"Sara Montiel"

Las diferencias entre Sara Montiel y Penélope Cruz, las dos únicas mujeres que han conectado España y Hollywood, reflejarían de forma muy atractiva la diferencia entre tres generaciones, ya que Sara podría haber sido abuela de Penélope. El último libro escrito sobre “la Montiel”, ilustrado ricamente, recorre su vida desde niña al momento en que se retiró del cine, al que no regresaría ni a petición de Pedro Almodóvar. Es difícil para los menores de sesenta años hacerse idea de la popularidad alcanzada por Sara Montiel, y la clase de país donde lo hizo. Los autores recuperan una anécdota de las memorias de la estrella que resulta reveladora (Sesionparaputas.txt).

Título: “Sara Montiel”

Autor: José Aguilar y Miguel Losada

Editorial: T&B Editores. Colección Portfolio

Los autores han tenido la ocasión de contarse entre los amigos personales de Sara, lo que no anula su capacidad para subrayar errores, y les aleja del rumor escandaloso. No se trata de una biografía al uso, ni las dimensiones de la obra lo permitirían, sino de un repaso general donde lo valioso es la selección de momentos que hacen el libro lo bastante ameno incluso sin ser fan de la artista.

George Cukor afirmaría en un momento dado que las tres mujeres más bellas eran Liz Taylor, Ava Gardner y Sara Montiel; Pablo VI la recibiría en el Vaticano con motivo de su boda; entre sus amistades momentáneas o duraderas están todos los actores del Hollywood de los años cincuenta, desde Marilyn a Gable. En España consiguió hacer alguna película que los críticos de hoy consideran de calidad artística, como “Esa mujer”, a las órdenes de Mario Camus y con guión de Antonio Gala, aunque su popularidad se basa en películas menos resistentes al paso del tiempo.

El libro sugiere que la artista fue un híbrido entre la España de postguerra y la del desarrollo, y que se apagó por selección natural al surgir la democracia, aunque recuperó el brillo de la admiración años después, por los modernos de la movida madrileña. El texto está salpicado de imágenes excelentes y momentos de rodaje, anécdotas jugosas y opiniones basadas en el conocimiento del personaje. José Aguilar nos cuenta algunos de esos momentos en el podcast.

El esfuerzo por mantener a la biografiada en el pedestal de la amistad, se aprecia en que en todo el texto no aparece relación alguna entre la estrella de su tiempo y el dictador del país, a pesar de que la misma Sara contó en la televisión al cumplir ochenta años que Franco la había mandado en misión secreta en 1965 a los países del Este, donde se veían todas sus películas. “Tuve que ir a Rumanía a pedir madera porque en España no había ni para hacer una silla. Fui consciente de que me estaba usando. No tenía otra opción, no quería que me fusilara”. Este libro es una buena manera de aproximarse a Sara Montiel, y buscarla un poco más en sus propias memorias.

Carlos López-Tapia