Quentin Tarantino es un podófilo declarado, basta con haber visto "Kill Bill" (2003-2004) o saber que está suscrito a la principal revista y web del tema pies en Estados Unidos. Ya en "Death proof" (2007) se lo pasó muy bien haciendo un plano con una mujer tumbada en un Mustang que saca los pies desnudos por la ventanilla del coche. Cruzados, relajados, los pies disfrutan del viento. Un hombre con gafas de sol se acerca al Mustang y, después de contemplar los pies de la chica, ensaliva su índice y lo roza con la planta de los pies femeninos. En el otro extremo también hay gente que se fija en los pies....
Molly es camarera en un hotel de lujo y el personaje femenino más entrañable de los thrillers publicados en el último año. A sus veintipocos años no tiene amigos, vive con su abuela en un apartamento pequeño, es tímida y reúne todos los requisitos para ser víctima de abusadores y desaprensivos. Observa la realidad y la analiza con una sencillez y una bondad que puede hacerla pasar por boba. Pero no lo es.
Como señala la protagonista de esta historia, con respecto a los avances de la imagen, el sonido está en "la puta prehistoria". Ella vende gritos para todos los gustos, para el cine, la televisión o los videojuegos, tan realistas que la especialista en sonido puede pedir decenas de miles de dólares por el derecho a usarlos. Nadie sabe cómo los construye, es un secreto familiar.
De las diez candidatas a mejor película, cinco tienen su origen en novelas. "Oppenheimer" está basada en "Prometeo americano: El triunfo y caída de J. Robert Oppenheimer", editada por Debate, de Kai Bird y Martin J. Sherwin. En la biografía se retrata, con muchas más sombras que en el filme, al físico teórico que organizó el desarrollo de las primeras armas nucleares y que luego, al luchar en contra de la creación de la bomba de hidrógeno, fue acusado de comunista y perseguido durante los años de la Guerra Fría. En el libro se recogen testimonios de colegas, amigos y familiares de Oppenheimer y los interrogatorios del FBI.