"El techo amarillo"

La web oficial.

El argumento: En 2018 un grupo de nueve mujeres presentaron una denuncia contra dos de sus profesores del Aula de Teatro de Lleida por abusos sexuales ocurridos entre los años 2001 y 2008, cuando eran unas adolescentes. Fue demasiado tarde. Por miedo, por vergüenza, porque tardaron mucho tiempo en entender y digerir lo que había pasado, la denuncia llegó cuando el caso ya había prescrito y se archivó. Lo que no sabían es que, a pesar de que el caso había prescrito, sus testimonios estaban abriendo una puerta en la que, tal vez, no todo estaba perdido.

Conviene ver: “El techo amarillo” combina la denuncia, el thriller y el drama personal en un documental abordado con precisión quirúrgica, respeto y solidaridad por parte de Isabel Coixet a la hora de dar voz y también, en parte, reparo de justicia para las ex alumnas del Aula de Teatro de Lleida y los abusos que sufrieron por dos profesores entre 2001 y 2008 archivándose la causa en 2018. La luminosidad de las imágenes da todavía más inquietud ante el dolor que desprende un relato que retrata los códigos que han sustentado la cultura del miedo a través del abuso de poder minando el consentimiento sexual aprovechando de ellos aquellos que vivían infringiendo dolor y trauma bajo la alfombra de la impunidad y la complicidad del silencio. Nueve capítulos en un título que se aborda con lucidez y que todavía impacta por ver cómo los infractores pueden estar detrás de cualquier apariencia, aunque sea la de la afabilidad, la cultura y la preparación que lleva a estos verdugos a pervertir psicológicamente a unas adolescentes que son víctimas por su vulnerabilidad que les hará incluso a sentirse culpables a pesar de ser las que la han sufrido. Víctimas, algunas de ellas menores de edad, que ahora pueden verbalizar su horror años después de un ecosistema de obras, giras, rumores y proteccionismo con los infractores y no con las víctimas para evitar así el escándalo. Los vídeos que muestran la aparente felicidad como máscara del horror, perdido entre la inocencia y el desconocimiento, son un arma más desde el punto de vista divulgativo para que, junto a la concienciación social que ha habido en los últimos años, al respecto esto no vuelva a pasar. Un espejo del dolor y de la vergüenza en la que estas mujeres, aunque tarde, encuentren paz con cierta comprensión frente a la muralla con la que se han topado, no sólo por lo que vivieron, sino por el hecho de que el sistema judicial haga que a través de la prescripción lo que padecieron queden impune. Trabajo comprometido y lúcido que retrata a víctimas y verdugos, así como sus “modus operandi”, reacciones y consecuencias, y el impacto de una sociedad que hasta ahora se había acostumbrado a escurrir el bulto y que el tiempo lo hiciera olvidar todo aunque quedara enquistado, pero que sobre todo es valioso por su valor divulgador y su capacidad para hacer reflexionar y que este dolor desaparezca de ser vivido por las que vienen detrás.

Conviene saber: Proyección especial en el Festival de San Sebastián 2022 (donde ganó el premio TVE-Otra Mirada) y nominada al Goya 2023 al mejor documental.

La crítica le da un SEIS