"Lilo, mi amigo el cocodrilo"
La web oficial.
El argumento: Cuando la familia Primm se muda a Nueva York, su hijo adolescente Josh lucha por adaptarse a su nueva escuela y nuevos amigos. Todo eso cambia cuando descubre a Lilo, un cocodrilo cantante, a quien le gusta darse baños, el caviar y la buena música viviendo en el ático de su nueva casa. Los dos se convierten en mejores amigos, pero cuando la existencia de Lilo se ve amenazada por su malvado vecino Mr. Grumps, los Primm deberán aliarse con el carismático dueño de Lilo, Hector P. Valenti, para mostrar al mundo que la familia puede surgir de los lugares más inesperados y que no hay nada malo con un gran cocodrilo cantante con una personalidad aún mayor.
Conviene ver: De un tiempo a esta parte se ha visto a Javier Bardem realmente pletórico tanto en entrevistas como en eventos. La viva imagen de la felicidad y ese es el espíritu juguetón con el que a buen seguro ha encarado el proyecto “Lilo, mi amigo el cocodrilo”, una concesión dirigida al público familiar a través de un personaje popular dentro de la cultura anglosajona siendo la adaptación de un libro infantil de Bernard Waber que fue publicado en 1965. Y es que no se puede ver de otra manera la historia de un cocodrilo cantarín por las calles de Nueva York que se erige como bálsamo frente a un niño inadaptado y desubicado. Concebida como un espectáculo de Broadway potencia su lado bufonesco pero con valores en el que se nota que sus integrantes se lo han pasado muy bien con un Javier Bardem realmente desconocido en este tipo de papeles y que sale airoso de un showman embaucador venido a menos y que es el dueño de ese cocodrilo bailongo que no habla pero que canta con estilo pop. Una mezcla de acción real y CGI en la que el actor español tiene que interactuar con un cocodrilo animado al que pone voz el cantante Shawn Mendes en un musical que cuenta con las canciones de un tándem que es todo un valor seguro como el formado por Benj Pasek y Justin Paul. Reto para el actor, al que le tocó bailar y cantar, teniendo como réplica un hombre disfrazado de cocodrilo, una figura pequeña cuando éste es bebé o, en la mayoría de las ocasiones, la nada. Un entretenimiento inofensivo y digno que podría haber sido un circo pero en el que sobresale más su encanto naif que la parodia en la que podría haberse convertido. Un cuento en el que lo mejor son las canciones y los imaginativos números musicales además del trabajo de un Javier Bardem muy divertido. Los causantes de salvar un producto hecho con algoritmo con una vitalidad fingida y un tono tontorrón y demasiado simple e ingenuo para los tiempos que corren.
Conviene saber: La cinta está dirigida por el tándem formado por Josh Gordon y Will Speck (“Patinazo a la gloria”, “Un pequeño cambio”, “Fiesta de empresa”).
La crítica le da un CINCO