50 películas que hay que ver antes de morir: "A sangre fría" (1967), el Capote periodista
Querido diario:
A finales de los sesenta del siglo pasado, esta historia de Truman Capote revolvió a los espectadores con una violencia que nunca habían visto. La novela le había llevado al éxito y la fama, pero a costa de cinco años de trabajo y buena parte de su equilibrio emocional, concentrados desde entonces en las paginas de la obra por la que más se le recordará: este alegato contra la pena de muerte.
Cuando Bogart hacía una de sus películas consideradas peores, "La burla del diablo" de John Huston, en 1953, llamaron a Capote. Ya había escrito varios guiones y tenía fama de poder ser capaz para el encargo: escribir una escena al día. El director había desechado el guión original y no podían cambiarse las fechas de producción sin un coste excesivo. Capote lo hizo.
Bogart escribió a Lauren Bacall sobre el personaje que acababa de conocer, «Al principio produce incredulidad de tan raro que es, pero luego querría uno tenerlo siempre al lado». Bogart le apodó "Caposy" (ramito de flores) y eso que el escritor le ganó siempre que jugaron a echar un pulso.
Esa cualidad para comunicarse con personas muy distintas a él, le permitió hacer la novela, y la fama que le dio, le permitió influir en la elección del hombre que haría la película, y que se convertiría en su mejor película.
Richard Brooks conocía a Capote y el escritor confiaba en él por sus resultados al adaptar a Tennessee Williams en "La gata sobre el tejado de zinc" y "Dulce pájaro de juventud”. Capote sabía que Brooks podía contar la historia con la frialdad necesaria, la frialdad que él había buscado, describiendo lo ocurrido como si se tratara de un forense ante un cadáver.
Los asesinos reales esperaban en el corredor de la muerte mientras Capote corregía y corregía el final de su libro, y pasaba a Brooks las pruebas de imprenta. El director necesitaría todo un año para escribir el guión.
Se esperaba la adaptación cinematográfica con la curiosidad que despierta los súper-ventas, y tanto Estudios como directores se interesaron aunque el aspirante que estuvo más cerca fue Otto Preminger, y tampoco lo logró. La relación entre Capote y Brooks convenció a Columbia de que era mejor no forzar las cosas, aunque Brooks tuvo que convencer personalmente a los ejecutivos de que no era buena idea que Paul Newman y Steve McQueen fueran los dos criminales.
Brooks estaba de acuerdo en lo esencial, que era evitar a toda costa cualquier juicio moral de las acciones psicópatas de Perry y Dick, interpretados finalmente por Robert Blake y Scott Wilson, en uno de los grandes ejemplos de reparto acertado. Brooks usó un diálogo al final, el del periodista que presencia las ejecuciones, para resumir el sentido moral que tenía la historia para él: «cuatro inocentes, dos culpables, seis asesinatos»
Capote siempre se mantuvo bastante alejado de las películas que se hacían con sus libros, cuando no privadamente molesto. En este caso sus palabras tras conocer las cinco candidaturas al Oscar fueron más expresivas: «No es exactamente mi libro, pero sí una película endiabladamente buena». Sigue siendo la mejor mini-crítica que puede hacérsele, incluyendo siempre el endiabladamente.
Puedes verla en TCM (dial 46 de Digital +)
Canciones para un programa de radio que ya no está 🙁
Primera Hora
101 - Tom Waits - Jockey Full of Bourbon.
102 - The Monkees - I'm a Believer.
103 - Alice Cooper - Poison.
104 - Tom Petty And The Heartbreakers - Learning to Fly.
105 - Beth Gibbons And Rustin Man - Tom the Model.
106 - Boards Of Canada - Dayvan Cowboy.
107 - Chris Robinson - Safe In The Arms Of Love.
108 - Elvis Costello - Pump It Up.
109 - Felt - Primitive Painters.
Segunda Hora
201 - The Stingers - Give Me Power.
202 - Living Colour - Cult of Personality.
203 - Oasis - Don't Look Back In Anger.
204 - Jesse Malin - Queen of the Underworld.
205 - Nine Inch Nails - Closer.
206 - The Charlatans - The Misbegotten.
207 - Samiam - Ordinary Life.
208 - Sigur Rós - Gobbledigook.