Viviendo San Sebastián, the end
Querido Teo:
Se apagaron los focos del Festival de San Sebastián y la ciudad ha quedado más triste que nunca. Más allá de lo bonita y agradable que es Donosti durante cualquier época del año, esta mañana un aire de tristeza y melancolía flotaba en el ambiente, aunque también es muy probable que haya sido una sensación sólo mía… que pena pensar que aún queda un año para la próxima edición. Yo por mi parte he decidido que viviría en un festival permanente. Y no te creas que me he vuelto loca, te voy a explicar mis razones.
¿En qué otro momento de la vida diaria puedes permitirte ver hasta cinco películas al día? (Más es posible pero totalmente contraproducente para la salud mental). Durante estos días hemos visto de todo: películas que mejor no ir a ver al cine, otras con las que hemos disfrutado como enanos, otras que nos han impactado. Mi resumen en cuanto a lo mejor: con una sección oficial flojita, con películas buenas olvidadas en el palmarés como “Still walking” de Kore-Eda, la salvación ha estado en la sección de perlas de Zabaltegi llena de pequeñas grandes películas, a saber, “Burn after reading” de los Coen, “Lemon tree” o “Happy go lucky”.
¿En qué otro festival te pegas literalmente para entrar a una gala? Los veteranos del festival se ponen sus mejores galas para ir a ver los premios Donosita o la inauguración y cierre del festival. Uno hace su cola, de hora y media si quieres estar cerca, y en cuanto abren las puertas, la avalancha se te echa encima, mete codos y empujones y yo, que iba tan tranquila, fui arrasada por al menos 20 señoras entrenadas para esto. Lo mejor, pañuelos atados en las sillas para reservar sitios, viva la imaginación.
¿En qué otra ciudad puedes encontrar una maravilla gastronómica como los pintxos? Uno de los mejores momentos del día, sin querer parecer frívola, era la salida de las sesión de 19.30, cuando llegaba el momento de tomar la dura decisión de dónde deleitar nuestro paladar. Ejemplos muchos: Oquendo, La cutxara, La fábrica… Entrar en cualquier bar-restaurante del casco antiguo es una delicia para el paladar y para la vista.
¿En qué otro evento puedes estar durante diez días, comida y cena, de cocktail en cocktail y de fiesta en fiesta? Los otros festivales españoles, las películas a concurso…cualquier excusa es buena para organizar una reunión donde charlar, encontrarse con la gente y seguir tomando los famosos pintxos donostiarras. En este apartado unos destacados: el mejor cocktail el de la fiesta de clausura del festival, celebrado en el palacio de Miramar y hecho por el chef Mikel Santamaría donde, milagrosamente, hasta sobró comida. La mejor fiesta, sin duda, la que organizó el equipo de la película española “Camino” en el Hotel Londres, música en directo de Russian Red, comida, bebida y un buen ambiente.
¿En qué otra ciudad puedes disfrutar de la elegancia y tranquilidad de la vida de San Sebastián? A pesar de que la ciudad estaba tomada literalmente por los asistentes al festival, un paseo por la Contxa, acercarse hasta el Peine de los vientos, o asomarse a la playa de Zurriola a observar a los surfistas son los mejores planes para el descanso de media hora (el trabajo no deja más tiempo libre, una pena).
¿A que te he convencido? Yo estoy triste Teo, muy triste desde ayer. La fiesta como te he dicho fue una de las mejores, con un escenario como el Palacio de Miramar, el buen tiempo nos dejo disfrutar en los jardines que rodean la casa. Parrillas con carne, pintxos imposibles y hasta chupitos de gelatina de ron (patrocinador de fiesta) sirvieron para alimentar a los pobres hambrientos que llegábamos exhaustos después de la semanita laboral.
Y algo bien pensado por parte de la organización: dos ambientes diferenciados, la parte de atrás con música caribeña que derivó en clásicos del rock, y la parte delantera con música algo más alternativa. Y, ¿a que no sabes cuál era la experiencia emocionante de la noche? Dos serpientes, que estaban vivitas y coleando, para que todo el que quisiera se la enrollase al cuello y tuviese una foto de recuerdo. Yo ya te digo que no me la puse, entre que me daban pena los animalitos que debieron acabar hartos de tanto pose, y que a mí esos bichos no me apasionan, les dejé la experiencia a otros compañeros a los que les hacía más ilusión. Lo que no se es sí el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, o el líder de PSV, Patxi López, se lanzaron a colgarse una pitón al cuello. Yo creo que no, pero cosas más raras se han visto en este Festival, la verdad…
Dos horas antes de la fiesta, se habían entregado los premios en el Kursaal. Un palmarés discutido y discutible, pero que nos permitió ver a la entrañable protagonista de “Pandora’s box” la francesa Tsilla Chelton de 90 años gritando emocionada “Viva España, viva Francia y viva la vida”. El otro momento de la noche fue algo más raro. Jorge Drexler, autor de una canción de la banda sonora de “El nido vacío”, recogía la Concha de plata de Oscár Martínez, mejor actor que no puedo ir a la gala. ¿Y sabes quién le dio el premio? Su embarazada novia Leonor Watling, una de los miembros del jurado. Una imagen rara, rara, como diría Papuchi Iglesias, pero que tampoco nos sorprendió después de ver a la pareja demostrando su amor apasionado por las calles de la ciudad durante todo el festival. Ha sido sin duda otra de las imágenes de estos días…
Un álbum recopilado por Juan Zavala lleno de grandes momentos que ya han quedado para la historia del Festival de San Sebastián… Nos vemos el año que viene…
albumfotos_sansebastian2008.mp3
Martajar