Venecia 2025: Paolo Sorrentino reflexiona sobre la muerte y Yorgos Lanthimos muestra el espejo de la paranoia colectiva

Venecia 2025: Paolo Sorrentino reflexiona sobre la muerte y Yorgos Lanthimos muestra el espejo de la paranoia colectiva

1 Sarcofago2 Sarcofagos3 Sarcofagos4 Sarcofagos5 Sarcofagos (2 votos, media: 5,00 de 5)
Cargando...

Deja tu comentario >>

Querido primo Teo:

Ha comenzado la 82ª edición del Festival de Venecia, que se presenta con la ambición de consolidarse como el gran escaparate cinematográfico de este otoño. Para plantar cara a los festivales coincidentes de Telluride y Toronto, la Biennale despliega su mejor artillería de estrellas. Estos días, el Lido brilla tanto como las aguas de una Mallorca ocupada por las “celebrities” o, si me permites la exageración, como los míticos pasillos de la Metro-Goldwyn-Mayer en su época dorada, aquella que presumía de tener “más estrellas que en el cielo”.

Venecia recibe a figuras que nunca decepcionan a los fotógrafos: George Clooney, Emma Stone, Cate Blanchett, Tilda Swinton o una esplendorosa Julia Roberts, recién salida del enésimo anuncio para una célebre firma de perfumes.

Pero, por muy rutilante que sea la alfombra roja, todos saben que uno de los nombres propios de esta edición será el de Kim Novak, la legendaria rubia de Hollywood, dueña de la que se sigue considerando la espalda más bella del cine. Ella será una de las receptoras del León de Oro honorífico, reconocimiento que compartirá con el cineasta alemán Werner Herzog, cuyo temperamento volcánico en los rodajes podría rivalizar con el de Alfred Hitchcock.

En la competición oficial, los focos estarán puestos en los nuevos trabajos de cineastas de primer nivel como Yorgos Lanthimos, Noah Baumbach, Kathryn Bigelow, Guillermo del Toro, Park Chan-wook, Benny Safdie, François Ozon, László Nemes y Jim Jarmusch, entre otros. Ellos tendrán que ser analizados por Alexander Payne que este año asume la presidencia de la sección oficial. En tan extenuante tarea le acompañarán Stéphane Brizé, Maura Delpero, Cristian Mungiu, Mohammad Rasoulof, Fernanda Torres y Zhao Tao. 

La actual situación en Gaza tampoco quedará al margen en esta edición de la Mostra. En los próximos días, trabajadores del ámbito cultural italiano y colectivos propalestinos tienen previsto manifestarse, reclamando que el Festival no sólo se pronuncie contra el conflicto, sino que además retire la invitación a aquellas figuras de Hollywood que han expresado su apoyo a Israel, como Gal Gadot o Gerard Butler. El director artístico del certamen, Alberto Barbera, ha expresado públicamente su solidaridad con las víctimas, aunque al mismo tiempo ha rechazado de manera tajante las demandas de los activistas que exigen cortar cualquier vínculo con organizaciones que respalden a Israel.

Barbera argumenta que al Festival no le corresponde resolver una crisis que ni siquiera los gobiernos han conseguido desbloquear. Una postura similar sostiene Alexander Payne, quien ha declarado no sentirse capacitado para pronunciarse sobre un conflicto históricamente enquistado, y mucho menos en el marco de un evento que tiene como objetivo celebrar y premiar el arte, no dirimir disputas geopolíticas.

En la competición por el León de Oro destaca especialmente la presencia de “La voz de Hind”, un film que relata la angustiosa operación de rescate de una niña atrapada bajo el fuego en Gaza. La película cuenta con la producción ejecutiva de Brad Pitt, Joaquin Phoenix, Rooney Mara, Alfonso Cuarón y Jonathan Glazer, este último recordado por el encendido discurso que pronunció en los Oscar 2024, en el que, como judío no equidistante, criticó abiertamente la ofensiva israelí, generando un fuerte revuelo en Hollywood.

Paolo Sorrentino, entronizado como el gran cineasta italiano del siglo XXI y considerado el heredero más directo de Federico Fellini, ha sido el encargado de inaugurar la 82ª edición de la Mostra con "La grazia". La película pone en el centro a su actor fetiche, Toni Servillo, quien da vida a un presidente italiano que, consciente de hallarse en la recta final tanto de su carrera política como de su vida personal, se enfrenta al balance de los valores que ha defendido con firmeza. Una cinta sobre el duelo, la obsesión, el perdón, la muerte y el cambio de un tiempo para un hombre que en el tercer acto de su vida es testigo de una realidad que queda atrás en el retrovisor formando parte del pasado y la incertidumbre de un futuro complejo y por definir.

La encrucijada llega cuando debe pronunciarse sobre la legalización de la eutanasia, cuestión que pone en jaque sus convicciones más profundas. El protagonista, hombre católico y de carácter introspectivo, está habituado a gestionar crisis políticas, pero se descubre moralmente incapacitado para tomar una decisión definitiva en un momento vital en el que lo que es la existencia se divisa desde una perspectiva panorámica fruto de la experiencia pero también los desengaños y sueños rotos. Su conflicto íntimo ante sus contradicciones y el legado que quiere dejar se convierte en reflejo de la Italia contemporánea, hoy atravesada por el intenso debate sobre la legalización del suicidio médicamente asistido.

“La grazia” ha sido recibida en Venecia con un entusiasmo clamoroso. El film confirma a Sorrentino como un maestro de la puesta en escena, fiel a un estilo visual deslumbrante y, al mismo tiempo, profundamente humanista. Porque, más allá de la política y del dilema ético, la película encierra una gran capacidad para conmover revelándose como una historia de amor y una reivindicación del entendimiento humano, un recordatorio de que la gracia del título no sólo remite a lo divino, sino también a la capacidad de compasión entre las personas.

Con su primer largometraje, “El hijo de Saúl” (2015), el húngaro László Nemes deslumbró hace una década en el Festival de Cannes y conquistó el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, consolidándose como una de las voces más singulares del cine europeo contemporáneo. Ahora regresa a la primera línea de la actualidad cinematográfica, esta vez en la Mostra de Venecia, con “Orphan”, un proyecto de fuerte carga personal en el que explora ecos de su propia historia familiar inspirándose en la vida de su padre en la Budapest de 1957 tras el fallido levantamiento contra la URSS.

La película transcurre en 1957, poco después de la fallida revuelta de Hungría contra el dominio soviético. Su protagonista es Andor, un niño judío cuya frágil estabilidad se derrumba con la irrupción de un hombre que asegura ser su verdadero padre. A partir de ahí, Nemes construye un relato íntimo de iniciación que se despliega en paralelo al retrato de un país herido, atrapado entre la memoria de la insurrección y el peso de la represión.

“Orphan” brilla especialmente por su minuciosa reconstrucción histórica, en la que destacan el diseño de producción de Márton Ágh, el vestuario de Andrea Flesch y la fotografía de Mátyás Erdély, capaz de alternar la claustrofobia de los interiores con el fresco más amplio de una ciudad en ruinas morales y materiales desde la perspectiva y altura de un niño y aprovechándose para ello del formato de aspecto 3:4.

A ello se suma la interpretación del joven debutante Bojtorján Barábas, que aporta vulnerabilidad y fuerza emocional a un guión que, sin embargo, se resiente por problemas de ritmo: un arranque excesivamente lento y un desenlace apresurado que diluyen parte de su impacto. Es un film que confirma la maestría de Nemes en la creación de atmósferas y en el rigor visual, aunque deja la sensación de que su ambición temática supera a la eficacia narrativa estando mucho más pendiente de lo técnico que del valor emocional que puede encerrar la historia.

Con “Bugonia”, Yorgos Lanthimos reinterpreta la producción surcoreana “Salvar el planeta Tierra” (2003), de Jang Joon-hwan, y vuelve a contar con Emma Stone (también en funciones de productora) y Jesse Plemons, dos intérpretes que bajo su dirección han alcanzado la excelencia artística y cosechado reconocimientos: ella ganó el Oscar por “Pobres criaturas” (2023) y él fue premiado en el Festival de Cannes por “Kinds of kindness” (2024). El título de la película hace referencia a una creencia antigua escrita por Virgilio sobre el hecho de pensar de que las abejas proceden de los cadáveres de los bueyes. Una metáfora que tiene mucha presencia en esta combinación de sátira, suspense, ciencia ficción y comedia negra.

El cineasta griego no abandona la sátira y esta vez la aplica al miedo colectivo ante el cambio climático, retratando a la humanidad en el umbral de un inquietante ajuste de cuentas hablando de "fake news", lucha de clases y la manipulación de los que ostentan el poder. La trama, que genera una incomodidad malrollera permanente, se centra en una poderosa ejecutiva de la industria farmacéutica que es secuestrada por dos conspiranoicos convencidos de que está destruyendo el planeta, como si de una alienígena se tratara.

El resultado es una reflexión sobre la paranoia contemporánea, fiel en esencia a la película original de hace dos décadas, pero llevada aquí a un terreno aún más radical, capaz de provocar auténtico malestar en el espectador. Lanthimos, fiel a su estilo, apuesta de nuevo por situaciones incómodas, impregnadas de una violencia específica y perturbadora, y vuelve a empujar a Emma Stone hacia los límites de su capacidad interpretativa con un trabajo magnético y exigente. Entre ambos se ha consolidado una complicidad artística que les permite explorar juntos una faceta más subversiva y extrema del cine actual. A destacar también la fotografía de Robbie Ryan en un nuevo ejemplo de la técnica de VistaVision recuperada por el cine las últimas fechas.

Una de las primeras estampas de la 82ª edición de la Mostra de Venecia ha sido el emotivo homenaje al cineasta Werner Herzog, que contó con la presencia de Francis Ford Coppola, recientemente recuperado de una operación de corazón a la que fue sometido en Roma el pasado mes de agosto. Coppola ha sido, además, uno de los grandes valedores del director alemán en Hollywood. A sus 83 años, Herzog participa fuera de concurso con el documental “Ghost elephants”, en el que se adentra en el altiplano de Angola tras las huellas de una enigmática manada de elefantes “fantasma”, envuelta en mito y misterio.

Mary Carmen Rodríguez 

¿Compartes?:
  • email
  • PDF
  • Print
  • RSS
  • Meneame
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • Twitter
  • FriendFeed
  • LinkedIn

Comentarios

Suscríbete
Notificar
guest
1 Comentario
El mas antiguo
El mas reciente El mas votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Rodri
Rodri
3 meses atrás

Chapeau a las palabras de Alexander Payne. ¡Sí señor!

0
Me encantaría conocer tu opinión, comenta.x
()
x