Las claves de un 2024 de cine

Las claves de un 2024 de cine

1 Sarcofago2 Sarcofagos3 Sarcofagos4 Sarcofagos5 Sarcofagos (Sin votaciones)
Cargando...

Deja tu comentario >>

Querido Teo:

El 2024 cogió el testigo del rebufo taquillero que nos dejó el verano anterior con “Oppenheimer” y “Barbie” a la cabeza. Así se tradujo en unos Oscar 2024 en los que la duda no era si la película de Christopher Nolan ganaría sino por cuántos premios lo iba a hacer. La consagración de un grande del cine contemporáneo pero también la constatación del fenómeno kitsch con esa actuación de Ryan Gosling que logró con I’m just Ken uno de esos momentos que pasan a la historia de los Oscar.

Ha sido un gran año para el cine de género o de adulto. “Civil War” animaba el primer semestre con una distopía no tan lejana con un Estados Unidos enfrentado y levantado en armas (prolegómeno de lo que ha sido la segunda victoria de Donald Trump que el próximo enero volverá a la Casa Blanca) y “La sustancia” reivindicaba el “body horror” en uno de los ejercicios más libres y arriesgados del año con Demi Moore a la cabeza y con Coralie Fargeat como una de esas directoras que logran renovar el cine sin dejar de abrazar las referencias de grandes clásicos.

“El conde de Montecristo” demostró que el drama histórico con empaque sigue llevando a la gente a las salas. Una adaptación modélica siguiendo los pasos del reciente díptico de “Los tres mosqueteros” que no sólo ha acercado al personaje a las nuevas generaciones sino que es, con todos los honores, una de las mejores versiones realizadas nunca sobre la obra de Alejandro Dumas.

El cine reclamo ha abusado de secuelas (“Del revés 2 (Inside out 2)”“Gru 4, mi villano favorito” en el campo animado o “Dune. Parte 2”, “Gladiator II”“Joker: Folie à deux” en el comercial). Si bien Pixar cumplió con nota (al menos en cuanto a números) ni Ridley Scott ni Todd Phillips han logrado llegar a la suela de los zapatos de su predecesora. Una vez más no será el asalto a los Oscar del director en su regreso a la arena pero peor le ha ido a un Joker que, en su vertiente musical y con la Harley Quinn de Lady Gaga como aliada, ha sido uno de los sonoros fiascos del año.

“Twisters” y “Deadpool y Lobezno” han pisado sobre seguro pero con frescura y desenfado siendo dos de las cintas que mejor han funcionado este año. Un tipo de cine más cercano a la aventura ochentera sin pretensiones que al cine solemne y filosófico de más de un superhéroe reconcentrado.

“Alien: Romulus” supuso la vuelta a los orígenes de las dos primeras películas sabiendo bien que dar al público, no traicionando a la esencia y manejando de manera digna tanto la tensión como la construcción de personajes. El mérito de un Fede Álvarez que no traicionó el legado de Ridley Scott al que más de uno no supo sacar partido.

A pesar de quedar fuera de temporada (sin acudir a festivales debido a la huelga del año anterior) “Rivales” tiro de morbo y de un triángulo prometedor tanto dentro como fuera de las pistas de tenis para que la cinta de Luca Guadagnino con Zendaya a la cabeza se convirtiera en la película más taquillera del director. Un buen intento del maridaje entre cines y plataforma que tiene en Amazon a la marca a la que mejor le está saliendo la coexistencia de ambos universos por encima de Netflix y Apple TV+.

Más de una década después “Wicked” ha llegado a buen puerto funcionando tanto de cara al público como a la crítica, ocupándose de dejar atrás fantasmas relacionados con el hecho de que el musical es veneno para la taquilla. La segunda parte llegará el año que viene y ahora sólo queda ver hasta dónde la abraza la Academia de Hollywood.

Una Academia de Hollywood que tiene en “Anora” y “Emilia Pérez” a dos de las cintas más destacadas de la cartelera otoñal dispuestas a seguir yendo de la mano desde que las dos supusieran todo un fenómeno en el Festival de Cannes donde ambas salieron premiadas. Cannes sigue siendo la plataforma perfecta y la piedra de toque para crear inercias a la hora de que la gente ponga en lo más alto las películas que más ganas tiene de ver.

“Un lugar tranquilo: Día 1”, “Smile 2”, “MaXXXine”, “Longlegs” o “No hables con extraños” han dado buena muestra de que el género más trillado, el del terror, sigue vivo permitiéndose todavía más de un giro para demostrar que todavía tiene mucho que decir.

El cine español ha seguido explorando diversas vertientes creando fenómenos de taquilla encabezados por “El 47” que termina como la favorita para los próximos premios del cine español seguida del thriller “La infiltrada” o el costumbrismo ácido de “Casa en llamas”. Todo ello en contraposición con “La estrella azul” y “Segundo premio”, cintas que han demostrado que se asienta ese otro cine español libre, de autor e inclasificable.

Un cine español en el que las directoras siguen teniendo mucho que decir como Pilar Palomero con “Los destellos”, Paula Ortiz con “La virgen roja”, Mar Coll con “Salve María” o Celia Rico con “Los pequeños amores” que con estos trabajos se consagran después de haber sido promesas a tener en cuenta superando cualquier expectativa.

2024 es el año en el que Pedro Almodóvar consiguió un ansiado triunfo en un festival internacional. Tras intentarlo sistemáticamente en Cannes fue Venecia (donde estrenó “Mujeres al borde de un ataque de nervios”) el que le concedió (con una Isabelle Huppert rendida como presidenta del Jurado) un León de Oro gracias a "La habitación de al lado", siendo sólo la cúspide de otro buen año festivalero para el cine español con premio en las secciones paralelas de Cannes para “Volveréis” y en Toronto para “Polvo serán”.

No ha tenido que pasar ni un año para que “Los que se quedan” de Alexander Payne se haya convertido en clásico navideño uniéndose al catálogo habitual para revisitar todos los años. Todo con un Paul Giamatti en estado de gracia al igual que un Clint Eastwood que, a sus 94 años, ha demostrado con “Jurado nº 2” porque se le considera el último gran clásico.

Otros valores seguros son François Ozon con la subyugante mezcla de géneros de “Cuando cae el otoño”, Christian Petzold con el encuentro veraniego y existencial de “El cielo rojo”, Xavier Legrand con la turbiedad moral de “El sucesor”, Yorgos Lanthimos con esa protagonista sin filtro de “Pobres criaturas”, Andrew Haigh con la desoladora “Desconocidos”, o una Andrea Arnold que ha regresado a la ficción ocho años después para retratar la realidad obrera sin abandonar la poesía y la esperanza en “Bird”.

El cine explora cinematografías como la italiana que ha cosechado un gran año con “Yo, capitán”, “El rapto”, “Siempre nos quedará mañana” y “La quimera”. El drama de los refugiados dejados a su suerte, un secuestro en pro de la religión sobre el papel de una Iglesia deshumanizada en la Italia del siglo XIX, una honesta, dura y emotiva mirada al papel de las mujeres tras la II Guerra Mundial y el mundo que trasciende la propia vida y la propia concepción del arte en la nueva delicia de Alice Rohrwacher.

El documental “No other land” propone entendimiento sin elementos ilusorios en el conflicto entre israelíes y palestinos mientras que “Las jaurías” es una potente ópera prima que deriva en un drama criminal que aúna la desesperación social de un país como Marruecos y el tono espiritual de infortunio para aquellas criaturas que son condenadas por la providencia por sus actos y por su condición. Por su parte Agnieszka Holland no pudo ser más contundente a la hora de hablar de los refugiados en la ratonera que supone la frontera entre Bielorrusia y Polonia en "Green border".

Para contundencia la de la surcoreana “Justicia para Sohee”, una reflexión sobre los abusos laborales y la salud mental en una sociedad competitiva que ya ha perdido el norte para saber el momento en el que parar con el fin de conseguir la rentabilidad necesaria. O la lucidez con la que en “HLM Pussy” se habla del consentimiento sexual a través de tres jóvenes y el debate que genera un vídeo con una de ellas como protagonista. Un tema también planteado en “How to have sex”, una de las sensaciones “indies” de la temporada.

El drama romántico adulto ha ido más allá en la canadiense “Simple como Sylvain”, la escocesa “Nuestro momento perfecto”, la lituana “Slow” o las francesas “Que la fiesta continúe”“Fuera de temporada”. En esta última Guillaume Canet y Alba Rohrwacher en un punto de inflexión hacia no se sabe dónde abrazando lo que pudo ser y la certeza de que el tiempo y las oportunidades se escapan de las manos. Al igual que la memoria que se difumina tanto hacia el futuro como hacia atrás en el encuentro de Jessica Chastain y Peter Sarsgaard en “Memory”.

Un cine latinoamericano que no ha vivido su mejor año pero en el que se han podido ver la argentina “Puan”, la mexicana “Tótem” y, sobre todo, la chilena “La memoria infinita”. Una historia de amor, tributo, sacrificio y compromiso que llevó de nuevo a Maite Alberdi a competir por el Oscar al mejor documental.

Y una de las temáticas que más se explora en la pantalla es la que contribuye a hacernos mejores personas. Es el caso de “En el Adamant”, sobre un centro de día anclado en el Sena, o “Sala de profesores”, un ejercicio de tensión en las aulas que es caldo de cultivo del mundo que nos rodea lleno de prejuicios, incomprensión o fanatismo como también es el caso de “Amal”.

Un año 2024 siempre cruel en las pérdidas tal es el caso de Norman Jewison, Carl Weathers, Chita Rivera, Louis Gossett Jr., Jaime de Armiñán, Laurent Cantet, Roger Corman, Donald Sutherland, Anouk Aimée, Jon Landau, Shelley Duvall, Bob Newhart, Gena Rowlands, Alain Delon, James Earl Jones, Maggie Smith, Kris Kristofferson, Quincy Jones, Niels Arestrup y Marisa Paredes. Este año ha sido el año de su marcha pero también el de su carácter imperecedero tal y como todas esas reuniones que nos han llegado este 2024 y que bien merecían ser contadas.

Nacho Gonzalo

¿Compartes?:
  • email
  • PDF
  • Print
  • RSS
  • Meneame
  • del.icio.us
  • Facebook
  • Google Bookmarks
  • Twitter
  • FriendFeed
  • LinkedIn

Comentarios

Suscríbete
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, comenta.x
()
x