sarcofagos (2 votos, media: 4,50 de 5)
Cargando...

Deja tu comentario >>

Los biólogos sostienen que la risa es un comportamiento exclusivamente humano. Es un aspecto que ha llamado la atención de los pensadores desde hace siglos. Incluso ha provocado polémicas teológicas en el cristianismo, transformadas en elemento de ficción y fricción en "El nombre de la rosa". Mary Beard acaba de publicar uno de sus ensayos sobre el mundo romano alrededor de este asunto.

Título: "La risa en la antigua Roma. Sobre contar chistes, hacer cosquillas y reírse a carcajadas"

Autor: Mary Beard

Editorial: Alianza Editorial

Hace algún tiempo Beard preparó una serie de charlas sobre la risa en el mundo clásico y de ahí procede este nuevo libro, uno de los más académicos de los que ha publicado en los últimos años. La divulgadora británica ha buceado en los clásicos buscando un aspecto muy complicado de atrapar, Freud le dedicó todo un libro, puesto que el humor evoluciona al ritmo de la cultura. ¿Por qué los romanos podían reírse de casi todo con la excepción de los ciegos? Ni siquiera Beard tiene una respuesta pero, como es habitual en sus libros, las preguntas y sus deducciones siempre son interesantes.

Beard trata de dibujar una historia de la risa que está por escribirse, comenzando por Aristóteles y sus teorías sobre las cosquillas y el diafragma. Repasa obras tan peculiares como el asno de oro de Apuleyo, o nos lleva hasta las comedias de Plauto o el palacio imperial donde Calígula... "un día estaba reclinado en la cena y se echó a reír. Cuando le preguntaron de qué se reía, respondió: “Porque acabo de pensar que solo tendría que chasquear mis dedos y podría ordenar que os mataran a todos”". Séneca cuenta otra historia sobre Calígula. Hizo que mataran al hijo de un hombre por la mañana y esa misma noche le invitó a cenar e insistió en que se riera y bromeara (y bromeó, por supuesto). "¿Por qué lo hizo?", se pregunta Séneca. La respuesta es que tenía otro hijo. La regla básica es que algunos emperadores fueron magníficos bromistas mientras que otros usaban el humor como instrumento de poder y terror.

El emperador Cómodo (el de la película "Gladiator") estaba en la arena jugando a perseguir fieras, y le cortó la cabeza a un avestruz. Luego se aproximó a los senadores sentados en las primeras filas y sacudió la cabeza de avestruz hacia ellos. Los senadores rieron. No es posible saber si con aquella risa adulaban a su emperador o era una resistencia sutil al poder, como si hubieran interpretado que el mensaje era “Las próximas podrían ser las vuestras”.

"La risa atravesó y condicionó la sociedad romana y fue muy debatida (¿cuándo usarla, con qué frecuencia, en qué circunstancias?). A Cicerón, por ejemplo, le preocupaba que hacer reír demasiado a la gente en los tribunales de justicia pudiera convertir al abogado en un actor, o incluso en un bufón". Hay todo tipo de relaciones de poder asociadas con la risa que se mantienen vivas. La risa sigue siendo una herramienta esencial de la adulación.

Beard ha pasado a considerarse "española honoraria" por lo honrada que se sintió por el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales y su hijastra, casada con un español, pasa largas temporadas aquí. Convertida en un fenómeno mediático mundial gracias a sus libros y series de televisión, esta profesora de Clásicas de Cambridge sigue siendo una académica respetada y, por qué no decirlo, también temida por sus críticas en el suplemento literario de The Times. Practica ese sentido del humor inteligente que se califica de "británico" y que todos reconocemos, aunque sea difícil explicarlo.

"Como nosotros, los romanos tienen diferentes formas de entender la risa y, a veces, admiten que no le encuentran sentido. Algunas de sus respuestas nos parecen extrañas hoy en día: por ejemplo, creían que el diafragma provoca la risa, o que es el bazo. Pero, para ser honesta, ¡dudo que muchos de nosotros podamos encontrar una respuesta científica mejor! Uno de los puntos que argumenta mi libro es que, a pesar de lo que a veces se afirma, no existe una teoría clásica de la risa, sino muchas. De hecho, aunque muchos de sus argumentos son realmente extraños, algunos de los autores antiguos hacen observaciones que nos resultan muy familiares. A principios del siglo II, por ejemplo, Plutarco escribe que aquello de lo que se ríe la gente depende de la compañía en la que se encuentra, esto es, desarrolla una teoría social de la risa. Otra teoría particular que en parte se superpone con nuestros propios puntos de vista, pero no del todo, es que la mímica es hilarantemente divertida. Uno de mis ejemplos favoritos son las cosquillas. Para los romanos la parte del cuerpo que más cosquillas tenía no era las plantas de los pies, sino los labios. Pensaban que las axilas tenían cosquillas, pero eso se debía a que la piel delgada debajo de los brazos estaba muy cerca del diafragma".

Siempre resulta tan interesante como chocante viajar con Beard al mundo clásico, para reconocernos en él.

Carlos López-Tapia

¿Compartes?:
  • email
  • PDF
  • Print
  • RSS
  • Meneame
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • Twitter
  • FriendFeed
  • LinkedIn

Comentarios

Suscríbete
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, comenta.x
()
x