"Onoda, 10.000 noches en la jungla"
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La web oficial.
El argumento: Finales de 1944. Japón está perdiendo la guerra. Por orden del misterioso comandante Taniguchi, el joven Hirō Onoda es enviado a una isla de Filipinas justo antes del desembarco estadounidense. Los pocos soldados que arrastra hasta la selva pronto descubrirán la doctrina desconocida que los unirá a este hombre: la guerra secreta. Para el Imperio, la guerra está a punto de acabar. Para Onoda, la guerra terminará 10 000 noches después.
Conviene ver: “Onoda, 10.000 noches en la jungla” mezcla la acción y el existencialismo en una propuesta que exige un esfuerzo por parte del espectador en una aventura épica que parece querer seguir los pasos de John Ford y de David Lean ante un clasicismo poco dado actualmente y que se toma su tiempo para desarrollar lo que quiere llegando a las tres horas de duración. Una película sobre la camaradería y la solidaridad con un destacado mensaje antibelicista que se enriquece por la emoción latente que inunda la historia y por el uso de la luz natural. El director francés Arthur Harari se adentra en la empresa de Onoda en la isla de Lubang mientras crece la sensación de angustia en esta mirada a las barbaries de la sinrazón humana dejando a los hombres a su suerte en una selva escenario de la falta de cordura y el factor alucinógeno así como del honor, el compromiso y la resistencia humana frente a los elementos cuando empieza una epopeya personal sin renunciar el lirismo a pesar de una II Guerra Mundial que da sus últimos coletazos. Todo liderando a un grupo de hombres que, a pesar del abandono de la isla por parte de los norteamericanos, siguen acechantes en la selva hasta 1974 formando parte de esa paranoia que les lleva seguir pensando que la guerra sigue en marcha en pro de la lealtad con su país y su misión. Un personaje inasequible al desaliento a lo largo de los años en un ejercicio desbordado en duración que reivindica una de esas historias desconocidas y que, a su vez, homenajea a un tipo de cine que ya no se hace y que evoca, en algunos momentos de manera más acertada que en otros, a los clásicos y a ese cine bélico que se palpa, se fanga y se cuestiona alejado de heroicidad y centrado en la cotidianidad de los que combaten, sufren y enloquecen.
Conviene saber: Película inaugural en la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes 2021, premio especial del Jurado y mejor guión en el Festival de Sevilla 2021 y mejor guión original en los César 2022.
La crítica le da un SEIS
