"El amor de Andrea"
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El argumento: Andrea, una chica de 15 años, quiere recuperar el amor de su padre, que desapareció de sus vidas cuando se divorció de su madre. Andrea recuerda a un padre amoroso y no puede entender por qué ahora no quiere ver a sus hijos. Tomás y Fidel, sus dos hermanos pequeños, son sus compañeros infatigables en esta aventura que habla de amor, familia y desencanto.
Conviene ver: “El amor de Andrea” es la nueva cinta de Manuel Martín Cuenca que se desarrolla en Cadiz, lugar en el que una adolescente intenta volver a estrechar lazos con su padre tras un divorcio que ha terminado afectándole sobremanera. Junto a sus hermanos pequeños llevará a cabo una especial alianza con el fin de recuperar lo más preciado, el amor de un padre que los ha dejado atrás. Un trabajo naturalista, sencillo y alejado de la fatalidad tortuosa de otros trabajos del director logrando un tono de fábula que reivindica a la familia como núcleo que sustenta y da identidad además de todo lo emocional que ello mismo acarrea. Una película, que el director escribe junto a Lola Mayo, sobre los afectos y las relaciones entre personas, especialmente las que queremos y necesitamos, algo que aquí se fundamenta especialmente en el poder de la sangre y en el vacío que siente la protagonista. Un trabajo puro que se ha rodado de manera cronológica, con luz natural y con actores desconocidos con el fin de abrazar un realismo social y una espontaneidad que conecta por su ausencia de efectismo en las calles, el instituto y la casa en la que Andrea, lectora compulsiva de la fábula "Juan Salvador Gaviota" sobre el aprendizaje y el perdón, sigue firme en su propósito. Estupenda Lupe Mateo como esa chica que intenta entender la realidad que le ha tocado vivir, más allá del idealismo o de lo establecido para una relación entre padre e hija, y encajar las piezas en una vida ausente del amor no correspondido del “pater familias” entre la incapacidad de uno para ello y la búsqueda de los afectos por parte de la joven hacia la familia que se construye y no de la que se parte. Un salto a la madurez demasiado temprano para la protagonista fruto de la sensación de abandono y orfandad que entre la sombra de la precariedad, los malos tratos y la burocracia que estorba más que ayuda lleva a Andrea a tener que encontrar el amor en ella misma antes que en los demás para a partir de ello poder construir su propia historia.
Conviene saber: El director Manuel Martín Cuenca vuelve a contar con el grupo Vetusta Morla tras ya colaborar en “La hija” (2021) reforzándose ahora con la voz femenina de Valeria Castro.
La crítica le da un SEIS