Conexión Oscar 2021: “Sound of metal”, un trabajo que encumbra a Riz Ahmed

Conexión Oscar 2021: “Sound of metal”, un trabajo que encumbra a Riz Ahmed

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Querido Teo:

Este viernes 4 de Diciembre llega directamente a Amazon Prime sin pasar por salas "Sound of metal", ópera prima de Darius Marder que presenta la mejor interpretación de Riz Ahmed desde que sorprendiera a muchos con la recomendable miniserie "The night of" que le valió el Emmy 2017 al mejor actor. “Sound of metal” pudo verse en el Festival de Toronto 2019 y clausuró el BCN Film Fest 2020 y promete dar un gran número de premios de la crítica al actor británico por su interpretación.

“Sound of metal” narra la historia de un joven batería de una banda de música, Ruben, que comienza a perder la capacidad de oír. La cinta empieza con una vibrante secuencia en uno de los conciertos que lleva a cabo con su chica, Lu, formando ambos un tándem de voz y percusión de estilo heavy que va tocando de ciudad en ciudad trasladándose en su caravana y a la espera de poder llevar a cabo una gira importante y la grabación de un disco. Todo parece ir bien, siempre dentro de la anárquica vida del artista, hasta que un zumbido y sensación de caos y mareo es el primer detonante de que algo no está marchando bien en los oídos de Ruben, confirmándole el médico en una revisión de que ha perdido en ambos más de un 70% de audición.

Una noticia que hará que Ruben tenga que tomar una de las dos decisiones que se le presentan; negar la realidad y correr el riesgo de perder la poca capacidad auditiva que le queda o, por el contrario, ponerse en manos de especialistas para adaptarse a su nueva situación aunque eso implique tener que separarse de su chica y dejar a un lado su carrera profesional, cosa que no es fácil al ser realmente lo que le hace ser feliz y estar a gusto consigo mismo ya que durante esos cuatro años que lleva con Lu ha logrado rehabilitarse de su adicción a la heroína. Ruben se pondrá en manos de un centro dedicado a terapias de grupo dirigidas a personas con discapacidad con el fin de aceptar su nueva normalidad y jugar de la mejor manera posible con las cartas que la vida le ha puesto en la mano cuando menos lo pensaba.

El gran aliciente de la película de Marder es ponerlo todo en manos de los actores, especialmente un Riz Ahmed brillante en el que ya es su mejor trabajo en cine. Su mirada desvalida, rebelde y que parece no creerse lo que está viviendo inunda la pantalla en un trabajo físico pero también introspectivo en el que el recurso sonoro es una de las bazas, por las cuales sobresale la película.

De esta manera el espectador se siente en la cabeza del propio Ruben, además de como potente clímax dramático sintiendo el caos y el miedo, padeciendo las distorsiones auditivas, los cambios de tono, el sonido metálico que capta con los audífonos al captar el barullo de la calle, o el tener que ser capaz de aprender el lenguaje de signos para que su incapacidad no le haga encerrarse en sí mismo y, a pesar de todo, pueda seguir abriéndose a los demás y al nuevo mundo que se le presenta.

Es precisamente el trabajo de Riz Ahmed el que logra solventar que la cinta a veces caiga en algún bache de ritmo y en situaciones trilladas propias del cine sobre adictos y discapacitados, solventado el reto con brío y honestidad a pesar de lo extremo de algunas decisiones llevadas a cabo y que se traducen en contundencia verista debido a la realidad tan complicada que viven sus personajes. Hay realismo alejándose de cualquier tópico sobre cine de superación personal con un personaje que conmueve y que corre el riesgo de, finalmente, quedar en tierra de nadie no sintiéndose partícipe ni del mundo de los que escuchan ni el de los que no.

El gran acierto de la interpretación de Riz Ahmed es que su dolor y rabia, nunca exteriorizada o excesiva, se percibe de manera natural hablando más su silencio y la forma sutil de expresar el impacto emocional que sufre frente a los demás, bien sea ante sus nuevos compañeros, ante su novia (Olivia Cooke), estupenda en los distintos matices en cada una de sus apariciones como ese sustento moral al que nadie pregunta cómo se siente, o frente al muy destacable mentor, Joe, al que da vida Paul Raci y que es el que le abre los ojos a la nueva realidad a través de su lector de pantalla y sus consejos terapéuticos después de que él mismo perdiera la capacidad de oír tras explotarle una bomba en su servicio en la Guerra de Vietnam.

Un trabajo de miradas y gestos que lleva al espectador a empatizar con el protagonista, sobre todo por su juventud y por el hecho de saber que vuelve a caer después de que parece que por fin había resurgido de sus problemas anteriores. Una cinta que habla por gestos y silencios a la hora de encontrar una paz que nos reconforte y nos haga estar en bien con nosotros mismos, logrando como en la escena del tobogán que no sólo sea importante escuchar sino sentir lo que tenemos alrededor. Más cuando hay que tener en cuenta que en ese centro en el que recala Ruben no se busca trabajar con el odio sino con la mente para abrirse a un nuevo mundo por vivir, tanto con sus dificultades como con sus alicientes.

Una demostración de que la vida no es justa y que sí que es ambivalente, amarga e imprevisible convirtiendo que la máxima aspiración del batería en ese punto no sea otra que tomar consciencia de lo que está padeciendo y ahorrar el suficiente dinero para poder someterse a una operación, la cual es costosa y no cubre ningún seguro médico, para al menos luchar por intentar recuperar una vida que uno sólo echa de menos cuando la pierde.

Su capacidad de adaptación y los puentes de confianza que construya (o no) con los demás, necesitados como estamos todos de que en el momento clave nos tiendan una mano, serán las claves de su destino y todo lo que vaya a hacer a partir de ese momento.

El actor y rapero británico (de origen pakistaní) ha ido construyendo una interesante carrera que le hace ser uno de los intérpretes más solicitados del momento. A pesar de que sus rasgos étnicos le podrían haber encasillado en unos papeles en concreto, a base de talento y versatilidad ha demostrado inteligencia a la hora de enfocar su filmografía. Sorprendió con "Four lions" (2010), que le valió una nominación al BIFA tras la conseguida por “Shifty” en 2008, y posteriormente llegarían trabajos de mayor o menor magnitud en “Centurión” (2010), “Oro negro” (2011), "The reluctant fundamentalist" (2012) o “Circuito cerrado” (2013).

Volvería a ser candidato al BIFA por “Ill manors” en 2012 y fue el sufrido compañero de fatigas y copiloto de un sociópata en "Nightcrawler" (2014). Tampoco le ha hecho ascos al cine de acción con "Jason Bourne" (2016), "Rogue one: Una historia de Star Wars" (2016) y "Venom" (2018).

Tras la comentada “The night of” (2016), miniserie de HBO por la que muchos le descubrieron y que además del Emmy le valió candidaturas al Globo de Oro y al Gremio de Actores (SAG), participó en dos capítulos de la sexta temporada de “Girls” (2017) y ha sido recurrente en la serie de ciencia ficción “The OA” (2016-2019). Además de estas incursiones televisivas, más vídeos y cortos musicales, estuvo en la desasosegante "Una" (2016) y formó parte del cuarteto protagonista de "Los hermanos Sisters" (2018), coincidiendo de nuevo con Jake Gyllenhaal.

“Sound of metal” catapulta a Riz Ahmed, a sus 38 años, a las grandes ligas además de asegurar una prometedora carrera que ya es más realidad que otra cosa. Su interpretación a buen seguro le llevará a conseguir un gran número de premios y menciones de la crítica en esta carrera de premios pero habrá que ver si no le ocurre como a nombres recientes en la categoría de mejor actor que, a pesar de ser de los que más galardones consiguieron en las Asociaciones de Críticos, no pasaron el filtro de los grandes premios. Hablamos de Ethan Hawke (“El reverendo”) o Adam Sandler (“Diamantes en bruto”), por sólo mencionar los casos más llamativos de las dos últimas temporadas.

En todo caso Amazon Studios ha cuidado el lanzamiento con mimo desde que comprara los derechos de distribución de la película en el Festival de Toronto 2019 decidiendo guardar la cinta para esta temporada teniendo en cuenta el gran número de nombres que coparon la carrera a mejor actor protagonista el año pasado. En este caso la quinta plaza parece ponerse a tiro de uno de esos actores que van generando corriente de simpatía a base de trabajo, esfuerzo y capacidad para transmitir con personajes que llegan al espectador. “Sound of metal” es una de esas cintas que ayudan a cimentar una carrera que se antoja con un gran futuro por delante.

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Nacho Gonzalo

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