
In Memoriam: Sean Connery, el escocés indómito de estrella perenne
Querido Teo:
A los 90 años nos ha dejado una de esas presencias emblemáticas que no son tan habituales en el cine contemporáneo. El concepto de "estrella de cine" está cada vez más en desuso y son pocos los que han trascendido como iconos a lo largo de varias generaciones incluso, como es el caso, a pesar de llevar 17 años retirado. Sean Connery era uno de ellos. Y es que no sólo fue el genuino James Bond a lo largo de siete películas entre 1962 y 1983, el padre profesor de "Indiana Jones y la última cruzada (1989), o el ganador del Oscar por su única nominación gracias al sagaz policía Jim Malone de "Los intocables de Eliot Ness" (1987). También rezumó presencia en “Marnie la ladrona” (1964) de Alfred Hitchcock y demostró su carisma y magnetismo, además de cierto lado pícaro y canalla, en las tan aventureras como históricas “El viento y el león” (1975), "El hombre que pudo reinar" (1975) y “Robin y Marian” (1976), en esta última como el crepuscular y noble arquero al lado de Audrey Hepburn.