"Mr. Nadie"

La web oficial.

El argumento: Daniel, 40 años, es un vagabundo que vive solo y en la calle. No habla con nadie, no quiere relacionarse con nadie, pero lo quiera o no, ve todo lo mucho y variado que ocurre a su alrededor. 24 horas al día, 7 días por semana, dan para mucho. Aina, una veinteañera de Barcelona, perteneciente a una ONG internacional, se interesa por Daniel. Aina intenta ayudarle, pero Daniel, cuanto más se acerca ella, más la rechaza. Aina, ante sus negativas, se siente cada vez más atraída. Insistente ella, le lleva a descubrir quien fue Daniel, un alto directivo de una multinacional al que despidieron por un grave desfalco y decidió abandonar, para protegerlos de una segura venganza, a su familia, mujer y dos niños de 8 y 9 años, habiéndoles dejado la mayor parte de su dinero. Aina, sin quererlo, hará que el pasado de Daniel regrese a su vida para que sea por fin capaz de enfrentarse y aceptarlo, en medio de la celebración del carnaval, en donde nadie es quien parece ser, o sí.

Conviene ver: “Mr. Nadie” es un drama social que nos lleva al mundo de los desahucios y los fondos buitre a través de un tipo que lo ha perdido todo. Un sintecho asocial y atormentado por su pasado que deambula por las calles del barrio de Lavapiés con su aspecto desaliñado y cariacontecido, rechazando cualquier tipo de ayuda o conversación, hasta que se topa con él una voluntaria de una ONG que se interesa por su situación y que se propone descubrir su identidad mientras se pregunta qué es lo que ha provocado que este tipo sea un vagabundo sin nombre ni destino el cual siempre desayuna en el mismo sitio y realiza misteriosas visitas a un largo a través del Cercanías. Una historia de traumas personales y de redención para un tipo que ha sufrido la exclusión social y el tormento propio en forma de deshonra que le ha hecho abandonar a todos, a su familia y a sí mismo. Un título que parte de lo observacional para hablar de temas como la identidad y la autonomía a través de aquello que nos determina en la sociedad como suele ser el trabajo y la familia y que, alejado de ello, deja a uno vacío y a la deriva en una sociedad que busca etiquetar y definir el determinismo de cada uno mientras es engullida por un capitalismo voraz que intenta exprimir a todo aquel que puede hasta las últimas consecuencias. Un hombre que ha perdido su razón de ser y de su propósito y que, aunque necesita urgentemente ayuda, ni la pide ni la recibe dentro de la invisibilidad que genera un tiempo en el que cada uno va a la suya. Una película que se nutre de primeros planos y de los escenarios de esas calles de barrio impersonales potenciando el drama y soledad del personaje así como el realismo y la autenticidad de una historia de la que se puede ser protagonista aunque, en principio, no se estuviera predestinado para ello en el caso de que las malas cartas tuerzan el rumbo lo que le lleva a alejarse de los tópicos sobre las personas sin hogar y conecta más con un sentimiento universal que favorece la identificación con el espectador. Félix Gómez (su más lucida y poderosa interpretación en cine con gran trabajo de voz, mirada y movimientos) y Ainara Elejalde, así como la relación que establecen partiendo del recelo y la desconfianza, son lo mejor de una cinta valiosa e interesante que parte bien, plasmando el dolor desolador que invade la historia con unos portentosos diez minutos iniciales en el que no hace falta más que ver al protagonista de espaldas para entender su situación y penar, pero que termina perdiendo fuelle debido a lo desdibujado de algunos personajes y de ciertos “flashbacks” que no terminan de definir bien el arco del personaje que para encontrarse de nuevo tendrá que perderse del todo y ser capaz de abrirse a los demás.

Conviene saber: La película está dirigida por Miguel Ángel Calvo Buttini.

La crítica le da un SEIS