Las listas de Vinz Clortho: Esbirros
Bien hallada criatura Teo:
Aquí estamos, una semana más, a la espera del Viajante. Mientras llega, sólo hace falta poner la televisión para darse cuenta del empeño en que tienen los humanos para hacer el trabajo de Gozer ellos solitos. Nada nuevo bajo el sol, vaya. Y en pleno rigor estival, me he puesto a pensar en villanos, que no es otra cosa que la palabra que el idioma de la pérfida Albión tiene reservado a ese concepto expresado a la perfección por un término rotundo y contundente en su pronunciación en el idioma de Cervantes; esbirro.
¿Cómo sería tener un esbirro? Pedir una segunda opinión ante la confección de un plan maléfico, gozar de mano de obra casi gratuita, inspirar terror y admiración a partes iguales… Pero a la hora de elegir esbirro hay que ser muy cuidadoso. Mientras me decido por la ampliación de la plantilla de esta pyme unipersonal dedicada a cumplir los designios del gozeriano, voy a elaborar una lista de los mejores esbirros de la Historia del cine para este humilde servidor de la destrucción y la purificación. Quién sabe, quizá me aclare un poco las ideas a la hora de hacer entrevistas de trabajo para incorporar a mi propio esbirro.
Loki en "Los vengadores" (Joss Whedon, 2012)
El crossover que Marvel y Disney se han marcado con el mítico cartel de superhéroes, rentable desde el punto de vista económico (aunque bastante decepcionante para fans de Marvel y crítica en general), cuenta en su arranque como penúltima franquicia palomitera a Loki como principal villano. Sin embargo, siendo capaces de seguir el hilo conductor de las diferentes historias individuales de cada uno de los superhéroes y de la propia saga, uno aprecia que Loki, al final, no es más que una pieza del maléfico plan de Thanos, el titán loco. ¿Un dios nórdico de las bromas capaz de soltar comentarios mordaces y cambiar de forma como esbirro? Lo firmo.
Mini Yo en "Austin Powers: La espía que me achuchó" (Jay Roach, 1999)
“Si quieres que las cosas salgan bien, hazlas tú mismo”, es una de las máximas que todo villano que se precie debe respetar; pero qué sentido tiene ser el mandamás de una poderosa organización criminal con aspiraciones de dominar el mundo si tienes que hacerlo todo tú mismo. La solución la encontró el Doctor Maligno en "Austin Powers"; hacer un clon que sea una quinta parte de ti mismo.
Igor en "El jovencito Frankenstein" (Mel Brooks, 1974)
El hilarante Igor interpretado por Marty Feldman no podía quedarse fuera de esta lista de esbirros. Pero es que además de simpático, es un currante nato. Lo mismo hace de cochero que de auxiliar de clínica que de mayordomo. La cómica revisión del mito creado por Mary Shelley llevada a cabo por un inspirado Mel Brooks no sería lo mismo sin este memorable personaje.
Las criaturas de "Gremlins 2: La nueva generación" (Joe Dante, 1990)
Uno de los principales aciertos de la secuela ideada por Joe Dante para continuar con las andanzas y penurias del mogwai Gizmo fue incorporar un elenco de secundarios reseñables al mogwai alfa (identificado con cresta). Y así, en lugar de una dicotómica lucha entre el mal, un ejército caótico indeterminado y el bien; en esta secuela tenemos varios grados de maldad, una oferta criaturesca que hubiese hecho las delicias de la máquina de marketing del siglo XXI y más espacio para situaciones cómicas en una época en que la muchachada se exponía a filmes como estos de Gremlins, a riesgo de sufrir pesadillas para el resto de su existencia. Y es por eso que estas criaturas caóticas malignas una vez alguien las da de comer después de medianoche, son excelentes como esbirros para acometer cualquier empresa malvada.
Darth Vader en "La guerra de las galaxias" (George Lucas, 1977)
Pues sí, uno de los malos malísimos por excelencia de la Historia del cine resulta que tenía la categoría de esbirro. Vale, un esbirro de altísima graduación, pero un esbirro al fin y al cabo. Y es que el Emperador no pudo elegir mejor alumno y brazo ejecutor. Con Darth Vader al mando de las operaciones, pocas cosas pueden salir mal… al menos hasta que el sentimentalismo da con todo al garete.
“El Viajante vendrá en una de las formas preestablecidas. Durante la rectificación del Vuldronaii el Viajante toma la forma de un gran Torb. Luego, durante la tercera reconciliación del último suplicante de los Meketreks escogieron otra forma para él: ¡la de un gran Sloar! Muchos Shubs y Zuuls descubrieron lo que era asarse en el fondo del Sloar aquel día, os lo aseguro”.
Vinz Clortho