Conexión Oscar 2016: Deudas, tablas y revelaciones en las categorías interpretativas
Querido Teo:
Sin sorpresas en las categorías interpretativas tras tantos meses de conversación en la carrera. Fue el turno de Leonardo DiCaprio (primer Oscar que logra un actor por trabajar con Iñarritu), Brie Larson confirmó que a veces ser la opción B es una ventaja, Mark Rylance irrumpió a base de oficio en las tablas y Alicia Vikander se vio beneficiada en el año de “las falsas secundarias”. Un cuarteto que dice mucho del Hollywood actual con estrellas masculinas de diferentes generaciones y frescura femenina de la que el cine se aprovechará con futuros papeles de nivel.
Leonardo DiCaprio lo ha conseguido en su quinta nominación pero, a pesar de que todo el mundo clamaba por ese Oscar, no hay que olvidar que Al Pacino no lo ganó hasta la séptima (por “Esencia de mujer” en 1993), a pesar de que su mejor década interpretativa fueron los 70, al igual que Paul Newman que lo obtuvo en su octava nominación por “El color del dinero” en 1987. Otros actores como Peter O´Toole (8 nominaciones) y Richard Burton (7 nominaciones) nunca lo consiguieron. A pesar de ello, DiCaprio es todo un emblema del concepto de estrella trabajando con los mejores directores, siendo cada papel un reto y contando una gran base de fans que han ido creciendo junto a él de ídolo adolescente a joven promesa pasando a ser ahora actor de prestigio. Aunque en “El renacido” tenga el mismo desarrollo narrativo que un saco de boxeo, las inclemencias sufridas en el rodaje y el padecimiento al que es sometido su personaje le han hecho merecedor de la estatuilla en una película con pocos diálogos pero en el que cada detalle, mirada perdida o tiritera cuenta. Este año era el suyo y en ningún momento sus rivales han podido eclipsarle celebrándolo así internet.
Brie Larson ha pasado de pequeños papeles en producciones Disney a ser una promesa del cine indie. Nadie esperaba que “La habitación” funcionara tan bien en una carrera en la que a principios de año se habló mucho de las opciones de Carey Mulligan por “Sufragistas” o Jennifer Lawrence por “Joy”. Y es que la productora A24 no había tenido hasta ahora mucha suerte en tema de premios. Eso se ha roto este año con “La habitación”, impulsada con su Premio del Público en el Festival de Toronto que convirtió a Brie Larson en una candidata segura al premio que no tardó en convertirse en favorita. Todo gracias a ese papel que baña de fábula y esperanza ante el horror; lo que no le impide dar un giro de 180º aunque eso suponga tener que habituar a su hijo a un nuevo mundo, extraño para él pero, en definitiva, del que siempre tendría que haber formado parte. Tras las buenas sensaciones de su trabajo en “Las vidas de Grace (Short Term 12)”, con la que ya se quedó cerca de la candidatura, este año también la hemos visto como hermana pequeña de Amy Schumer en “Y de repente tú”. Eso es sólo el principio y, aunque el Oscar de mejor actriz pueda parecer temprano si miramos su carrera, desde luego no se puede negar lo merecido que es.
Aunque todos hablaban de que sería el Oscar de Sylvester Stallone finalmente la suerte volvió a ser esquiva a Rocky en el otro lado del cuadrilátero imponiéndose uno de esos actores que difícilmente sale del anonimato de las tablas shakesperianas a pesar de su talento y oficio. Mark Rylance ha sido cortejado por Spielberg en más de una ocasión desde que éste le vio en plena faena teatral y, aunque estuvo a punto de aparecer en “El imperio del sol”, la pasión teatral fue más fuerte. Finalmente se hizo con el papel de prisionero ruso en “El puente de los espías”, la película más impecablemente clásica de la temporada siendo el segundo actor que gana por una película de Spielberg tras Daniel Day-Lewis por “Lincoln” en 2013. Este año podría haber dado un buen zarpazo al EGOT ya que, además de los 3 Tonys que ostenta, fue candidato al Emmy por su Thomas Cromwell en la miniserie “Wolf Hall”. En esta carrera sólo se le ha visto para triunfar ya que apenas ha concedido entrevistas ni se le ha visto por otras alfombras rojas. Se convierte en el tercer actor que, a pesar de perder Globo de Oro, SAG y Critics´Choice, terminó alzándose con el Oscar como el caso de James Coburn por “Aflicción” en 1999 y Alan Arkin por “Pequeña Miss Sunshine” en 2007.
Alicia Vikander llamó pronto la atención pero pocos pensaban que su ascenso iba a ser tan fulgurante. Como Brie Larson, su belleza es natural y difusa, atractiva pero más terrenal que prefabricada por Hollywood, lo que provoca que pasen desapercibidas y sus armas sea el puro talento. Fue robaescenas en “Anna Karenina”, en la subrama que compartía con Domhnall Gleeson, y protagonista entre dos amores en “Un asunto real”. Era el año 2012 y le han bastado algunos trabajos más en “El quinto poder” (2013), “Testamento de juventud” (2014) y “Son of a gun” (2014) para ir sumando cada vez mayor interés, algo que ya ha explotado este año con “Operación U.N.C.L.E.” y, sobre todo, dos estupendos trabajos en “Ex machina” y “La chica danesa”. La película de Tom Hooper era la opción más academicista de cara a competir en los Oscar pero tanto los Globos de Oro como los Bafta no dejaron pasar la oportunidad de nominarla por ambos trabajos; recibiendo la mayoría de los reconocimientos este año por la película de Alex Garland. Aun así, el Oscar por “La chica danesa” refrenda el estatus de la actriz europea más en boga en el Hollywood actual y las buenas críticas que ha cosechado desde que “La chica danesa” se proyectó en el Festival de Venecia eclipsando a Eddie Redmayne, trasladando el papel de este personaje al de su mujer; sufrida pero cómplice artista que acompaña a su marido en ese viaje personal y físico hacia su nueva (y real) identidad.
Nacho Gonzalo