Estreno de "volver" en La Mancha española de Almodóvar (II parte)
Estreno de "volver" en La Mancha española de Almodóvar (II parte)
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Querido diario:
al interumpir mi tío su carta aproveché para meterme en el cerebro de J. Zavala y extraer....
quenocheladeaqueldia.mp3
Luego me llegó el resto del mensaje....
…Ya he resuelto el problema querido sobrino… y creo haberle convencido de que no perseguirá a nadie más….
El joven inquilino llamado Benjamín no estaba y no tuve ninguna dificultad en encontrar un lugar donde esperarlo. Tardó varias horas en llegar pero no tardó en encamarse y quedar dormido. Repetí la operación del pentotal. El cuarto era muy distinto al otro. En un diario local con la tinta todavía fresca que ha dejado sobre la mesilla veo una viñeta alusiva. A la derecha el alcalde de Puertollano, a la izquierda Spielberg, ambos con teléfono en la mano. Spealberg dice: "…he pensado que mi próxima película…". Dos o tres revistas de "Muy interesante", un diccionario vasco-español dedicado por un amigo y paredes blancas vacías. Un lugar para dormir al que no se quiere tener demasiado cariño porque los afectos están fuera.
Tras los ojos abiertos que miraban hacia dentro, enseguida vi las primeras imágenes de esa tarde, porque este Benjamín había estado en la alfombra roja, y luego dentro del auditorio donde se vio La película….
Gente aplaudiendo al presidente de Castilla-La Mancha -yo creo que sin saber la mayoría quien era-, y lo mismo en muchos otros casos como el del músico Luis Cobos, se aplaudía a todo el que pasaba en una borrachera de entusiasmo y calentón.
El paseo de Almodóvar fue triunfal. Llegó en coche oficial con todas las chicas. Parecía estar a punto de levitar con el bramido de afecto y entusiasmo que cayó sobre él, y lo hubiera hecho de ser cierta la creencia popular de que muchas voluntades son capaces de obrar un milagro. Carmen Maura de repente se queda parada al entrar en la alfombra, atiende la indicación de una persona que le dice que mire hacia arriba. Entonces ve las fachadas de las casas que bordean al auditorio. Todos los balcones repletos de gente aplaudiendo, filmando, haciendo fotos, sonriendo entusiastas. Leo en sus labios: "Estoy asombrada".
En el auditorio una cámara en circuito cerrado permite ver el exterior y aumenta el dramatismo del momento en que Almodóvar entra en el salón con las mil cien personas en pie y rompiéndose las palmas. Cinco minutos sin parar saben a mucho tiempo. La película estuvo llena de "rum-rum" de los asistentes que eran figurantes… "Estoy que me corro" (*) decía una chica figurante sentada en una butaca, muy metida en el mundo almodovariano de chicas desinhibidas.
Antes de comenzar la proyección Pedro explicó a la gente algunos detalles empleando los giros y las palabras manchegas heredadas y escuchadas a su madre, preocupado por como se podría traducir eso a otros idiomas.
Lágrimas para todos desde que a almodóvar se le rompió la voz por la emoción contando que la película le emocionaba mucho, la gente se limpiaba las lágrimas en algunas escenas y reía exageradamente en otras a causa del ambiente eléctrico.
Pedro salió con las lágrimas puestas como gotas de virgen de paso religioso. Desapareció nada más terminar y se metió en el coche que lo llevó a Madrid de vuelta. Pero Puertollano se quedó lleno durante horas, en todas las barras, en cada restaurante, en los locales de copas, se interrogaba a los privilegiados que llevaban en la cara un gesto-titular: "Yo la he visto".
El pentotal cesa sus efectos probablemente a causa del alcohol de las copas ingeridas por Benjamín y sólo tengo el tiempo justo para extraerle de las retinas las primeras imágenes de "volver": El coro de las espigadoras de "La rosa del azafrán" en un cementerio y las mujeres limpiando las tumbas. Penélope Cruz limpia la tumba de Carmen Maura. Luego los ojos de Benjamín Hernández se cierran.
ALMODOVAR TUMBAS.mp3
(*) Para los visitantes que no dominan el argot español, la expresión significa "Siento un gusto tan fuerte como el de los instantes previos a un orgasmo", pero dicho así en lugar de "Estoy que me corro", la protagonista de la expresión podría ser abandonada por todos sus amigos y familiares a la salida del pueblo donde vive.
