"Una película inacabada"
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La web oficial.
El argumento: Enero de 2020. Un equipo de filmación se reúne cerca de Wuhan, China, para reanudar el rodaje de una película interrumpido diez años antes. Vivirán los inesperados desafíos de la pandemia del coronavirus (COVID-19) y los confinamientos.
Conviene ver: “Una película inacabada” parte del intento de un director de cine de retomar un proyecto fílmico que lleva abandonado en un ordenador los últimos 10 años. Un proyecto modesto que no pudo llevarse a cabo por problemas financieros pero que, a pesar de volver a reactivarse, y justo antes de terminar el rodaje en el hotel en el que están alojados, sufre el hecho de que estalle en Wuhan la pandemia del coronavirus (COVID-19). Una nueva normalidad que pasa de la grabación de un documental a la fragmentación de la pantalla (videollamadas, cámaras, etc…), y a una plasmación desenfocada debido a las prisas, nervios y falta de medios, debido a los inciertos tiempos que se viven y que lleva a todos a quedar recluidos de manera indefinida en las habitaciones del hotel a la espera de acontecimientos. Una forma de plasmar a través de un falso documental la angustia e incertidumbre de los primeros días de una realidad que ha marcado nuestro tiempo reciente y que termina emergiendo frente a cualquier pulsión artística, volviendo a quedar el proyecto en la recamara, pero siendo los medios audiovisuales a nuestro alcance testigos de lo ocurrido dando una nueva dimensión a la historia y a la época que, de manera fortuita y a nivel global, está tocando vivir. Una crónica inquietante y desoladora que parte de la comedia negra para pasar por la tensión apocalíptica primero y después por el drama íntimo, personal y reflexivo sobre el lugar que ocupamos en el mundo cuando un hecho pone el botón de nuestra existencia en “stand-by”. Un proyecto que se reinventó y que ofrece algo diferente, utilizando incluso materiales de archivo y grabaciones de terceras personas, en el reflejo de un trauma colectivo jugando con la personalidad autoral y la vena experimental con las pantallas como recurso y la inquietud vital como “leitmotiv”, captando la sensación de inmediatez, confusión y caos entre controles policiales y la desorientación ciudadana, en una cinta que se aprovecha de una fotografía realista así como primeros planos y visiones panorámicas, rompiendo las barreras que existen entre la ficción y lo documental y abandona terrenos previsibles hablando sobre el papel del tiempo, la memoria y la condición humana a través de las posibilidades de la cámara para plasmar momentos que quedan para la posteridad y una desesperanza que invade todo momento.
Conviene saber: La película está dirigida por Lou Ye.
La crítica le da un SEIS
