"Septiembre dice"

La web oficial.

El argumento: Dos hermanas inseparables pero con mentalidades opuestas mantienen un vínculo al límite de la relación tóxica. Durante unas vacaciones en la costa de Irlanda con su madre, el despertar sexual de una de ellas empezará a romper esa unión.

Conviene ver: “Septiembre dice” es el debut en la dirección de la habitualmente actriz Ariane Labed, pareja de Yorgos Lanthimos que sin lugar a dudas parece también haber quedado imbuida de su universo. Una fábula oscura de producción irlandesa que se adentra en la conexión de dos hermanas, el pasado que les une, las heridas arrastradas y también las particularidades de una personalidad compleja acentuada en el paso hacia la madurez que les ha impedido relacionarse de manera sana de los demás más allá del juego de sumisión en el que han sustentado una relación con muchos visos de toxicidad con la que se han refugiado de la pérdida del padre, una madre más preocupada en sus proyectos artísticos como fotógrafa y modista que en ellas mismas y el maltrato escolar por ser vistas como unos bichos raros. El control, el sometimiento y la turbiedad como respuesta a su angustia uniendo el deseo femenino con el hecho de dar el salto a la edad adulta. Un amor fraternal, el que viven Septiembre y Julia, que se vuelve peligroso y alienante cuando ese sentimiento explora terrenos perversos y con el que Ariane Labed adapta la novela “Hermanas” de Daisy Johnson, publicada en 2020 y con marcado carácter poético y existencial lo que potencia el singular universo tanto conceptual como visual de la cinta imprimiéndole un tono gótico y sensual. Un mundo cruel y violento en el que hay que sobrevivir y en el que esa esfera de protección avivada por la especial relación que mantienen las mismas, y que les hará trasladarse junto a su madre a una casa en la costa de Irlanda durante las vacaciones tras un episodio de acoso escolar, ha terminado siendo una jaula coartadora en la que buscando protegerse de los demás han terminado siendo víctimas de sí mismas excluyendo a todos los demás y emergiendo traumas pasados; sin posibilidad ni capacidad de encontrar las claves para poder encajar en el mundo lo que aviva su desconcierto y disfuncionalidad. Un recorrido vital impresionista y turbio que, aunque supera ciertas excentricidades, crea un universo propio se mueve en una atmósfera malsana y gótica que envuelve este extraño y singular “coming of age” de evasión adolescente, dependencia mutua y cicatrices abiertas que, más allá de las buenas interpretaciones de Mia Tharia y Pascale Kann, termina quedando como una anécdota trivial y mundana que abraza lo fantástico y lo grotesco pretendiendo removernos pero sin terminar de llegar a ninguna parte funcionando más por segmentos que en conjunto a la hora de enfrentarse a la realidad de una existencia muy alejada del idealismo funcional del que se nos impregna antes de darnos cuenta de las circunstancias a las que nos obliga llegar la propia vida. Una intriga más confusa y dispersa que fascinante intentando salvarse por giros de guión desesperados que no hacen más que restar empaque y contundencia a una apuesta que se queda en una atmósfera y una incomodidad con poco fuste que termina deshilvanándose.

Conviene saber: En la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes 2024.

La crítica le da un SEIS