Las primeras aventuras que nos enseñó el cine eran una acumulación rápida de acciones físicas peligrosas. El cine hablaba, sin hablar aún, de lo que ocurría en los comienzos del siglo XX. Uno que lo vivió bastante, el director Fritz Lang lo expresaba bien en una entrevista con Peter Bogdanovich .
“Nuestras vidas transcurren mucho más deprisa que las de nuestros padres. Mis padres iban al teatro dos veces al mes y luego comentaban la obra con amigos. Era un acontecimiento; absorbían dos historias sobre seres humanos. Pero cuando te acostumbras, como yo en 1912-14, a ver una película al día o incluso dos, absorbes mucho más. Muchos datos, muchas historias sobre la vida. Ya no vivimos despacio, el tiempo pasa mucho más deprisa.
Cuando surge el problema de los matrimonios jóvenes que fracasan, la pregunta es, a lo mejor: ¿al hombre y a la mujer, les basta con otra mujer u otro hombre? A lo mejor es que podemos absorber mucho más que antes, maridos y mujeres incluidos… Cuando vivía en París, en Montmartre, trabajando como pintor, el cine me interesaba por el movimiento: cuando pintabas un caballo, era una cosa estática; con el cine lo podías mover. Pero claro, antes de que entendiéramos lo que se podía expresar con una cámara de cine, las películas eran estáticas. Bueno, en París veía cine de aventuras, de esas que llaman cine basura, lo de siempre: un criminal se convierte en una especie de Robin Hood. Recuerdo una que se llamaba “Rocambole” [Georges Denola, 1914]. Disfrutaba mucho viéndolas…”
Fritz menciona precisamente al personaje que para muchos es el padre del cine de aventuras porque reunió desde el primer momento todas las condiciones necesarias: escenario insólito, desacostumbrado para el espectador, las peripecias del protagonista, acciones de pura energía que implican gran peligro, la protección del débil, la nobleza, el arrojo físico, el atrevimiento, la buena causa, etc. Funciona tan bien que se han hecho ya más de setenta versiones de su leyenda.
Desde entonces el género del cine de aventuras ha estado presente y ha ido sofisticándose y empujando a la tecnología, como se ve en este recorrido de los psicos de LQYTDiga para el Canal TCM y uno de sus ciclos…
El gran estreno de esta semana es la miniserie documental “Silencio en plató: El lado oscuro de la televisión infantil” que expone los abusos sexuales cometidos en la factoría Nickelodeon, eso nos lleva a dedicar nuestros clásicos y joyas a un tema que desgraciadamente sigue siendo tabú.
En el programa de esta semana celebramos con Mary Carmen Rodríguez (también editora del podcast) los 50 años de "La conversación", la primera de las dos Palmas de Oro de Francis Ford Coppola que es todo un ejercicio de precisión quirúrgica a la hora de sustentar la tensión del thriller setentero. Alice Rohrwacher estrena "La quimera" y ello nos lleva a repasar un universo ya imprescindible en el cine contemporáneo lleno de referencias y simbolismos pero también de reivindicación, rebeldía y libertad creativa. In Memoriam dedicado a Jaime de Armiñán, un grande del cine español quizá algo infravalorado, las apuestas de Colgados de la plataforma y la crítica de las favoritas "HLM pussy" y "Pájaros". ¡Muchas gracias por escucharnos!