1990 es año importante por varios motivos: entraron en mi fiambrera inmortal tres grandes reservas: Greta Garbo, Bárbara Stanwyck y Ava Gardner. Pasaron otras cosas como un estallido de cursos de alfarería por culpa de ”Ghost”, una exhibición de David Lynch demostrando que se podía hacer narración televisiva de altísimo nivel con “Twin Peaks”; y el nacimiento un poco antes que yo de Bart Simpson. Pero también es importante porque nació una nueva estrella llamada Julia Roberts, a la que se vio por vez primera trabajando de camarera de "Mystic Pizza".
En una serie de películas populares enamoró a Usamerica hasta el punto de renovarse el viejo título de Mary Pickford: “novia de América”. Una novia más cara cada año. Julia había cobrado 90.000 dólares por hacer “Magnolias de acero”, en 1989, y después de "Pretty Woman", que hizo por 300.000 dólares, saltó al millón por “Durmiendo con su enemigo”, 3 por “Elegir un amor”, y 7 millones por interpretar brevemente al hada Campanilla y poner de los nervios a Spielberg durante el rodaje de “Hook”. Por “El informe Pelícano”, en 1993, le pagaron 8 millones, y tras cuatro años de hibernación, en 1997 con “La boda de mi mejor amigo”, percibió 12 millones, y luego exigió un sueldo de 15 por “Notting Hill”, en 1999. Su reencuentro con Richard Gere y con el director Garry Marshall en “Novia a la” fuga le permitió llegar a los 17, y por su primera película tras conseguir el Oscar, “The Mexican”, en 2001, alcanzó los 20 millones de dólares.
En 2006 llegó la actriz que la desterraría del puesto de la más cara, 29 millones de dólares que cobra Reese Witherspoon, pero Julia apareció a principios de año con mucho brío y llena de proyectos
El modelo de puta romántica que aceptó Julia tras rechazarlo otras candidatas, se conserva en perfecto estado. Hoy la suite del hotel Regent Beverly Wilshire en el que Julia enamoraba a Richard Gere es uno de los alojamientos más solicitados de Estados Unidos, aunque no creo que haya subido demasiado el consumo de los caracoles a la bourginon.
Su belleza en “Pretty woman” fue reforzada, aunque estos detalles no se quieren explicar casi nunca al dar los pormenores de la producción, y es un recurso viejo. Hitchcock fue uno de los primeros en emplear dobles de cuerpo para la escena de la ducha de “Psicosis” en 1961. La protagonista, Janet Leigh, sólo aceptó hacerlo sí llevaba postizos color carne en el pecho y en el vientre, pero se iban con el agua. El director recurrió a dos dobles, Margo Epper prestó su cuerpo para los planos largos, mientras que para las tomas más próximas prefirió el torso de Marli Renfro. Estas ocultaciones cinematográficas se piensan para mantener ante los espectadores una imagen favorable a sus fantasías sexuales. El secreto dejó de serlo cuando la prensa descubrió que correspondía a tres mujeres diferentes. A la propia Roberts, a la modelo Donna’ Scoggins, que le prestó su curvilínea figura para las fotos empleadas en carteles y publicidad, y a la bailarina Shelley Michelle, que cedió su cuerpo en el rodaje. Shelley Michelle es la estrella de las dobles de cuerpo y tiene aseguradas las piernas en un millón de dólares. Actriz y bailarina, antes de “Pretty Woman”, había doblado a Madonna en unas fotos que se hizo la cantante en 1979. Los productores de la película’ dejaron claro desde el principio que Shelley no figuraría en los títulos de crédito, así que al descubrirse su participación, negaron que Julia Roberts hubiera sido doblada.
Esta noche puedes disfrutarla como buen plan antes de morir a las 22:00 de la noche en TCM (dial 46 de Digital +)...
Me parece un estudio intersante sobre la millonada que cobra julia roberts y sobre el uso de los dobles , pero tengo la sensacion que no te gusta mucho la pelicula.
A los 96 años ha muerto el inolvidable y por siempre eterno actor Héctor Alterio. Argentina y España quedaron unidas más allá del charco gracias a su talento y recuerdo en trabajos que demostraron que el cine no entiende de patrias sino de emociones, memoria y dignidad a la hora de tender puentes a través del cine. Como elementos principales tuvo su innegable carisma, una voz llena de matices y una capacidad de que las emociones traspasarán la pantalla a través de una mirada limpia y expresiva gracias a sus ojos azules. Una larga vida en la que se dedicó hasta el último día al oficio al que tanto amaba y al que contribuyó a elevar a altas cotas siendo merecedor por todo ello del Goya de Honor en 2004.
Hay actores que traspasan lo que es una vida para formar parte de nuestros recuerdos para siempre. Es algo que va más allá de cualquier premio e, incluso, de la propia existencia ya que trascienden por siempre gracias a la pantalla. Es el caso de un Dick Van Dyke que celebra 100 años de vida en vida. Un nombre icónico de la industria del entretenimiento que bien merece del que se hable de él y se le reivindique cuando todavía puede recibir esa gratitud de su público por tantas risas y buenos ratos compartidos. Un rostro muy querido por su vitalidad, ironía y ligereza siendo un torrente de optimismo frente a la adversidad. Se una a una lista de centenarios compuesta por Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Bob Hope y Gloria Stuart o las todavía vivas Eva Marie Saint y Lee Grant.
Las primeras páginas del guion literario de esta serie indicaban lo siguiente: "Un amanecer que parece no querer llegar del todo, envuelto en un gris espeso, como si la ciudad estuviera reteniendo el aliento. La cámara avanza lentamente por un polígono industrial casi vacío. El sonido es mínimo: un viento leve, metal vibrando en alguna parte, una puerta mal encajada que golpea a intervalos irregulares. Los edificios que rodean la escena tienen el aspecto típicamente londinense de principios de los ochenta: ladrillo desgastado, cristales empañados, carteles viejos que nadie se preocupa ya en retirar.
No hace tanto tiempo pero ya parece que hace un mundo cuando quien más quien menos presentaba al mundo las 30, 40 o 50 películas destinadas a estar presentes en la carrera al Oscar 2026. El paso del tiempo, la selección natural, el pinchazo de calidad de algunos títulos y cierto ensimismamiento tendente a apoyar a los favoritas de turno, ha desembocado en lo que podría haber sido una carrera entre dos para terminar definiéndose, de manera poco sorprendente a estas alturas, en un paseo militar para Paul Thomas Anderson. La emoción quizá ya no está en la zona alta pero sí reside en películas que pelean por los puestos bajos de mejor película con el fin de que les den al menos la opción de poder decir que han sido nominadas al Oscar. Con las recientes nominaciones de Critics’Choice y Globos de Oro, ¿podemos ya dar por aseguradas al menos a 8 de las 10 futuras nominadas al Oscar?
Me parece un estudio intersante sobre la millonada que cobra julia roberts y sobre el uso de los dobles , pero tengo la sensacion que no te gusta mucho la pelicula.