"Sin cobertura"
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El argumento: Rita es la menor de la familia y está harta de que sus padres y hermanos estén siempre mirando el móvil y no le hagan caso. En un viaje al pueblo de su abuela conoce a una pitonisa que le concede un deseo: que desaparezcan los móviles. A la salida del pueblo una intensa niebla rodea el coche y se quedan sin cobertura. El deseo de Rita se ha hecho realidad, pero no exactamente como ella había imaginado... y es que acaban de viajar en el tiempo y están en plena Edad Media. La familia tendrá que usar su ingenio y buscar la forma de volver al presente mientras tratan de sobrevivir en un pueblo feudal en plena Reconquista.
No conviene ver: "Sin cobertura" es un nuevo ejemplo de comedia familiar española, un género revitalizado por fenómenos de taquilla como “Padre no hay más que uno” de Santiago Segura, pero que empieza a mostrar síntomas de saturación por la reiteración de fórmulas. En este marco, la película intenta diferenciarse con un planteamiento singular, una historia ambientada en una Edad Media caricaturesca, aunque finalmente se queda a medio camino entre la novedad y el recurso fácil. El reparto, que reúne a intérpretes solventes como Ernesto Sevilla, Alexandra Jiménez, Pepe Viyuela o Joaquín Reyes, constituye uno de los puntos fuertes de la propuesta. Sin embargo, el guión no siempre sabe sacar partido de sus actores: mientras algunos personajes secundarios brillan con frescura, otros quedan desdibujados o se convierten en simples piezas narrativas sin desarrollo real. En el apartado visual, la película cumple con solvencia. Los decorados, el vestuario y ciertos diálogos aportan color y dinamismo, pero estos aciertos no logran compensar las debilidades de una trama irregular. El guión se resiente por cambios de foco injustificados, situaciones poco cohesionadas y un desenlace que llega sin un rumbo claro, lo que contribuye a la sensación de ligereza y superficialidad. "Sin cobertura" es un producto correcto dentro de los cánones de la comedia familiar: ligera, amable y accesible para todo tipo de públicos. Sin embargo, su falta de riesgo creativo y la dependencia de fórmulas gastadas la convierten en una obra simpática pero efímera, destinada a entretener en el momento, aunque difícilmente memorable a largo plazo.
Conviene saber: Nuevo trabajo de Mar Olid ("Al otro barrio").
La crítica le da un CUATRO
