“El inglés que cogió la maleta y se fue al fin del mundo”

“El inglés que cogió la maleta y se fue al fin del mundo”

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El argumento: Tom Harper, un jubilado de 90 años cuya esposa acaba de fallecer, se embarca en una emocionante travesía. Dejará atrás el aislado pueblo en el que vive desde hace cincuenta años, situado en el punto más al norte de Gran Bretaña, para viajar hasta su ciudad natal, en el extremo más al sur del país, utilizando para ello su pase gratuito de autobús. El intrépido protagonista le plantará cara al tiempo, a la edad y al destino con tal de cumplir la promesa que le hizo a su esposa Mary. Regresando a su pasado, Tom descubrirá el mundo moderno y una diversidad multicultural británica que hasta entonces desconocía. En el camino, sus aventuras serán registradas por las personas que conoce y ayuda, y al final de su viaje, sin saberlo, se habrá convertido en una "celebrity" de las redes sociales.

Conviene ver: “El inglés que cogió la maleta y se fue al fin del mundo” es una cinta británica de carretera sobre el viaje emprendido por un anciano que se recorre Gran Bretaña de norte a sur. Tom Harper acaba de perder a su esposa, vive en el norte y se sube a un autobús para desplazarse a su pueblo natal que se encuentra en el sur del país y llevar allí las cenizas de su esposa llevando a cabo a la inversa el camino que llevó a cabo tantos años atrás debido a la pérdida de la hija pequeña de la pareja huyendo lo más lejos posible. Una travesía que se convierte en una curiosidad no solamente para el resto de pasajeros sino para la comunidad pero que para él sirve para dejar atrás el dolor afrontando su pasado y reencontrarse con aquel lugar que está asociado a su felicidad y que también supondrá la morada de sus últimos días aunque, en realidad, no haga más que toparse con un mundo que ya no reconoce marcado por la multiculturalidad, la crispación, la diferencia de clases cada vez más extrema y los avances tecnológicos. La cinta está dirigida por Gillies MacKinnon y se basa en un libro de Joe Ainsworth. Tiene ecos del peregrinaje de “Una historia verdadera” (1999) de David Lynch y de la emotividad de pareja que encerraba “Up” (2009) de Pete Docter en donde un hombre asume su último viaje aprovechándose de su bonobus y la red urbana de autobuses para llegar a tiempo para cumplir su última misión en la vida. Timothy Spall encarna perfectamente a ese anciano en apariencia derrotado pero que se aferra a su fuerza de voluntad, que se nutre en la promesa hecha a su amada esposa y que con su empeño de llegar a su lejano destino sabe conquistar a los demás apoyándose en la viralidad de estos tiempos que, sin saberlo, le convierte en un héroe por todos aquellos que se topan con él durante el viaje y reflejan ese momento. “El inglés que cogió la maleta y se fue al fin del mundo” no solamente nos ofrece una historia catártica del viaje físico y emocional de alguien que se reconcilia con su propio dolor sino que también tiene ecos de crítica social para señalar la hipocresía de ese buenismo de las redes sociales que promueve la dictadura de la corrección política y la invasión de la intimidad, aunque también sabe destacar que todavía hay signos de bondad en el ser humano y que la riqueza está en la conjunción de distintas generaciones y culturas y no en su exclusión. Es enriquecedor como, frente a los clásicos idiotas, racistas que buscan bulla y bordes insensibles, también hay gente buena dispuesta a ayudar con humanidad y compromiso sólo por el mero hecho de hacerlo y sin pedir nada a cambio dando cobijo y calor al herido y desorientado, poniendo el hombro para llorar en él, dando conversación para hacer más llevadero el viaje, o aportando un bastón para poder apoyarse en el duro camino. La historia de como un hombre gris, poniéndose en paz consigo mismo, puede convertirse en inspiración para aquellos desorientados a través de su vivencia y experiencia. Un guiño inspirador para seguir esa senda a la hora de anteponer las prioridades de la vida. Timothy Spall ayudado del maquillaje demuestra el gran actor que es y convence como ese anciano confundido y entrañable que sabe que emprende el viaje más definitivo, enriquecedor, necesario e importante de su vida.

Conviene saber: Dirige Gillies MacKinnon (“Whisky Galore!). 

La crítica le da un SEIS

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