La Música Clásica De Nuestro Tiempo: "Dune. Parte 2" // Hans Zimmer
Estamos escuchando Worm ride de Hans Zimmer para la banda sonora de "Dune. Parte 2", la secuela dirigida por Denis Villeneuve que se estrenó hace ya unos meses, pero que todavía sigue (y seguirá) presente en el imaginario colectivo, proyectándose como una de las películas más importantes del año y de las que probablemente estén muy presentes en los Oscar del año que viene.
De hecho, una de las candidaturas más potentes de la película será sin duda la banda sonora, y es que sí, volvemos a hablar de Zimmer, pero es que el compositor alemán no para de reinventarse y de lanzar composiciones al más alto nivel, y aquí vuelve con una música que explora, experimenta y sucede de forma natural y estimulante a una primera parte que ya era realmente especial.
Es curioso porque "La Música Clásica de Nuestro Tiempo" nacía con "Dune. Parte 1", así que os animo a realizar el ejercicio de escuchar todo lo que hablamos allí en su momento, de una forma un poco más descarnada y primeriza, y en esta segunda parte me centraré más en las nuevas adiciones de la composición y no tanto en la recuperación en momentos puntuales, como ese tema principal con la voz de Loire Cotler, de los leitmotivs de la primera película.
Del compositor alemán no necesitamos hablar, por lo que entraremos directamente en materia.
El tema principal de esta segunda parte cuenta Zimmer que lo escribió mientras se encontraba en su gira europea (gira donde recibió, en Ámsterdam, su segundo Oscar en aquella foto en bata que daba bastante reparo teniendo en cuenta el feo que le hizo la Academia quitando la categoría de la retransmisión principal), mientras abría el set de los conciertos con esa melodía y evidentemente, el público (yo incluido, ya que le vi en París) no tenía ni idea de qué estaba escuchando.
La melodía consiste en Pedro Eustache, músico habitual de Zimmer, tocando con su duduk y Loire Cotler, la voz femenina tan icónica de este "Dune", cantando en voz muy baja. Más adelante hablaremos del duduk, pero de esta forma Zimmer consigue un impacto emocional mayor que en la primera película, de manera tranquila y sutil, obligando en cierta forma al público a abrir su corazón.
Recordando en cierta forma a Vangelis, la melodía representa y recuerda a un anhelo, roto quizá, pero imparable, que comienza como un amor que nace pero después como uno que rompe. Es el núcleo emocional y, para mí, lo que realmente hace esta composición tan emocionalmente memorable.
Y evidentemente por un lado tenemos el tema melódico, emocionante de Paul y Chani, pero en "Dune. Parte 2" el otro gran motivo que resuena entre el resto es el tema de los Harkonnen, subrayado por la nueva presencia de Feyd-Rautha Harkonnen, interpretado por Austin Butler.
Y es que el nuevo tema se presenta en esa ya icónica secuencia en el coliseo, en blanco y negro, donde el planeta, sus dientes, su corazón, es negro. Es extravagante, pero Zimmer le da un frío brillo metálico, como industrial, pero también melancólico. Esto poco tiene que ver con el Zimmer de "Gladiator". Es cruel y visceral, pero con una sensibilidad y valentía a la hora de inventar los sonidos en ese tema titulado Harkonnen Arena.
Zimmer juega entre asustar al público y atosigarle con notas discordantes entre sí, difíciles de aceptar, creando una oposición clara a lo que supone el tema de Paul y Chani, aportando al público una visión oscura pero necesaria, que confronta al espectador y a los protagonistas. Y es que es una de las secuencias de presentación de villano más icónicas de los últimos años, siendo una unión excelsa de todos los elementos cinematográficos.
Zimmer habla de su amigo Chas Smith, músico y soldador, con el que obtienen todos los metales fundidos necesarios para construir instrumentos, como por ejemplo el duduk antes mencionado, un instrumentos armenio precristiano que Eustache ha convertido ya prácticamente suyo, tocándolo no sólo en las composiciones de Zimmer sino también en conciertos; personalmente os animo a buscar vídeos porque es realmente espectacular. También tuvieron instrumentos de madera fabricados en Francia en los años 20.
Al final, la banda de Zimmer es un grupo tremendamente internacional, no juegan con las mismas normas que las de una partitura habitual de Hollywood. Son virtuosos, siendo algunos de los mejores intérpretes de esos instrumentos en el mundo, y ellos crean también lo que supone la textura de "Dune".
Entonces por un lado están los instrumentos que construyen y por otro los electrónicos. Por ejemplo siempre está ahí Tina Guo, la violonchelista eléctrica que, cada vez que agarra su cello, parece que desata un auténtico infierno. Zimmer también habla siempre del guitarrista Guthrie Govan, que insiste que también es uno de los mejores en lo suyo.
Zimmer experimenta también en temas como Paul drinks, donde parece que se inspire directamente en Pink Floyd, con esas cascadas de gritos enloquecedores, puntuados nuevamente por sonidos de la batería de Zimmer. Y lo curioso es que esta referencia no es gratuita, ya que para uno de los trailers Zimmer ya recomponía Eclipse de Pink Floyd, evocando a la época primeriza más popera y grupal del compositor alemán.
Finalmente, destacar que el segundo día de rodaje Denis Villeneuve entró sin decir palabra a la oficina de Zimmer y dejó el libro "Dune: Mesías" en su escritorio. Zimmer sabe hacia dónde van y que aún no han terminado.
Y es que el compositor alemán no para de trabajar. Hace poco hablábamos de "The creator", ahora de "Dune. Parte 2", y en estos momentos se encuentra en cartelera otra película con composición suya, "Kung Fu Panda 4", junto a Steve Mazzaro. Zimmer estrenará este año, como mínimo, "Mufasa: El rey león" junto a Nicholas Britell, de la que me juego el pellejo que hablaré seguro, la serie "El tatuador de Auschwitz" y la película "Eden" de Ron Howard, además de volver a Estados Unidos y Canadá con su banda en una nueva etapa de su tour.
Imparable, incansable, y sencillamente el compositor más en forma ahora mismo. Esto es Kiss the ring de Hans Zimmer.
Hasta la próxima banda sonora.
Iker González Urresti