Colgados de la plataforma: Del 15/09/2025 al 10/10/2025
Querido primo Teo:
Con la muerte de Robert Redford se apaga una de las presencias más luminosas y elegantes que ha conocido la gran pantalla. Actor, director y productor, supo conjugar como pocos el atractivo físico con una inteligencia serena y un talento versátil que lo convirtieron en el príncipe indiscutible del nuevo Hollywood. Aquel movimiento que emergió tras la caída del viejo sistema de estudios trajo consigo un cine más libre, menos encorsetado, capaz de dialogar con la modernidad que llegaba de Europa y de abrir nuevas rutas narrativas y estéticas. En ese territorio fértil, Redford brilló con una fuerza singular, encarnando personajes que marcaron a generaciones y consolidándose como símbolo de una época en la que el cine estadounidense se reinventaba con audacia. De esa constelación de artistas, equiparable a lo vivido en el Hollywood dorado, nacieron obras que hoy consideramos clásicos, auténticas joyas que testimonian no solo el esplendor de una etapa irrepetible, sino también la huella imborrable de Redford en la memoria del séptimo arte. A ellos le dedicamos nuestros clásicos y joyas de esta entrega.
PELÍCULAS
“Steve” de Tim Mielants (Netflix) Estreno directo en la plataforma
Tim Mielants vuelve a encontrarse con Cillian Murphy en “Steve”, un drama intenso que adapta la novela de Max Porter y que se adentra en las grietas del sistema y del alma humana. La historia sigue a un director de reformatorio exhausto, un hombre que carga sobre sus hombros el peso de un entorno hostil y deshumanizado, hasta que centra su mirada en uno de sus jóvenes internos, marcado por la condena de un futuro inexistente. En ese vínculo frágil y doloroso se despliega un retrato de la desesperanza, pero también de la posibilidad de redención, en una narración que promete combinar crudeza social y una profunda exploración emocional.
“La mujer del camarote 10” de Simon Stone (Netflix) Estreno directo en la plataforma
Keira Knightley encabeza “La mujer del camarote 10”, adaptación de la exitosa novela de Ruth Ware que dirige Simon Stone. El film nos sumerge en un inquietante thriller psicológico donde una periodista, invitada a cubrir la travesía inaugural de un exclusivo yate de lujo, presencia en mitad de la noche cómo una mujer cae al mar. Sin embargo, cuando intenta dar la voz de alarma, nadie parece creerla. En ese clima asfixiante, marcado por el aislamiento y la desconfianza, la protagonista deberá enfrentarse no solo al misterio que la rodea, sino también a la amenaza de perder su propia credibilidad, en una historia que combina tensión, elegancia visual y la ambigüedad propia de los grandes relatos de intriga.
“Juego sucio” de Shane Black (Amazon Prime) Estreno directo en la plataforma
Shane Black dirige a Mark Wahlberg y Lakeith Stanfield en “Juego sucio”, una nueva inmersión en un territorio que conoce como pocos: la comedia de acción con aroma a clásico. Inspirándose en el universo criminal ideado por Donald W. Westlake, la película presenta a un protagonista carismático y astuto —un ladrón de élite con un código propio— que se ve arrastrado a un enfrentamiento a gran escala contra la implacable mafia de Nueva York por el control de un golpe millonario. Con su habitual mezcla de diálogos afilados, ritmo endiablado y un tono entre lo irreverente y lo noir, Black promete un espectáculo vibrante que combina ingenio, violencia estilizada y personajes que no dejan de ser entrañables.
“El cielo de los animales” de Santi Amodeo (Movistar +)
Basándose en los relatos del escritor estadounidense David James Poissant, el director español Santi Amodeo ha llevado a la gran pantalla "El cielo de los animales", una emotiva reflexión sobre la pérdida y las segundas oportunidades. La película, que combina sensibilidad y un sutil sentido del humor, cuenta con un reparto de primer nivel encabezado por Raúl Arévalo, Manolo Solo, Paula Díaz y Jesús Carroza, quienes dan vida a una galería de personajes marcados por el dolor, la memoria y el anhelo de redención.
“El perfume de Iraq” de Léonard Cohen (Movistar +) Estreno directo en la plataforma
Film de animación que reconstruye, con sensibilidad y fuerza visual, la vida del periodista francoiraquí Feurat Alani y la de su familia a lo largo de casi tres décadas, entre 1989 y 2017. A través de su mirada personal, la película traza un retrato íntimo y a la vez histórico de un país sacudido por acontecimientos decisivos: la invasión estadounidense, la caída de Saddam Hussein y la posterior lucha contra el ISIS. El resultado es un relato profundamente humano que combina memoria, historia y emoción para iluminar las huellas que dejan los grandes conflictos en la vida cotidiana.
“Contigo, todo” de William Bridges (Apple TV+) Estreno directo en la plataforma
Drama romántico que se apoya en la innegable química de sus protagonistas, Imogen Poots y Brett Goldstein, para explorar con delicadeza y humor las complejidades del amor y la amistad. La historia sigue a una pareja de amigos inseparables desde sus años universitarios que, tras una larga serie de relaciones fallidas y años de complicidad, comienzan a preguntarse si la razón de su infortunio sentimental no estará en una cuenta pendiente entre ellos, en un sentimiento que nunca se atrevieron a confrontar.
DOCUMENTALES
“John Candy: I Like Me” de Colin Hanks (Amazon Prime)
El actor Colin Hanks se pone detrás de la cámara para dirigir “John Candy: I like me”, un documental que rinde homenaje a la vida y al legado del inolvidable comediante canadiense. La película revisita la trayectoria de Candy, un talento desbordante cuya mezcla de ternura, carisma y desparpajo lo convirtió en una de las figuras más queridas del cine y la televisión de los años ochenta y principios de los noventa. Su carrera, marcada por títulos que hoy son parte de la memoria sentimental de toda una generación, quedó truncada en 1994, cuando falleció prematuramente a los 43 años a causa de un infarto. Con este trabajo, Hanks busca recuperar no solo al artista que arrancaba carcajadas con facilidad, sino también al hombre que supo conmover y dejar una huella imborrable en la comedia contemporánea.
“Clasificado ‘S’: transgresión en la Transición” de Alberto Sedano (Movistar +)
La muerte de Franco en 1975 abrió de par en par las puertas a un cine hasta entonces constreñido por la férrea censura. Durante un breve periodo de transición, entre 1975 y 1977, las restricciones comenzaron a relajarse, hasta que finalmente la censura fue abolida y se instauró una nueva fórmula de control: la célebre clasificación “S”. Concebida supuestamente para “proteger a los espectadores de aquellas películas que pudieran herir su sensibilidad”, la etiqueta se aplicaba a cintas cuyo contenido resultaba especialmente violento, sexual o político, convirtiéndose en un auténtico cajón de sastre donde cabían desde propuestas experimentales e inclasificables hasta filmes de explotación diseñados para atraer al público con su halo de prohibición. Vigente entre 1978 y 1983, la clasificación “S” se transformó pronto en un poderoso reclamo comercial para una sociedad que, tras cuatro décadas de dictadura nacional-católica y represión moral, buscaba en las salas de cine una vía de escape, una ruptura con el pasado y una experiencia de libertad sin precedentes. Más que un simple distintivo, la “S” terminó simbolizando una época convulsa y fascinante, en la que el cine español se debatía entre el deseo de transgresión y la búsqueda de una nueva identidad cultural. Alberto Sedano plasma esa época en un documental que puedes ver en Movistar +.
“Adidas vs. Puma” de Oliver Clark y Blair Macdonald (Disney +)
A lo largo de tres episodios, “Adidas vs. Puma” narra la insólita y fascinante historia de Adi y Rudi Dassler, dos hermanos cuya intensa rivalidad personal y empresarial marcó un antes y un después en el mundo del deporte. Su enfrentamiento, que se prolongó durante décadas, no solo dividió a su entorno más cercano, sino que también impulsó una feroz competencia que acabaría moldeando la moderna industria de la ropa deportiva, dando origen a dos de las marcas más emblemáticas del siglo XX.
CLÁSICOS Y JOYAS
“Dos hombres y un destino” de George Roy Hill (Disney +)
La verdadera consagración de Robert Redford como estrella llegó en 1969 con “Dos hombres y un destino”, dirigida por George Roy Hill. Hasta entonces, Redford había cosechado cierto prestigio en el teatro y había llamado la atención en papeles cinematográficos menores, pero fue su encarnación de Sundance Kid, junto a un Paul Newman en plenitud, la que lo catapultó definitivamente al estrellato. La película, que reescribía el mito del wéstern con un tono irónico y desenfadado, convirtió a la pareja Newman-Redford en una de las más carismáticas de la historia del cine. Redford aportó al personaje una mezcla de encanto juvenil, ligereza y un magnetismo natural que equilibraba a la perfección con la veteranía y picardía de Newman. El éxito arrollador del film —un fenómeno de taquilla y crítica— no solo consolidó a Redford como una de las nuevas caras del Hollywood de finales de los sesenta, sino que además lo situó en la vanguardia de un cine que comenzaba a dialogar con los nuevos públicos y las nuevas sensibilidades. Con “Dos hombres y un destino”, Redford dejó de ser una promesa para convertirse en un icono generacional, una figura capaz de rivalizar con los grandes mitos del Hollywood clásico y de inaugurar una nueva etapa en la que el actor, con su atractivo y talento, simbolizaría el espíritu de renovación de la industria.
“Bonnie y Clyde” de Arthur Penn (Rakuten TV)
“Bonnie y Clyde” (1967) se erige como uno de los títulos clave en el nacimiento del llamado Nuevo Hollywood, esa corriente que revolucionó la industria estadounidense a finales de los años sesenta. Dirigida por Arthur Penn, la película no solo rompió con las convenciones del cine clásico al mezclar violencia explícita, lirismo romántico y un trasfondo de crítica social, sino que también conectó con una juventud desencantada que buscaba en la pantalla relatos más audaces y libres. La cinta significó la consagración de Warren Beatty, no solo como actor sino también como productor visionario, al apostar por un proyecto arriesgado que los grandes estudios miraban con recelo. A su lado, Faye Dunaway deslumbró en el papel de Bonnie Parker, alcanzando de inmediato el estrellato y consolidándose como uno de los rostros icónicos de la nueva generación de intérpretes. Asimismo, la película sirvió de plataforma para el despegue de Gene Hackman, cuya interpretación del hermano de Clyde llamó la atención de crítica y público, anticipando la sólida carrera que lo convertiría en uno de los grandes actores de su tiempo. Convertida en fenómeno cultural, “Bonnie y Clyde” no solo transformó el modo de contar historias en Hollywood, sino que abrió la puerta a una década de experimentación formal y narrativa en la que la violencia, la ambigüedad moral y el antihéroe moderno ocuparon un lugar central.
“Alguien voló sobre el nido del cuco” de Milos Forman (Rakuten TV)
La consagración definitiva de Jack Nicholson como gran estrella del Nuevo Hollywood llegó con “Alguien voló sobre el nido del cuco” (1975), la célebre adaptación de la novela de Ken Kesey dirigida por Miloš Forman. La película, ambientada en un hospital psiquiátrico, se convirtió en uno de los títulos más representativos de los años setenta por su capacidad para combinar drama humano, crítica institucional y espíritu de rebelión. En el centro de esta historia se encuentra Randle P. McMurphy, un delincuente que finge padecer una enfermedad mental para evitar la cárcel y que, al ingresar en la institución, se enfrenta a la autoridad férrea de la enfermera Ratched. Nicholson encarna al personaje con un magnetismo salvaje y una energía indomable, proyectando una mezcla de humor, desafío y humanidad que conecta de inmediato con el espectador. Su interpretación no se limita a construir un héroe rebelde, sino que lo dota de matices que lo hacen profundamente humano, oscilando entre la irreverencia y la vulnerabilidad. La química entre Nicholson y Louise Fletcher, que interpreta a la implacable Ratched, contribuyó a elevar la tensión dramática de la película, convirtiendo su enfrentamiento en una metáfora del choque entre el individuo libre y las estructuras opresivas de poder. Esta dimensión simbólica, unida al talento de Forman para dirigir a un elenco coral, hizo que la película trascendiera el drama hospitalario para convertirse en una obra de enorme resonancia política y cultural. El éxito fue rotundo: “Alguien voló sobre el nido del cuco” arrasó en los Oscar, convirtiéndose en una de las pocas cintas de la historia en obtener los cinco premios principales (película, director, actor, actriz y guión adaptado). Para Nicholson, el reconocimiento de la Academia como mejor actor supuso mucho más que un galardón: significó la consolidación definitiva de su imagen como intérprete carismático, complejo y profundamente ligado al espíritu contestatario de su tiempo. A partir de este momento, se afianzó como una de las figuras más icónicas y transgresoras de la industria, capaz de llevar a la gran pantalla personajes que desafiaban las normas establecidas y encarnaban la energía creativa y libertaria del Nuevo Hollywood.
“Klute” de Alan J. Pakula (Rakuten TV)
La consagración de Jane Fonda como una de las grandes actrices del Nuevo Hollywood llegó con “Klute” (1971), el inquietante thriller psicológico dirigido por Alan J. Pakula. La película, segunda colaboración de Pakula con el guionista Andy Lewis, se inscribe dentro de un cine estadounidense que comenzaba a explorar con valentía la desconfianza hacia las instituciones y la complejidad moral de sus personajes, alejándose de los arquetipos clásicos. En este contexto, Jane Fonda ofrece una interpretación memorable en el papel de Bree Daniels, una prostituta neoyorquina con aspiraciones de actriz, profundamente consciente de su posición en la sociedad y de su propia vulnerabilidad. Lejos de caer en clichés, Fonda construye un personaje moderno y contradictorio, dueño de su cuerpo y su deseo, pero atrapado en un mundo de violencia soterrada y vigilancia constante. Su Bree es introspectiva, inteligente y emocionalmente compleja; un retrato de mujer que encarna la efervescencia cultural y política de principios de los setenta. Esta actuación, de enorme sutileza y poder, le valió el Oscar a la mejor actriz y la consolidó como una figura central del Nuevo Hollywood, capaz de combinar un fuerte compromiso ideológico con un talento interpretativo fuera de lo común. Al mismo tiempo, “Klute” supuso la confirmación definitiva del talento de Donald Sutherland, que interpreta a John Klute, un detective rural que llega a Nueva York para investigar la desaparición de un hombre de negocios. Frente a la intensidad emocional y la franqueza de Bree, Sutherland aporta una interpretación contenida, llena de silencios y miradas, que refuerza la tensión psicológica del relato. Su personaje actúa como contrapunto perfecto al de Fonda, creando una dinámica cargada de ambigüedad, desconfianza y atracción. La dirección de Pakula, con su meticuloso uso de encuadres, espacios urbanos opresivos y un tono de creciente paranoia, dota a la película de una atmósfera inquietante que anticipa temas que dominarían el cine estadounidense de la década. “Klute” no solo se convirtió en un clásico del thriller setentero, sino que marcó un antes y un después en la representación de personajes femeninos complejos en Hollywood. Para Jane Fonda, significó el momento en que dejó de ser vista únicamente como heredera de un apellido ilustre para convertirse en una artista plenamente autónoma y en una voz cultural de primer orden. Para Sutherland, fue la confirmación de su capacidad para transitar entre el cine comercial y el autoral, consolidándolo como uno de los intérpretes más versátiles de su generación.
“El Padrino. Parte II” de Francis Ford Coppola (Amazon Prime)
“El Padrino II” (1974), dirigida por Francis Ford Coppola, se erige como una de las grandes obras maestras del cine estadounidense y un referente absoluto del Nuevo Hollywood. Continuación y, a la vez, precuela de “El Padrino” (1972), la película profundiza en la saga de la familia Corleone, mostrando tanto el ascenso al poder del joven Vito como la consolidación de Michael Corleone como cabeza de la familia en la época contemporánea. Esta dualidad temporal convierte al film en una exploración compleja de la herencia, el poder y la corrupción moral que acompaña a quienes buscan mantener su imperio familiar. La película reunió los talentos de dos de los intérpretes más destacados de su generación: Al Pacino y Robert De Niro. Pacino retoma el papel de Michael Corleone, un hombre atrapado entre su deber como jefe de la familia y los dilemas éticos y personales que surgen de su poder absoluto. De Niro, por su parte, interpreta al joven Vito Corleone en una serie de flashbacks que reconstruyen su llegada desde Sicilia a Nueva York y su gradual ascenso en el mundo del crimen organizado. Aunque los dos actores no comparten escenas, sus interpretaciones se entrelazan de manera narrativa y temática, ofreciendo un retrato poliédrico de la familia Corleone a lo largo de distintas generaciones. La actuación de De Niro fue especialmente aclamada: con gestos mínimos, un silencio cargado de significado y un magnetismo natural, logró capturar la esencia del joven Vito, aportando una frescura que complementaba la legendaria interpretación de Marlon Brando en la primera película. Su trabajo fue reconocido con el Oscar al mejor actor de reparto, un premio que consolidó su lugar como uno de los intérpretes más versátiles y magnéticos del cine contemporáneo. Coppola, junto al guión coescrito con Mario Puzo, combina magistralmente épica y detalle íntimo. La película no solo narra la expansión y la consolidación del poder de los Corleone, sino que también aborda temas universales como la ambición desmedida, la traición, la culpa y la soledad inherente al poder absoluto. La tensión dramática, potenciada por la fotografía de Gordon Willis y la banda sonora de Nino Rota, convierte cada escena en un equilibrio entre belleza visual, narrativa emocional y gravedad moral. “El Padrino II” marcó un hito cultural y cinematográfico. No solo consolidó a Coppola como uno de los grandes directores de su generación, sino que elevó el estándar del cine de mafias, mostrando que el género podía ser tanto un thriller emocionante como un profundo estudio de carácter y de las dinámicas familiares. La película sigue siendo, décadas después, un referente obligatorio para cineastas y críticos, una obra que combina historia, interpretación y dirección en un todo indivisible que redefine lo que el cine estadounidense podía lograr en términos de ambición artística y narrativa.
Mary Carmen Rodríguez

























