"Mi otro yo"

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El argumento: La vida de la joven Fay parece perfecta, pero todo va a cambiar de la manera más insospechada. Un día, aparentemente un día como cualquier otro, Fay empieza a tener la molesta sensación de que alguien la está siguiendo. Aunque parece absurdo, Fay juraría que ese alguien es su doble, una persona exactamente igual a ella. Y más aún, cada vez está más convencida de que esa persona no se conforma con tener su mismo aspecto, sino que quiere tener su vida entera. Nunca se lo podría haber imaginado, pero Fay pronto descubre que ha sido alcanzada por una parte secreta y oscura de su pasado.

No conviene ver: “Mi otro yo” juega con la teoría del doble (tan en boga últimamente en el cine en cintas como “La mirada del amor”, “Caníbal” o “Enemy”) y con las historias de espíritus y fantasmas y aunque sea Isabel Coixet la que está detrás de las cámaras no se nota una huella personal que ha quedado patente en toda su filmografía. Un proyecto de encargo que Coixet asume con solvencia pero con rutina e infinitos lugares comunes y sin saber muy bien a qué público dirigirse, ya que se queda a medio camino entre el terror para el público adolescente y el tímido thriller con toques de drama. Ni originalidad ni ambición en una cinta protagonizada por Sophie Turner (“Juego de tronos”), que no pasa de correcta, con un reparto de secundarios conocido (Rhys Ifans, Jonathan Rhys Meyers, Claire Forlani, Ivana Baquero, Leonor Watling, etc...) y bastante variopinto en el que, evidentemente, no puede faltar una Geraldine Chaplin que desperdicia su talento en producciones de este tipo en las que ya está más que encasillada. Si en el drama mantiene algún atisbo de interés (por todo lo que tiene de frustración adolescente) es en el terror donde patina y no ofrece nada nuevo a pesar de que no sólo sea eso e introduzca el tema del acoso escolar y una infidelidad morbosa y voyeurista. Una película que quedará olvidada dentro de la filmografía de la directora por fría y poco lucida.

Conviene saber: Noveno largometraje de Isabel Coixet que desde que ganó en los Goya 2006 con “La vida secreta de las palabras” ha presentado proyectos tan inclasificables entre sí como “Elegy” (2008), “Mapa de los sonidos de Tokio” (2009), el documental “Escuchando al juez Garzón” (2011) o “Ayer no termina nunca” (2013).

La crítica le da un TRES