San Sebastián 2022: Gritos de libertad entre rejas, el drama de los desahucios y las malas decisiones en el amor

San Sebastián 2022: Gritos de libertad entre rejas, el drama de los desahucios y las malas decisiones en el amor

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Querido Teo:

La 70ª edición del Festival de San Sebastián viene marcada en su inicio por una cosecha de cine español que no sólo hace más que redondear una gran temporada que está teniendo calado en el circuito festivalero y que, por supuesto, no podía dejar de tener presencia en una de las citas anuales en las que la industria puede sacar mayor músculo.

"Modelo 77" (Alberto Rodríguez), un país que quiere hacer borrón y cuenta nueva // Sección Oficial (Inauguración - Fuera de concurso)

"Esta no es la historia de una cárcel. Es la historia de un país".

Así reza el póster de la nueva película de Alberto Rodríguez, toda una declaración de intenciones de cara a otro thriller modélico, sólido y maduro del cineasta sevillano. Es 1976, el año después de la muerte de Franco, y el país no sólo cambia fuera si no también dentro de la cárcel Modelo de Barcelona. El recién recluso, interpretado por un fantástico Miguel Herrán, pone a colación cómo nace la chispa de una revolución social, un despertar por la lucha de unos derechos fundamentales de unos parias recluidos sin piedad alguna.

Alberto Rodríguez crea su propio drama carcelario al más puro estilo del "Cadena perpetua" (1994) de Frank Darabont y crea una atmósfera opresiva, sucia, en la que los personajes de Herrán y un Javier Gutiérrez desalmado, sin esperanza, se juntan buscando una libertad imposible, un cumplimiento de un sueño que parece una utopía. A partir de una música omnipresente de Julio de la Rosa, con un órgano que suena y resuena en los momentos más épicos, que dan de la mano a los momentos más íntimos, donde Rodríguez deja espacio para que los personajes rían y nosotros con ellos, podamos conocer qué les mueve, qué es lo que les hace seguir adelante en un presente que no hace más que arrollarles sin piedad.

Es la película más íntima y emocionante de un director más que consolidado que vuelve a recordarnos que España sigue siendo uno de los países donde mejor thriller se hace.

"En los márgenes" (Juan Diego Botto), realismo social // Perlas

Una madre con un niño pequeño madruga. Se le nota algo triste. Se desespera preparando el primer café de la mañana. Un hombre hace bulto entre la multitud esperando a la furgoneta, si existe suerte, le recoja para ir a trabajar. El teléfono le suena, pero no lo coge. Un padre se prepara para recoger a su hijo, para llevarle a una excursión. El hijo tiene muchas ganas. El padre es la última cosa que tiene en la cabeza. Una mujer mayor llama a su hijo, continuamente.

Estas historias son las historias con las que Juan Diego Botto arranca su película debut en la dirección, historias corrientes, historias de personas que podrían ser tus vecinos. Ésta será la piedra angular del film, narrar y encontrar unas realidades, unas verdades para que el espectador pueda conectar por puro instinto.

La película aborda temas sociales con un punto de visto político cargadísimo como el desahucio o la inmigración, todo valiendo como "excusa" para dar la mano a historias de padres reconectando con sus hijos, con la propia vida. De hecho, la primera hora es frenética, recordando a puestas en escena de cineastas como los Dardenne, con gran uso de la cámara en mano pegada constantemente a la nuca de los protagonistas, creando una sensación de ansiedad que todos alguna vez hemos sentido por las cosas más mundanas.

Ese es el gancho para que el espectador pueda emocionarse, aunque cierto es que Botto a veces peca de melodramatismo o subrayado de las tintas dramáticas, aún así consigue a partir de una dirección de intérpretes excelsa una verdad incuestionable, acompañado de los increíbles actores y actrices con los que cuenta, destacando, como no podía ser de otra forma, a una Penélope Cruz sorprendentemente en un registro que se siente no visto, con una quietud y desesperanza que se te hiela el corazón.

"Girasoles silvestres" (Jaime Rosales), tropiezos en el amor con la sombra de la masculinidad tóxica // Sección Oficial

Una de las polémicas del festival nacía cuando, en la rueda de prensa de la nueva película de Jaime Rosales, el director respondía hablando sobre la imposibilidad y complicación del amor, sobre las malas decisiones y sobre cómo, cuanto más alta la clase, puede ir de la mano con que estés más abierto a "estar feminizado".

Respuestas que nada tenían que ver con masculinidad tóxica o feminismo, temas que la película parece tratar con mucho interés pero que la lectura parece abierta al espectador. En el filme comandado por una portentosa, y que debería ser favorita para ganar el premio a interpretación, Anna Castillo, ésta se enfrenta a 3 tipos de masculinidades tóxicas, cada una de su propia manera. Una más arcaica y violenta, otra más pasiva pero igualmente
irresponsable, otra directamente inconsciente.

A pesar de que la primera parte sea la más recordada por estar comandada por esa brutalidad interpretativa que realiza Oriol Pla, esta última parte es la más interesante porque es el punto de inflexión de la película y del arco del personaje de Castillo, lo que debería ser un señalamiento a todos esos hombres para decir que a veces, por muy buena persona que seamos y por mucho que lo intentemos, no es suficiente. Que todo ese machismo intrínseco está introducido de manera tan sistemática que el esfuerzo para sacarlo debe de ser mayor del que pensamos. Todo orbitando desde los ojos de Anna Castillo que, en vez de caer en tropos y clichés cuando se tratan situaciones de malestar, maltrato, o sufrimiento por las mujeres en general, la película es sencilla, sincera, y respetuosa.

Sabemos qué es lo que su personaje quiere, sus aspiraciones, motivaciones, qué es lo que le mueve, lo que le hace sentir. Esa sencillez, esa naturalidad, esa realidad es la que hace que el espectador siga con fervor una interpretación de las que marcan una carrera. Quizás nunca sepamos lo que Jaime Rosales pretendía realmente, pero el resultado que nos queda es una obra que con el tiempo deja más mella y que nos deja una reflexión que muchos de nosotros no deberíamos dejar de lado.

Iker González Urresti

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