In Memoriam: Miguel Picazo, la pasión reprimida
Querido Teo:
A los 89 años falleció Miguel Picazo, que para los modernos sería ejemplo en nuestra cinematografía de un “one hit wonder” y es que a él debemos “La tía Tula”, adaptación de la novela de Miguel de Unamuno que él trasladó a los 60 contando con una gran Aurora Bautista en esa historia de represión sexual provocada por el roce entre la Tula del título y su cuñado viudo. Ganó el premio al mejor director en el Festival de San Sebastián en 1964 y desde ese momento creó escuela.
Su esquiva relación con los productores le hizo tener una carrera exigua pero experimental y sugerente, bordeando lo experimental y también lo opresivo. Es el caso de “Oscuros sueños de Agosto” (1967), “Los claros motivos del deseo” (1977), “El hombre que supo amar” (1978) y “Extramuros” (1985), premio a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián para Mercedes Sampietro. También fue guionista (de su filmografía y de series como “Crónicas de un pueblo”) y actor destacando sus papeles de doctor en “El espíritu de la colmena” (1973), cura en “Remando al viento” (1988) y profesor de cine en “Tesis” (1996), ese Figueroa tan friki como inquietante. En 1997 recibía el Goya honorífico.
Nacho Gonzalo